El Ministerio para la Transición Ecológica anunció hace unos días que España deberá implementar un nuevo sistema de recogida de botellas de plástico, ya que el actual no alcanza los estándares exigidos por la Unión Europea. La medida coincide con la última reunión del Comité Intergubernamental de Negociación de Naciones Unidas, donde se debate un tratado global destinado a reducir la contaminación por plásticos a escala planetaria. Ambos acontecimientos comparten un mismo propósito: disminuir la producción de plásticos y mitigar su impacto ambiental.  

Por un lado, la Unión Europea ha dado a España un plazo de dos años para implementar un sistema de reciclaje que obligue a los consumidores a devolver las botellas de plástico de menos de tres litros desechables en puntos habilitados o en los propios supermercados, a cambio de una compensación económica. El Ministerio para la Transición Ecológica ha determinado que el modelo actual de recogida separada de botellas de un solo uso no es eficaz. Según datos recabados de su informe, en 2023, apenas se recicló el 41,3% −del total de plásticos− de estos envases, muy lejos del 70% exigido por la Ley de Residuos.   

La iniciativa, conocida como Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), establece que las botellas de agua, cerveza, zumos y refrescos se venderán con un recargo adicional de entre 10 y 20 céntimos. Este importe será reembolsado al consumidor cuando devuelva los envases, ya sean latas, botellas o briks de leche, en los puntos habilitados o supermercados, con el objetivo de facilitar su reutilización. 

Julio Barea, responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace, asegura en declaraciones a Público que llevan 15 años advirtiendo sobre el incumplimiento de los niveles de reciclaje establecidos, denunciando al gestor del cubo amarillo, Ecoembes, "que nos llevan mintiendo todo este tiempo". "Para la última auditoría con el Ministerio, contratamos a una consultora internacional que trabaja con la UE y el Parlamento. En esa auditoría, el reciclaje se situó en un 33%, muy lejos del 70% exigido. Gracias a este informe, finalmente se ha comenzado a tomar acción", señala.

"Esos informes del Ministerio desenmascaran la estrategia de comunicación de Ecoembes, el único sistema de responsabilidad ampliada del productor de los envases domésticos durante más de 25 años", afirma Ecologistas en Acción en un comunicado público. La organización ecologista sostiene que "ahora se abre un nuevo horizonte, lo que permitirá alcanzar mayores tasas de reciclaje y reutilización de los envases, y eliminar por completo el abandono de estos en el medio natural y urbano, tal como lo hacen decenas de países europeos y más de 50 Estados en todo el mundo", concluye.

En relación con la implantación de la medida, Barea recuerda que antes de 1997 ya existía un sistema de devolución de envases. "Las cosas se devolvían, y todo eso se perdió por la falsa comodidad que nos han vendido", lamenta. Explica que, actualmente, de los 51 millones de envases de bebidas comercializados en España, solo se recuperan 20 millones. "El resto termina en los mares", denuncia. No obstante, el ecologista reconoce que el anuncio del Ministerio coincide de manera significativa con la apertura de la última cumbre sobre el Tratado Global sobre el Plástico.

Una cumbre para reducir plásticos con 220 lobbies 

Por otro lado, como se ha adelantado, este jueves ha comenzado el cuarto día de negociaciones sobre la contaminación por plásticos en Busán, Corea del Sur. Aunque la reunión estaba prevista para celebrarse entre el 25 de noviembre y el 1 de diciembre de 2024, el responsable de Greenpeace adelante que "seguro se alargará". En ella se decidirá, o no, la aprobación de un Tratado Global sobre el Plástico. La ONU busca obtener el consenso de más de 100 países, incluidos los principales productores de plásticos. 

Julio Barea señala que en esta cumbre el verdadero desafío radica en la presencia de 220 lobbies de las industrias petroquímicas, "el mayor número de lobbies registrado en una negociación de este tipo". "Los lobbies son conscientes de que el negocio de los combustibles fósiles debe disminuir, por lo que están apostando todo al sector de los plásticos", explica. 

Además, informa que hay países intentando boicotear el Tratado, como Irán, India, Rusia, Pakistán y los países del Golfo. "Quieren que el tratado logre un consenso global con poca ambición", señala. "Están minimizando el problema de la contaminación por plásticos, basándose en soluciones como el reciclaje, cuando en todo este tiempo solo hemos reciclado el 9%. También están proponiendo créditos de plásticos", cuenta.

Barea insiste en que es necesario reducir la producción de plásticos en un 40% para 2040, tomando como referencia los niveles de producción de 2025. "Si no cortas el grifo de donde proviene el problema, no vas a poder solucionar nada", asegura. 

El tratado en negociación es el primer acuerdo internacional vinculante destinado a eliminar la contaminación por plásticos y abordar la crisis global en la gestión de residuos. Este pacto, aprobado en la V Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-5.2), está previsto que quede finalizado esta misma semana.