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La rebelión de las técnicas de la sanidad pública andaluza que llegan a trabajar sin contrato: "Es un sinvivir"

El personal eventual encargado de las radiografías, analíticas y la radioterapia en los hospitales, más del 80% mujeres, denuncian un fraude "sistemático" en la contratación que merma la atención que reciben los pacientes.

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Imágenes de las protestas sanitarias en la puerta del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, a 26 de junio de 2024, en Sevilla, Andalucía (España). — Rocío Ruz / Europa Press

sevilla,

A la cada vez más maltrecha sanidad pública andaluza, a la cola de España en gasto por habitante y a la cabeza en aumento de los conciertos con la privada y en listas de espera, le ha salido otro agujero: el colectivo de los técnicos superiores sanitarios eventuales, que hasta ahora habían permanecido en silencio y que, rebelados contra su precariedad, se han organizado para denunciar "irregularidades sistemáticas" en sus contrataciones y condiciones de trabajo, que están afectando, advierten, a la atención que reciben los pacientes en los hospitales. La Junta, sin embargo, niega todas las acusaciones.

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En el Servicio Andaluz de Salud (SAS) hay siete categorías de técnicos superiores: radiodiagnóstico, radioterapia, medicina nuclear, laboratorio, documentación sanitaria, dietética y nutrición, y anatomía patológica. Son los profesionales que se encargan, entre otras muchas tareas, de las radiografías, analíticas y mamografías que se hacen a los pacientes. Y en Andalucía, según los presupuestos de la Junta de 2023, hay 6.570 técnicos de estas categorías trabajando en la sanidad, casi el 95% en hospitales. Se trata, además, de un colectivo profesional muy feminizado, porque el 81% son mujeres, porcentaje que se sitúa por encima de la media de todo el SAS, que está en el 71%.

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Según un informe de CCOO de 2023, harían falta al menos 2.000 sanitarios más en Andalucía

Sin embargo, según un informe de CCOO que analizó el año pasado la situación de este colectivo, harían falta al menos 2.000 técnicos sanitarios más en la comunidad andaluza para alcanzar una proporción de al menos un profesional por cada 1.000 habitantes, ya que la ratio actual es de 0,67, por encima de la media nacional, pero entre las más bajas de España.

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"La infradotación generalizada de plantilla produce, entre otras consecuencias, que haya puestos de técnicos superiores ocupados por profesionales de otras categorías y que haya aparatos de radioterapia que no estén utilizándose, quedándose sin tratar pacientes que podrían estar recibiendo tratamiento para el cáncer", subraya el sindicato.

Faltan técnicos y hay muchos que llevan años siendo contratados durante un día, una semana o un mes para hacer sustituciones por bajas o vacaciones del personal estatutario del SAS, mediante un sistema de elección y nombramiento, a su entender, críptico y embarullado. Cerca de 600 de ellos de toda Andalucía, hartos de la precariedad de su situación, se han unido para denunciar las numerosas irregularidades que, a su juicio, está cometiendo la administración andaluza, tanto por la absoluta falta de transparencia a la hora de elegir a quién llama de la bolsa, como por el uso fraudulento de los sistemas de contratación. Ya han presentado una queja ante el Defensor del Pueblo Andaluz y prevén denunciarlo próximamente ante la Oficina Andaluza contra el Fraude y la Corrupción y en los juzgados.

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Técnicas superiores sanitarias presentan una queja por las irregularidades en su trabajo ante el Defensor del Pueblo Andaluz. — Cedida por las técnicas superiores sanitarias

Gestea Cooperativa Andaluza se ha encargado del asesoramiento legal de estos técnicos sanitarios eventuales, que denuncian lo que, a su juicio, constituye una "precarización continuada que perjudica los intereses y los servicios de salud pública" que recibe la ciudadanía.

"Esta continua y flagrante ilegalidad que comete la Consejería de Salud y Consumo y el SAS forma parte de la tendencia del Gobierno andaluz por el progresivo desmantelamiento de los servicios sanitarios y públicos que nos perjudica a todos, pues cuando dejemos de tener unos servicios sanitarios adecuados como los que proporcionan estos técnicos superiores, nuestra salud será la primera perjudicada", dice su abogado, Pedro Castilla.

