Los vecinos rechazan la ampliación del aeropuerto de València propuesta por Mazón: "No vamos a poder vivir"
Tanto el Ministerio de Transición Ecológica como AENA han reconocido la existencia de contaminación acústica en el interior de viviendas, centros educativos y sanitarios.
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Madrid,
Los vecinos de Manises han rechazado la propuesta de ampliación del aeropuerto de València planteada por el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón. "El ruido perjudica nuestra salud, vamos a tener que vender la casa porque no podemos vivir aquí", cuenta a Público David, un vecino del Barrio del Cristo, en Aldaia. Tanto el Ministerio de Transición Ecológica como AENA han reconocido la existencia de contaminación acústica en el interior de viviendas, centros educativos y sanitarios en los municipios de Manises, Quart de Poblet y Xirivella.
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El proyecto planteado por el presidente del Ejecutivo valenciano del PP tendría un gran impacto en la salud de los vecinos de las zonas próximas al aeropuerto valenciano. El propio Ministerio ha calificado el índice de la calidad del aire como desfavorable debido al OM2.5, el peor contaminante de la categoría. Además, la administración ha recomendado reducir las actividades de los vecinos al aire libre hasta que el aire obtenga buena calidad.
En uno de los informes a los que ha tenido acceso Público, el área de medio ambiente informa que la exposición prolongada al ruido del tráfico y aviones puede estar relacionada indirectamente con el aumento del riesgo de depresión. Además, el análisis comprueba que las personas con mayor sensibilidad y con capacidad económica, se trasladan a barrios más silenciosos, ya que la contaminación acústica está afectando a la calidad de vida del vecindario.
"Insonorizar las viviendas no es suficiente"
AENA ha aprobado ayudas para insonorizar 213 viviendas del entorno próximo al aeropuerto de Manises. Sin embargo, fuentes de Compromís aseguran que esta cifra es insuficiente, "ya que muchas personas siguen sufriendo altos niveles de contaminación acústica provocados por los aviones que aterrizan cerca de sus casas".
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"Mazón está muy contento de que aumente la llegada de los turistas a València, pero esto implica más ruido"
Ricard Barberà, exalcalde de Xirivella, explica a Público que dentro de la huella acústica que considera AENA se encuentran registradas 2.000 viviendas, "por lo que 213 corresponde con una mínima parte". "Mazón está muy contento de que aumente la llegada de los turistas a València, pero esto implica más ruido, un incremento del precio de los pisos, la despersonalización de los centros históricos...", manifiesta Barberà.
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Además, el exalcalde de Xirivella señala la errónea documentación del Ministerio para medir la huella acústica. "El mapa de ruido con el que se está trabajando es del año 2012, cuando existe uno de 2018. Eso significa que la huella acústica actual no corresponde con la realidad", reconoce.
Más de 30 años de denuncia
David, vecino del Barrio del Cristo en Aldaia, recuerda los más de 30 años que el municipio ha pedido una mejora de las condiciones. "Necesitamos una colocación estratégica de medidores de ruido [independiente a AENA] para que se calcule correctamente y se fomente así una ampliación de la huella acústica de los pueblos vulnerables", explica.
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El vecino del municipio valenciano señala la importancia de establecer una oficina autonómica única que centralice las gestiones de los habitantes respecto a sus necesidades. Además, el valenciano insiste en el impacto ambiental que supone ampliar un aeropuerto.
"La construcción y ampliación de la base militar del ejército del aire en el aeropuerto supuso ya un problema. El agua que pasaba por estas tierras se tenía que desviar a otro sitio. Conforme ha ido creciendo, esto ha generado un aumento de caudal a un barranco que ya estaba saturado, por lo que cada vez que llueve, se inunda", cuenta.
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Reactivación del proyecto de ampliación en Alacant
La semana pasada, el presidente de la Generalitat valenciana reclamó al Gobierno de España el inicio de las obras por las que se ampliarían las pistas de aterrizaje y despegue en el aeropuerto de Alacant. Desde Compromís y diversas organizaciones ambientalistas respondieron que el proyecto tendría un impacto ambiental en los entornos naturales próximos al aeropuerto.
La Dirección General del Medio Natural y de Evaluación Ambiental de la Generalitat publicó en 2019 varios informes desfavorables, que acreditaban que la creación de una nueva carretera de despegue afectaría a la biodiversidad del Parque Natural del Saladar de Aguamarga.