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Los antidepresivos calman los sofocos: estudio

Reuters

Por Amy Norton

El antidepresivo citalopramreduce la gravedad de los sofocos de la menopausia, por lomenos en el corto plazo, dijo un equipo de investigadores quesiguió a 254 mujeres durante siete semanas.

Estudios previos habían hallado que algunos antidepresivosde los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de laserotonina (ISRS), como paroxetina (Paxil), fluoxetina (Prozac)y venlafaxina (Effexor), servirían para tratar los sofocos.

Pero el citalopram (Celexa), otro ISRS, tiene una ventajasobre el resto, principalmente la paroxetina y la fluoxetina:se puede usar en mujeres tratadas con tamoxifeno, un fármacopara reducir el riesgo de cáncer de mama que causa sofocosfrecuentes como efecto adverso.

Dado que la paroxetina y la fluoxetina inhiben una enzimanecesaria para metabolizar el tamoxifeno, las pacientes nopueden tomar esos antidepresivos para aliviar los sofocos.

En el nuevo estudio, publicado en Journal of ClinicalOncology, se reunió a 254 mujeres postmenopáusicas que dijeronhaber tenido por lo menos 14 sofocos "molestos" por semana.

Durante la primera semana, las participantes registraron lafrecuencia y gravedad de los síntomas. Luego, el equipo lesindicó al azar tomar una de tres dosis de citalopram (10, 20 o30 miligramos por día) o un placebo durante seis semanas.

En general, las mujeres que tomaron el antidepresivotuvieron una mayor reducción del "puntaje" de sofocos -unamedida de su gravedad y frecuencia- que las tratadas conplacebo: entre un 49 y un 55 por ciento menos episodios, segúnla dosis, versus el 23 por ciento con placebo.

La diferencia entre las tres dosis no fue significativa, loque sugiere que aun una dosis baja de 10 mg alivia lossíntomas.

De todos modos, las mujeres que habían tomado 20 mgmencionaron beneficios adicionales, como una mejor calidad delsueño y un mejor ánimo, precisó la doctora Debra L. Barton,profesora asociada de oncología de Mayo Clinic, en Rochester,Minnesota.

Las dosis utilizadas en el estudio fueron más bajas que lasindicadas para tratar la depresión y no hubo pruebas de unmayor riesgo de tener efectos adversos con las dosis de 10 o 20mg, versus placebo.

Con la dosis de 30 mg, hubo un aumento de los efectossecundarios sexuales, aunque la diferencia no fueestadísticamente significativa.

Las personas que toman citalopram y otros antidepresivospueden tener una disminución de la libido y dificultad paratener un orgasmo, además de problemas para dormir, mareos yvariaciones del peso corporal.

Barton opinó que se necesitan más estudios sobre laefectividad y los efectos adversos del uso a largo plazo decitalopram para aliviar los sofocos. Por ahora, señaló, losresultados sugieren que el antidepresivo sería una opción paramujeres con sofocos prolongados y molestos.

En algunas mujeres, los sofocos de la menopausia sontolerables y desaparecen en un par de años. En otras, son másprolongados y graves. La terapia más efectiva para ese tipo decasos es la terapia de reemplazo hormonal (TRH).

Pero dado los riesgos potenciales de la TRH, incluida laelevada posibilidad de sufrir infarto, accidentecerebrovascular o cáncer de mama, los expertos recomiendanusarla en la dosis más baja y durante el menor tiempo posible.

FUENTE: Journal of Clinical Oncology, online 24 de mayodel 2010.

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