La Audiencia de Barcelona ha confirmado la condena de un año de prisión a Jaime Felipe Martínez-Bordiu Franco, nieto del dictador Francisco Franco, por maltratar a su ex novia al considerar que actuó movido por "un elemento intencional de dominio, violencia y machismo".

En su sentencia, la sección 20ª. de la Audiencia de Barcelona desestima el recurso presentado por el procesado contra la condena de un año de cárcel que le impuso un juez por haber maltratado y amenazado de muerte a la que entonces era su novia, Ruth Martínez, durante una discusión en un hotel de lujo de Mijas (Málaga) en agosto de 2007.

Martínez-Bordiu recurrió la condena ante la Audiencia de Barcelona, pese a que en principio podrá eludir la pena de prisión impuesta por carecer de antecedentes penales.

La defensa del proceso pidió a la sección 20ª. de la Audiencia que, de acuerdo con su jurisprudencia, rebajara a una falta la pena impuesta al nieto de Franco por los delitos de amenazas y maltrato, al tratarse de una pelea mutuamente aceptada por ambos miembros de la pareja y en igualdad de condiciones.

No obstante, el tribunal considera que en esta ocasión el acusado "actuó de una manera violenta, intimidatoria y desproporcionada" que evidenciaba el dominio frente a la que fue su pareja y un "desprecio evidente" hacia la misma.

En opinión de la sala, en el maltrato sufrido por Ruth Martínez "ha quedado sobradamente acreditado el elemento intencional de dominio, violencia y machismo del acusado para con su víctima".

La Audiencia, como ya hiciera el juez de primera instancia, da credibilidad a la versión de la víctima porque, entre otras cuestiones, sus lesiones eran "perfectamente compatibles" con el tipo de agresión que Ruth Martínez relató.

Y, concluye la sala, "ni las cuestiones de la prensa rosa, o los hechos de París (otro supuesto episodio de maltrato anterior) y resto de circunstancias apuntadas e inherentes al proceso de ruptura en el que se encontraban son motivo para pensar que la denunciante mienta".

Este caso de maltrato ocurrió en un hotel de lujo de Mijas, donde Martínez-Bordiu insultó repetidamente a la que entonces era su novia, por lo que ésta le dijo que se iría del hotel y regresaría a su casa de Barcelona.

Entonces, Jaime Felipe Martínez-Bordiú Franco cogió de los brazos a su pareja y la tiró sobre un sillón, mientras la advertía que no se iba a marchar. Además, cuando la mujer empezó a colocar sus cosas en la maleta, el acusado se la arrebató y la tiró al suelo y le dijo que iba a comprar todos los billetes de avión a Barcelona para que no pudieran venderle ninguno.

Ante la insistencia de Ruth Martínez para hacer su maleta, el acusado dio una patada a una silla, que impactó en el ordenador que había encima y que cayó sobre la mujer, que pese al golpe logró salir de la habitación.

Una vez en la recepción, cuando la mujer le dijo a su pareja que había pedido un taxi y que había llamado a la Guardia Civil, el acusado la amedrentó diciéndole: "te mato", si en verdad había llamado a la policía.

Durante el juicio, Jaime Martínez-Bordiú aseguró que no amenazó, ni insultó ni lesionó a su ex novia y denunció que se abusaba de la aplicación de la Ley contra la Violencia de Género.