La viruela del mono es una enfermedad zoonótica viral poco frecuente, pero el actual brote ha llevado a que numerosos países de Europa hayan confirmado casos o los estén investigando. Es la primera vez que se notifican cadenas de transmisión en Europa sin vínculos epidemiológicos conocidos con África occidental o central. En España, Sanidad ya ha registrado hasta 84 casos.

El principal mecanismo de transmisión en humanos ocurría a través de contacto directo (incluyendo su consumo) o indirecto con mamíferos vivos o muertos, principalmente roedores o primates de zonas endémicas. Por ello, aunque en los últimos años se ha descrito una mayor transmisión de persona a persona, ha empezado a hablarse sobre qué ocurre con las mascotas.

¿Las mascotas se contagian?

Debido a que actualmente se desconocen los tipos de animales que pueden enfermarse de la viruela del mono, todos los mamíferos deben considerarse susceptibles como medida de precaución, según señalan los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

Entonces, ¿cómo es el protocolo?

Según el protocolo del Ministerio de Sanidad, si una persona tiene un diagnóstico confirmado, debe aislarse del resto de convivientes, evitar el contacto físico y las relaciones sexuales. En consonancia con esto, se pide que evite el contacto con animales silvestres o domésticos, por lo cual las mascotas deben ser excluidas del entorno del/la paciente.

Además, los CDC europeos señalan en un informe que si se cree que la mascota puede haberse contagiado también debe guardar cuarentena para evitar que se inicien cadenas de transmisión entre animales.

"Si se produce la transmisión de persona a animal y el virus se propaga en una población animal, existe el riesgo de que la enfermedad se vuelva endémica en Europa. Como tal, debe haber una estrecha colaboración intersectorial entre las autoridades de salud pública humana y veterinaria para controlar las mascotas expuestas y evitar que la enfermedad se transmita a la vida silvestre", se expone en un texto del pasado 23 de mayo.

¿Hay mascotas con más riesgo?

Sí, el mayor riesgo se produce con los roedores domésticos, como los hámsteres y distintos tipos de ratas. Y es que los principales reservorios de este tipo de viruela son mamíferos pequeños, como los perritos de las praderas, roedores como la rata de Gambia o la ardilla de bosques selváticos, así como simios y primates.

¿Cuáles pueden ser los síntomas en una mascota?

La presentación de la enfermedad puede variar entre las especies animales, según añaden los CDC de EEUU en su apartado de información para veterinarios sobre la viruela del mono. Sin embargo, los síntomas que se observaron en los perros de las praderas durante el brote de 2003 en EEUU incluyeron tos, antecedentes de fiebre, conjuntivitis, falta de apetito, signos respiratorios y sarpullido. También se han observado síntomas similares en primates no humanos que han sido expuestos al virus en estudios de investigación.

Para el diagnóstico, según un informe de la Asociación Empresarial Veterinaria de Galicia, deben enviarse biopsias o costras de las lesiones en los animales para alguna de las pruebas con las que se identifica el virus.