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CAÑADA REAl

Save The Children exige una "solución inmediata" en la Cañada Real, donde 1.800 niños permanecen sin luz ni calefacción

Con el objetivo de aumentar el apoyo social y la presión ante las administraciones implicadas, la organización mantiene activa una recogida de firmas a través de su web para pedir el restablecimiento de la luz en la Cañada Real.

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Una mujer sostiene una pancarta donde se lee "Luz para Cañada Real ¡YA!!" durante una manifestación de vecinos de los sectores V y VI de la Cañada Real Galiana frente a la Asamblea de Madrid (España), a 4 de febrero. — Marta Fernandez / Europa Press

MADRID,

Save the Children ha advertido de que la situación de los más de 1.800 niños y niñas que viven en los sectores V y VI de la Cañada Real Galiana es "cada vez más insostenible" debido a la falta de suministro eléctrico que vienen sufriendo desde hace más de tres meses, y reclama a la Comunidad de Madrid, al Ayuntamiento y al Gobierno "una solución inmediata". 

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"No pueden realizar sus tareas escolares con normalidad, lo que supone un retraso en sus estudios, e incluso algunos niños y niñas están dejando de ir a clase al no poder mantener una higiene adecuada. Se trata de una vulneración flagrante de los derechos de la infancia", ha subrayado la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children, Catalina Perazzo. 

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Ante esta situación, la ONG de infancia exige a las distintas administraciones implicadas que "busquen una solución inmediata" pues, hasta ahora, según denuncia, "no han ofrecido una respuesta efectiva a esta crisis". 

En concreto, la organización urge a la Comunidad de Madrid, la Delegación del Gobierno, los Ayuntamientos de Madrid, Rivas y Coslada así como a la empresa suministradora de la energía, Naturgy, a que se coordinen para restablecer el suministro eléctrico en aquellas viviendas de familias vulnerables que permanecen sin luz y calefacción, atendiendo de forma prioritaria las necesidades de los niños y las niñas. 

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"Algunas veces cuando estamos durmiendo, nos entra un frío tremendo que nada puede impedirnos... ni las mantas. Es muy difícil vivir sin luz", cuenta Reda de 11 años, que vive en la Cañada Real. También relata sus dificultades para hacer los deberes en casa por la falta de conexión a la red. 

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