El grupo constructor ACS está dispuesto a desprenderse del 12,4 por ciento que posee en Iberdrola para que la eléctrica pueda fusionarse con Gas Natural, canjeando dicho porcentaje por activos de la compañía resultante que integraría en su participada Unión Fenosa.

El presidente del grupo ACS, Florentino Pérez, confirmó hoy su apoyo a esta operación en la rueda de prensa posterior a la junta de accionistas, durante la que mantuvo que el objetivo estratégico de la compañía es consolidarse como "un gran grupo energético español".

Esta fue la razón por la que adquirió la participación que posee en Iberdrola, a la que finalmente podría renunciar a cambio de activos que harían a Unión Fenosa "un poco más grande".

Para Pérez la fusión de Iberdrola con Gas Natural "tiene mucho sentido desde el punto de vista industrial y va a contribuir a crear esa gran empresa española controlada por accionistas españoles", por lo que cree que sería la estrategia "más correcta para hacer un campeón nacional".

Estas razones, unidas al hecho de que la operación cumpliría "lealmente" con la política energética del Gobierno, son las que llevarían a ACS a apoyar "indudablemente" la fusión.

Si finalmente se materializa la operación, "lo único" necesario sería llegar a un acuerdo con los dueños de la compañía fusionada (principalmente La Caixa y Repsol, socios mayoritarios de Gas Natural) para ver qué activos equivaldrían "poco más o menos" a la participación de ACS en Iberdrola.

No obstante, si esta fusión no se llevase a cabo, la constructora se decantaría por "otras posibilidades" que Pérez no quiso detallar.

Durante su intervención ante la junta Pérez también destacó el "firme compromiso" de ACS con el sector de la energía, que se materializó el pasado ejercicio con la integración del 45,3 por ciento que posee en Unión Fenosa como una nueva rama de actividad dentro del grupo.

Unión Fenosa ha sido una de las variables que ha contribuido al crecimiento del grupo, que espera cerrar este ejercicio con un incremento del beneficio neto, sin extraordinarios, de alrededor del 15 por ciento, hasta 1.161,5 millones de euros, así como con un aumento de dos dígitos de la cifra de ventas, que podría situarse por encima de los 23.500 millones.

De acuerdo con estas perspectivas, ACS conseguirá que 2008 sea "el mejor ejercicio de su historia", a pesar de una coyuntura "difícil" caracterizada por la ralentización de la actividad económica, unida a la situación "compleja" de los mercados financieros.

El crecimiento del grupo es reflejo de una estrategia basada en el tamaño y la diversificación como ventaja competitiva.

En esta línea, ACS ha pactado su desembarco en China mediante la compra del 30 por ciento de la filial constructora del grupo financiero e industrial chino Citic, adquisición que realizará Dragados y que está a la espera de recibir el visto bueno de los consejos de administración de ambas compañías, así como de las autoridades chinas.