El piloto español Fernando Alonso, dos veces campeón del mundo de Fórmula Uno y embajador de UNICEF en España, visitó hoy a los niños del Jardim Santa Lúcia do Guacuri, situado en una de las favelas de la ciudad de Sao Paulo, escenario este fin de semana del Gran Premio de Brasil.

Alonso recibió el apoyo de un amplio grupo de niños de entre 6 y 15 años que viven en una de las 126 comunidades que participan en la Plataforma de Centros Urbanos de UNICEF.

El piloto español fue recibido en el centro por la madre Guadalupe Lara, una religiosa salesiana nacida en México pero dedicada al cuidad de los niños de Sao Paulo desde 1964.

Los niños del centro paulista acogieron con entusiasmo al bicampeón español. Le dedicaron canciones, se fotografiaron con él y le solicitaron autógrafos. Alonso nunca perdió la sonrisa y estuvo siempre solícito con todos los que a él se acercaron.

El piloto español incluso jugó un partido de fútbol de tres contra tres en la sala principal del centro. El equipo Alonso, que es competitivo hasta en los actos benéficos, se impuso en los diez minutos de partidillo por 3-0, y el ovetense fue el encargado en abrir el marcador.

"Estoy con UNICEF para ayudar en todos los trabajos que hace con los niños. Todos los niños tienen que tener las mismas oportunidades; tienen que tener alimentos, educación y deben ser felices. Y este tipo de centros les da esa oportunidad a los niños que no tienen tanto como nosotros", señaló Alonso en un momento de su visita.

"Cuando estamos fuera de la pista todos tenemos nuestro corazoncito y nos gusta ver a los niños felices. Por eso para mí es muy especial el día de hoy, Visitar este centro y ver el trabajo que se hace con niños que si estuvieran en la calle tendría más problemas", agregó el piloto de Renault.

Fernando Alonso, que es embajador de UNICEF-Comité Español desde 2005. Ésta ha sido la segunda ocasión en la que visita programas de ese organismo en Brasil, para conocer de primera mano la incidencia del trabajo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia y para dar voz a los derechos de los niños.

En estas comunidades los más jóvenes se enfrentan a situaciones de alto riesgo en su vida diaria y están expuestos a problemáticas como el embarazo adolescente, el VIH, el consumo de drogas o la violencia.