La última carta para frenar la crisis climática se juega en Dubái
Durante la COP28, las delegaciones deberán desarrollar medidas para combatir el calentamiento global y proteger a los países del sur del planeta.
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La Cumbre del Clima de Dubái, la COP28, es la última oportunidad para frenar la crisis climática y luchar contra el calentamiento del planeta. Desde el 30 de noviembre hasta el 12 de diciembre, las delegaciones deberán acordar medidas para contener la subida de la temperatura global por debajo de 1,5ºC. Esta Cumbre sigue siendo clave para los países del sur del planeta, que menos han contribuido al calentamiento pero que más consecuencias del mismo padecen.
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Según se recoge en la carta a las partes interesadas, la presidencia de la COP28 ha presentado cuatro áreas para este encuentro. Las cuestiones a negociar en la Cumbre son la aceleración de la transición energética y la reducción las emisiones contaminantes para 2030; la financiación de los desastres climáticos ocasionados en los países vulnerables; el desarrollo de medidas de adaptación al cambio climático; y la organización de una COP más inclusiva.
Este 2023 se cumplen 30 años de la celebración de la Cumbre del clima. Desde entonces, casi 200 países y grupos se han encargado de dinamizar el diálogo climático y alcanzar acuerdos internacionales. Este año la COP28 servirá para hacer balance de los avances logrados.Mitigación
La transición energética será el tema central en torno al que se desarrollen las conferencias institucionales. Las emisiones de gases de efecto invernadero son las responsables del aumento de las temperaturas en el planeta. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) confirmó, en marzo de este año, un calentamiento del planeta a niveles récord. Además, el órgano científico advirtió que los gobiernos no estaban tomando medidas suficientes para reducir las emisiones.
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En el acuerdo de París de 2015, durante la COP21, las naciones se comprometieron a restringir sus emisiones y a limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales para 2050 (lo que implicaba reducir las emisiones a la mitad en 2030). En los últimos dos años, los países han recortado cerca de un 10% esa previsión.
Con esto, los implicados auguran emitir 58 giga toneladas de dióxido de carbono en 2030. Esto se traduce en que la temperatura media del planeta aumentaría cerca de 2,5ºC. En países como España esto equivaldría a entre 3 y 4ºC más de base.
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Javier Andaluz, responsable de Clima y Energía de Ecologistas en Acción, en declaraciones a Público, asegura que, desde las organizaciones y la sociedad civil, “se espera que los países lleguen a conclusiones relevantes que marquen los compromisos de 2025”. “El gran resultado de esta Cumbre será alcanzar una reducción de las emisiones de cara a 2030, pero también poner fecha de fin a los combustibles fósiles”, subraya.Pérdidas y daños
Mientras transcurren las negociaciones, la crisis climática no se detiene y continúa causando daños en todo el mundo. Hace 10 años, los países ricos, los principales emisores, se comprometieron a recaudar 100.000 millones de dólares anuales para proteger y ayudar a las naciones del sur global a recortar sus emisiones. Sin embargo, no se ha logrado ese objetivo.
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En la Cumbre de Dubái se volverá a poner encima de la mesa esta cuestión. Naciones Unidas calcula que la factura climática es cada vez más alta: para 2030 se necesitarán entre 140.000 y 300.000 millones de dólares para solucionar los efectos de la crisis climática. La Conferencia determinará quiénes deben aportar dinero, quiénes podrán recibirlo y en qué circunstancias.
Javier Andaluz, experto en Clima y Energía: “Las Cumbres han demostrado lo lejos que están las posturas de los distintos países”
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El miembro de Ecologistas en Acción afirma que “estamos ante un marco geopolítico complejo. Tenemos problemas de hegemonía entre Estados Unidos y China, la situación en Gaza y la guerra entre Rusia y Ucrania. A esto se le añade que la desconfianza entre las naciones es cada vez mayor”. Javier Andaluz opina que las Cumbres “han demostrado lo lejos que están las posturas de los distintos países”, y duda de la viabilidad de las negociaciones para avanzar con la lucha climática.