Teddy Bautista 'Teddy' Bautista regresa a la SGAE tras ocho años de su detención

El músico y actor Eduardo Bautista García, más conocido como Teddy Bautista, ha vuelto este jueves a la SGAE tras haber sido detenido hace ocho años en el marco de la Operación Saga por un delito de apropiación indebida 'de especial gravedad' y de administración fraudulenta. Bautista estuvo en la entidad durante 34 años y fue presidente del Consejo de Dirección entre 1995 y 2011. 

Bautista, según han confirmado fuentes de la junta directiva, se ha incorporado al máximo órgano rector de la Sociedad General de Autores y Editores tras aceptar sustituir al músico Fernando Illán, (del colegio de Pequeño Derecho), quien presentó su dimisión el pasado mes de junio. 

Así, el expresidente de la SGAE vuelve a esta casa de la que salió hace ocho años tras ser acusado y detenido de apropiación indebida o, alternativamente, de administración desleal, delito por el que el fiscal pidió una condena de siete años de cárcel, aunque aún no hay fecha fijada para el juicio. 

Según afirmó la presidenta de la SGAE, Pilar Jurado, Bautista "está en su derecho" y "todo lo que puedo hacer" es recibirle "con toda la amabilidad, como le corresponde a la presidenta" de la SGAE.

Bautista regresa en medio de la incertidumbre

El regreso del actor canario tiene lugar en un momento de crisis para la entidad tras la decisión de los socios de la SGAE de rechazar, por tercera vez, los nuevos estatutos el pasado mes de junio.

A ello se le suma la presión del Ministerio de Cultura y la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC), ya que desde el pasado 15 de julio de 2018 los estatutos de la SGAE no se ajustan a la Ley de Propiedad Intelectual (TRLPI), por lo que el Ministerio de Cultura pidió la intervención judicial parcial por sus "incumplimientos legales".  

A finales de mayo, tras la expulsión de la SGAE de la CISAC, los escritores de teatro, televisión y cine lanzaron un manifiesto en el que solicitaban la dimisión de la presidenta, Pilar Jurado, a la que tildaban de “incapaz”, además de reclamar la convocatoria de unas nuevas elecciones.

La adecuación a la ley vigente era un requisito para volver a ser admitida como miembro de pleno derecho en la CISAC, una de las organizaciones mundiales más importantes del sector.