Esta recóndita y paradisíaca isla busca habitantes
El motín del Bounty
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La Isla Pitcairn se declaró en bancarrota en 2004. Su población se está reduciendo y, a pesar de que el turismo es esencial para su progreso, no recibe muchos visitantes por su difícil acceso. Es por ello que se está buscando incrementar su número de habitantes, siempre que tengan habilidades que sirvan al bien de la comunidad.
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Los ciudadanos reconocen que la vida allí puede ser dura económicamente. Las facturas de la electricidad (que puede ser de solo dos horas al día) tiene un coste de unos 400 dólares y una conexión mensual de Internet de 2GB cuesta cien dólares. La ropa, las chucherías o los objetos como los iPad's llegan en barco desde Nueva Zelanda, donde también deben viajar los habitantes cuando necesitan ir al hospital.
El motín del Bounty
Los habitantes de la Isla Pitcairn tienen fama de ser descendientes de los protagonistas del motín del Bounty, que tuvo lugar en 1789 e inspiró múltiples obras, como la película 'Motín a bordo' y la novela del mismo título.