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Fuentes de la Consejería de Salud han asegurado a este periódico, sin embargo, que es "rotundamente falso" que haya contratos de interinidad o sustitución sin causa justa, personal trabajando sin alta en Seguridad Social y sin contrato, contratos anulados después de haber empezado la prestación de servicios o impago de la liquidaciones salariales o de las horas complementarias.

Más de un mes trabajando sin contrato

Una de las irregularidades más graves que denuncia este colectivo es haber trabajado sin contrato para la sanidad pública andaluza. D.M.T., técnica de laboratorio en Málaga, lo ha hecho este año y lo ha denunciado ante la Inspección de Trabajo y el Defensor del Pueblo. Ahora lo cuenta a Público.

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D.M.T. ha sufrido irregularidades de tal calibre que ha sufrido un cuadro de estrés y ansiedad

Esta técnica superior, licenciada en biología, lleva desde 2021 trabajando con contratos eventuales en hospitales de la provincia de Málaga, pero este año ha sufrido un cúmulo de irregularidades en las contrataciones de tal calibre que ha llegado a sufrir un cuadro de estrés y ansiedad. Todo empezó en diciembre, cuando le llamaron para sustituir a un técnico con una jornada al 50%, por una liberación sindical, en el hospital Costal del Sol de Marbella. En su nombramiento no figuraba el nombre de la persona a la que sustituía y ese fue el primer recelo.

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"De enero a marzo estuve cubriendo a dos personas distintas con un 70% de jornada, aunque ese 70% no aparecía en ningún sitio; en el nombramiento únicamente figuraba el 50%. Es decir, que estaba haciendo más turnos de lo que me correspondía, estaba trabajando horas gratis", dice D.T.M.

Pero lo peor le llegó el 9 de abril, cuando seguía trabajando en el mismo hospital con un nuevo contrato mensual y recibió un mensaje en el teléfono anunciándole que la Seguridad Social le había dado de baja el 31 de marzo. "Fui a recursos humanos y me dijeron que mi contrato no estaba procesado. Seguí yendo a trabajar, porque los contratos suelen retrasarse, pero a mediados de mes surgió un nuevo problema cuando mi supervisor me dijo que no podía registrar los turnos que había hecho, porque no figuraba como personal activo en el SAS. Luego me caducaron las claves del programa para la entrega de las bolsas de sangre. Volví a decírselo al supervisor, a la gerencia del hospital, y no me dieron solución. Seguía sin contrato", asegura esta técnica de laboratorio.

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El 6 de mayo, A.D.T. denunció ante la Inspección de Trabajo, tal como ha comprobado este periódico, que había estado tres meses trabajando un 20% más de las horas que había cobrado, y cotizado, y que llevaba un mes y seis días trabajando sin contrato ni dada de alta en la Seguridad Social, lo que le impediría, además, cobrar el sueldo de ese mes. Y esa denuncia, de la que aún no ha obtenido respuesta, surtió efecto, pero con ciertas particularidades.

Tras la denuncia ante la Inspección, el hospital le dio de alta en la Seguridad Social desde el 1 de mayo, pero siguió dejando a esta técnica sin su contrato de abril, mes que no figuraba en el sistema de información del SAS como que ella hubiera trabajado, como también ha podido comprobar Público. Después, a finales de mayo, y tras la queja que presentó ante el Defensor del Pueblo, le hicieron el contrato de abril como si hubiera trabajado con una jornada total, del 100%, cuando había sido del 50%.

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"Una noche llegué a casa que me temblaban las manos del estrés que tenía por la incertidumbre de estar sin contrato, por la impotencia de luchar contra un gigante"

Todo aquello le acabó pasando factura a la trabajadora: "Estaba ya con mucha ansiedad -recuerda- y una noche llegué a casa que me temblaban las manos del estrés que tenía por la incertidumbre de estar sin contrato, por la impotencia de luchar contra un gigante, de pensar que no iba a cobrar ese mes".

