El rescate europeo a los banca española ha creado una gran conmoción en la sociedad. Y, como no podía ser de otra forma, el movimiento 15-M también tiene algo que decir al respecto. En su opinión, lo que el Gobierno ha denominado como 'una solicitud de financiación europea para la recapitalizaciones de los bancos', supone en realidad 'un agravamiento de la situación de empobrecimiento colectivo a la se nos somete desde el inicio de la crisis', de forma que entienden que 'a todas las personas se nos ha hipotecado el futuro al convertirnos en avalistas de los bancos', según denuncian en su página web.

Y para protestar contra el rescate, que trae 'más deuda, más déficit y más recortes', han convocado manifestaciones en varias ciudades de España para mañana, sábado 16 de junio. En Madrid, la marcha está anunciada para las 19:00 horas en Cuatro Caminos e irá hasta las Torres Kio, donde están las oficinas de Bankia. Además, los activistas han convocado distintos talleres y actividades sobre la banca, la deuda y en solidaridad con Grecia, que el domingo se enfrenta a unas elecciones históricas.

La movilización del sábado ha surgido a raíz de debates que se han dado en distintas asambleas y comisiones del 15-M y otras plataformas afines sobre la importancia de responder al discurso de la deuda y la austeridad que esgrimen las instituciones y gobiernos europeos. De este modo, uno de los promotores ha sido la 'Plataforma por una auditoría ciudadana de la deuda', 'un colectivo de ámbito estatal que, desde abril, cuenta con distintos nodos territoriales y que está organizando una campaña sobre este tema', explica Gonzalo Donaire, uno de los integrantes del colectivo de Madrid.

'Pese a lo que se nos diche, el dinero lo tendrán que devolver los ciudadanos'

Este colectivo, bajo el lema '¡No debemos, no pagamos!', entiende que la deuda estatal puede ser 'ilegítima' y para demostrarlo quieren llevar a cabo, como indica su nombre, una 'auditoría ciudadana de la deuda'. Para ello, han reunido a distintas personas con formación para investigar sobre el tema y plantear propuestas.

Donaire cree que 'a diferencia de lo que se nos ha contado desde las instancias políticas y financieras, este rescate va a generar deuda y déficit, pues el Estado pasa a convertirse en avalista de los bancos, que lo más probable es que no puedan asumir la deuda'. Esto quiere decir que 'el dinero lo tendrán que devolver los ciudadanos'.

Por otro lado, desde el ejecutivo del Partido Popular se ha dicho que este préstamo no es un rescate, puesto que no hay unas condiciones políticas para el Estado. Sin embargo, este activista entiende que 'esto es mentira', puesto que 'sólo para pagar los intereses hay que sacar más dinero. Y como no se van a aumentar los impuestos a las grandes fortunas, van a seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, recortar en servicios públicos'. Por ello, entiende que 'el rescate se carga a espaldas de la ciudadanía'.

'Hay que situar la deuda en el centro de la agenda política de los movimientos sociales'

La pregunta que se hacen muchos: ¿Es la deuda realmente ilegítima? 'Nosotros lo intuimos, y para demostrar la verdad exigimos la auditoría, pues a través de ella sabremos quién se ha beneficiado de ella'. Entiende que 'puede proceder de la socialización de las pérdidas, de la pura especulación financiera y de la connivencia de los poderes públicos con el capital'. Por ello, 'es necesario que se haga desde la ciudadanía'. Y si la investigación demuestra que parte de la deuda no es legítima, 'al no haber sido utilizada en beneficio de la ciudadanía', significa que 'no debemos y no pagamos'.

Evidentemente, sin el apoyo de los poderes públicos 'la posibilidad de hacer una auditoría real es muy reducida', debido a la falta de transparencia en materia económica. Aún así, 'la campaña es realmente un instrumento pedagógico para situar la deuda y la austeridad en el centro de la agenda política de los movimientos sociales. La deuda es el nudo gordiano de la crisis económica, como vemos cada día en los desahucios, en Grecia, en el rescate de Bankia, y los movimientos han de situarla en el centro de la reivindicación'.