La nueva creación del director y guionista Pedro Almodóvar, "Los abrazos rotos", llega el miércoles a los cines españoles en medio de una gran expectación y con el reclamo de contar con la recién oscarizada Penélope Cruz como una de las protagonistas de este melodrama con tintes de cine negro.

La enrevesada trama de la película, la más cara de su filmografía con 11 millones de euros de presupuesto, parte de dos situaciones extraídas de la biografía del cineasta.

Por una parte, una fotografía que sacó Almodóvar de una playa de Lanzarote sin darse cuenta de que en ella había un hombre y una mujer abrazados le sirvió para imaginarse el misterio que escondía esa pareja sola y mimetizada con el paisaje volcánico de la isla.

Por otra, las migrañas y la fotofobia que sufre le hicieron pensar en cómo se las arreglaría un cineasta ciego, y ahí surgió Mateo Blanco, un alter ego del propio Almodóvar.

Con esos dos elementos, el director y guionista desarrolla una historia de intensos amores cruzados en la que se mezclan la fatalidad, los celos, la traición y el sentimiento de culpa, con varios 'flash back' ambientados en los noventa y en la actualidad.

como Chus Lampreave y Rossy de Palma - e incluye directamente una versión de "Mujeres al borde de un ataque de nervios".

La cinta está llena de momentos de gran intensidad dramática aunque también incluye escenas muy cómicas, y Almodóvar la ha descrito como una declaración suya de amor al cine.

Cruz, que hace de una aspirante actriz que se convierte en la amante de un rico empresario sin escrúpulos interpretado por José Luis Gómez, reconoció la semana pasada que el personaje de Lena había sido todo un reto para ella, porque está en las antípodas de su personalidad.

"Es una luchadora, pero tiene una herida muy profunda y eso me hacía sentir mucha compasión por el personaje", declaró la actriz madrileña, que recibió el mes pasado el Oscar a la mejor actriz de reparto por la película de Woody Allen "Vicky Cristina Barcelona".

La cuarta película del tándem Cruz-Almodóvar se enfrenta al reto de superar a su predecesora, "Volver", que hace tres años se convirtió en la producción más taquillera de la filmografía del cineasta manchego.

Para su decimoséptima cinta, Almodóvar vuelve a contar además con Lluis Homar, que hace del director de cine que queda ciego tras un accidente, y Blanca Portillo, que se convierte en su mano derecha junto a su hijo adolescente, Tamar Novas.

Como las últimas creaciones del realizador, "Los abrazos rotos" aspira a tener una larga carrera también en la arena internacional, y para ello se embarca ahora en una campaña de promoción que se extenderá hasta el próximo noviembre.