La Audiencia de Ciudad Real ha emitido hoy un auto en el que ordena el ingreso en prisión de Amparo Calleja, conocida como la "envenenadora de Socuéllamos", una vez que el Tribunal Supremo desestimó su recurso contra la sentencia que la condenaba a 20 años y 9 meses por asesinar a su marido.

En una pequeña vista oral celebrada en la Audiencia Provincial, las dos acusaciones particulares han pedido el ingreso en prisión de Amparo Calleja por riesgo de fuga, mientras que la defensa ha solicitado que permaneciera en libertad hasta que se ejecute la sentencia del Supremo.

El abogado de la familia de la víctima, Juan José Mena, que murió envenenado por su esposa en el año 2000, ha expresado la "satisfacción" de los familiares al conocer la decisión de la Audiencia.

La procesada fue condenada en febrero del año pasado a la citada pena por el delito de asesinato de su marido y por haber falsificado su firma para obtener dinero, pero su abogado había recurrido hasta el Supremo, que desestimó su apelación, de manera que continuaba en libertad hasta que hubiera sentencia firme.

Una vez conocido el veredicto del máximo tribunal, hoy se ha celebrado una "vistilla" en la Audiencia de Ciudad Real, en la que las partes acusadoras han pedido que ingresara en prisión ante el riesgo de fuga, en tanto que la defensa ha solicitado que Amparo continuara en su casa hasta que llegara el expediente de ejecución de sentencia del Alto Tribunal que podría tardar 10 ó 15 días.

El abogado de la familia, José Tirado, ha explicado a los periodistas que la Audiencia, en su auto, decreta el ingreso provisional en prisión de Calleja, que será enviada al penal madrileño de Soto del Real, hasta que llegue la ejecución de sentencia del Supremo, admitiendo que podría haber riesgo de fuga.

"La familia -ha dicho el letrado- está satisfecha, porque lo que quería es que, dado el tiempo transcurrido y la convicción que tiene de que la sentencia que se le impuso es justa, se cumpliese a la mayor brevedad posible".

Durante la vistilla, la acusada ha dicho que nunca tuvo intención de fugarse y ha pedido que se tuviera en cuenta que tenía obligaciones familiares que atender, según ha informado José Tirado.

El caso, que se vio en la referida Audiencia en enero de 2007, sentó en el banquillo a Amparo Calleja, que siempre negó los hechos que se le imputaban, acusada de haber dado muerte a su marido suministrándole veneno -arsénico- en la comida y la bebida, primero en el domicilio familiar y más tarde en el hospital de Alcázar de San Juan, donde el hombre fue ingresado aquejado de los problemas derivados de la ingesta de arsénico.