Argentina ha anunciado que sólo comprará acciones de las compañías Aerolíneas Argentinas y Austral, actualmente en manos españolas, después de que un diario local afirmase que el Gobierno preparaba su expropiación.

El jueves por la mañana, el diario La Nación había asegurado que, tras fracasar las negociaciones para la adquisición, las autoridades habían decidido expropiar las aerolíneas al grupo Marsans.

Sin embargo, por la tarde, el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, dijo a los periodistas que por el momento el Gobierno se atendría a la ley de estatización de las dos aerolíneas sancionada por el Congreso, que prevé la compra de los títulos de las compañías.

"La ley establece claramente el rescate de Aerolíneas y Austral a través de la compra de acciones y fija un procedimiento que estamos cumpliendo. Hablar de otras alternativas sería adelantarnos a los resultados que marca la ley", afirmó Jaime.

La información publicada por La Nación surgió la misma semana en que la presidenta, Cristina Fernández, había anunciado la nacionalización del sistema privado de pensiones, una medida que espantó a los inversores extranjeros, que consideran que podría ser el inicio de un programa de nacionalizaciones.

"El acuerdo con (el grupo español) Marsans se agotó con el paso del tiempo", dijo al diario un funcionario público bajo condición de anonimato. Según el periódico, la medida fue confirmada por fuentes gubernamentales, gremiales y empresariales.

El Gobierno argentino anunció en julio que había llegado a un acuerdo con Marsans para comprarle las deficitarias Aerolíneas Argentinas y Austral debido a que no estaba de acuerdo con un esquema de negocios que privilegiaba las rutas más rentables en perjuicio de conectar puntos remotos del país.

De acuerdo a los medios, Marsans valora las empresas que aún controla en entre 250 y 450 millones de dólares, mientras que el Gobierno nacional cree su valor es negativo en 600 millones de dólares.

Tras dos meses de conversaciones, no ha habido acuerdo sobre el precio que Argentina debería pagar por las compañías, que manejan el 80 por ciento del mercado de vuelos domésticos.

PREOCUPACIÓN

En una entrevista en Madrid con una emisora de radio, uno de los accionistas de referencia de Marsans, Gerardo Díaz Ferrán, se mostró muy preocupado por la posibilidad de la expropiación.

"Estamos allí, nos están echando a gorrazos y veremos a ver si aquello acaba de la mejor manera posible, que es mi deseo", comentó.

Hasta la firma del acuerdo de venta, la empresa enfrentaba a diario problemas de demoras y cancelaciones por protestas de sus trabajadores. Marsans denunció que los sindicatos bloqueaban las operaciones de la empresa para forzar su salida.

En las últimas semanas, el Gobierno argentino ha aportado varios millones de dólares para que ambas aerolíneas, que suman unos 9.000 empleados y arrastran una deuda de unos 890 millones de dólares, puedan operar.