Al menos nueve civiles han muerto y otros veinte han resultado heridos debido a un bombardeo perpetrado por el Ejército de Sri Lanka sobre un hospital en el noreste de la isla, informó hoy a Efe una fuente de Naciones Unidas.

El portavoz de la ONU en Sri Lanka, Gordon Weiss, aseguró telefónicamente a Efe que la cifra de muertos y de heridos podría aumentar, aunque no pudo precisar si había niños entre los afectados por el ataque.

Weiss añadió que el bombardeo se produjo en la distrito septentrional de Mullaitivu, último bastión de los rebeldes tamiles, en torno a la medianoche.

La web "Tamilnet", afín a la guerrilla de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), confirmó el ataque al hospital, situado en el área de Puthukkudiyiruppu, aunque aseguró que los fallecidos fueron seis.

La web, que también denunció la existencia de quince personas heridas, agregó que el ataque se produjo a pesar de las "repetidas llamadas de las autoridades médicas para que no se disparen proyectiles" al centro hospitalario.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Sri Lanka acusó en un comunicado oficial al LTTE de colocar su artillería dentro de una "zona de seguridad" para civiles, así como de utilizar a miles de personas atrapadas allí como escudos humanos con el fin de prolongar los enfrentamientos.

En los últimos días el Gobierno de Sri Lanka y la guerrilla se han acusado mutuamente de lanzar ofensivas contra áreas de seguridad delimitadas por el Ejército ceilanés como refugio para la población civil que huye del conflicto armado.

Unos 250.000 civiles permanecen retenidos en zonas bajo control de la guerrilla, principalmente en un área de 300 kilómetros cuadrados en Mullaitivu, último bastión de la guerrilla tamil, que resiste principalmente en Visuamadu y Puthukudiyirippu.

Los "tigres" tamiles se enfrentan al Gobierno de Sri Lanka desde hace 25 años para proclamar un Estado independiente en el norte y este del país, donde predomina la etnia tamil, frente a la cingalesa, mayoritaria en la isla del Índico.