La bomba lapa que acabó con la vida del agente de la Policía Nacional Eduardo Puelles en la localidad vizcaína de Arrigoriaga, el 19 de junio, estaba colocada 'encima del eje trasero, desplazado hacia la zona derecha del vehículo', según un informe de la Policía vasca 'colgado' en el blog del senador por el PNV Iñaki Anasagasti.

El contenedor del explosivo 'era un recipiente que había sido depositado encima del eje del chasis en su parte trasera' del Citroen C4 de Puelles, detalla el 'Informe sobre artefactos explosivos: Bombas Lapa' elaborado por la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza.

El documento, de diecinueve páginas en formato power point, está elaborado para dar consejos de protección ante este tipo de artefactos y explica con detalle la composición de este tipo de bombas, su forma externa, tamaños, tipos de colocación y anclaje en los vehículos, los sistemas de trampas antimovimiento, etc.

Además incluye cinco ejemplos reales de artefactos tipo lapa colocados en diversos vehículos como el caso de la colocación de un artefacto bomba en el coche de un concejal del Partido Popular en la localidad de Durango el 26 de julio de 2000; un coche particular en San Sebastián el 26 de enero de 2001; otro vehículo en Bilbao el día 9 de octubre de 2007; el caso de un agente de la Policía Nacional, en el centro de Basauri el 16 de septiembre de 2008; y el de Eduardo Puelles.

Asimismo, el documento explica el protocolo a seguir por los amenazados con el objetivo de descubrir la posible colocación de una bomba lapa en los bajos del coche y que hacer en caso de localizarla.

Entre las recomendaciones para 'impedir o dificultar su colocación' el informa de la Policía vasca destaca 'evitar las rutinas en cuanto a los horarios y lugar de aparcamiento'.'La mejor manera de actuar ante una bomba lapa será evitar su colocación', finaliza el documento.

El blog del senador del PNV Iñaki Anasagasti incluye el documento en cuestión, sin comentarios adicionales. Al parecer, este informe que incluye los logos de la Policía vasca habría sido utilizado durante un Curso de Criminalidad Organizada impartido a UIC, AVCS, oficiales, suboficales cabos y escoltas brigada móvil.