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Sin embargo, los problemas no acabaron ahí. En julio, cuando estaba con un nuevo contrato por sustitución en el mismo hospital, le llamaron de otro, pero ella rechazó el ofrecimiento, creyendo que el que ya tenía era más duradero. Nadie le había advertido de que su contrato terminaba al final de ese mes. Se lo dijeron horas después de haber rechazado el otro empleo. "Me sancionaron con un mes sin contratarme por haber rechazado un contrato, aunque al final reconocieron el error y me quitaron la sanción", asegura D.T.M.

"Nunca sabes qué va a ser de ti mañana, si vas a cobrar o no, o cuánto te van a pagar"

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"Nunca sabes qué va a ser de ti mañana, si vas a cobrar o no, o cuánto te van a pagar, porque en muchas nóminas me han pagado menos de lo que me correspondía por noches o festivos. Es un sinvivir. Y la consecuencia de todo esto es que la gente está muy quemada, estresada, agobiada, y que falta personal", resume esta técnica de laboratorio.

No le avisaron de que el contrato le había terminado

José, nombre ficticio de otro técnico de laboratorio que prefiere no identificarse por temor a represalias debido a su eventualidad, también ha estado trabajando sin contrato, en su caso en el hospital Carlos Haya de la ciudad de Málaga. Fue durante la sustitución de un compañero que se encontraba de baja.

"Me dieron de baja, pero sin avisarme, mientras yo seguía trabajando"

"Me di cuenta a la semana, cuando dieron de baja el contrato y vi que salían dos días menos de los que había trabajado. Fui a preguntar al hospital y me dijeron que el compañero al que había sustituido se había dado de alta y entonces a mí me dieron de baja, pero sin avisarme, mientras yo seguía trabajando", explica este técnico a Público.

No era mucho dinero, eran 191 euros; no era mucho tiempo, dos días sin contrato y sin cotización a la Seguridad Social, pero, aun así, el SAS tardó meses en atender la reclamación de este técnico superior sanitario. Se demoraron cuatro meses hasta firmarle el contrato por los dos días que trabajó sin estar dado de alta y cerca de un año para pagarle lo que le debían por esas dos jornadas laborales, asegura el trabajador.

"En recursos humanos del hospital me dijeron que no era la primera vez que pasaba, que ya había pasado con otros compañeros a los que no avisan de que se ha dado de alta al que están sustituyendo. Son los líos del SAS que no se entienden y que pagamos los trabajadores", se lamenta José, quien no deja de preguntarse: "¿Y si hubiera pasado algo mientras yo estaba trabajando sin contrato, de quién sería la responsabilidad?".

Hay otros casos llamativos en la larga lista de irregularidades que han denunciado los técnicos superiores sanitarios eventuales ante el Defensor del Pueblo y que prevén llevar a los juzgados. Es, por ejemplo, el caso de un contrato interruptus que denuncia una trabajadora de Almería, a quien llamaron para trabajar en un hospital de esa provincia y al mediodía de lo que se suponía era su primera jornada le comunicaron que el SAS había anulado la contratación.

La calidad del servicio se resiente

Otra de las irregularidades que más se cometen, según este colectivo, es el incumplimiento de los porcentajes de contratos establecidos en las mesas sectoriales de la sanidad para personal de promoción interna: celadores, pinches o empleados de mantenimiento que pueden trabajar como técnicos superiores tras haber cursado estudios de formación en esa materia. Aseguran que en los últimos años el SAS ha priorizado en la contratación de eventuales a quienes hacen promoción interna con plaza en el SAS en detrimento de los técnicos superiores sin plaza, lo que, a su entender, reduce la calidad del servicio que se presta.

Luisa, de la provincia de Cádiz, lleva más de 20 años trabajando como técnica superior de radiodiagnóstico con contratos de unos días, una semana o un mes. También ella prefiere ocultar su verdadero nombre para evitar problemas y sostiene que la prioridad que se está dando al personal de promoción interna podría obedecer a motivos no profesionales: "A partir de 2019 es cuando se empezó a notar más la subida de llamamientos a gente de promoción interna. Y a nivel político pensamos que eso puede deberse a que, ante la UE, ese personal figura en las estadísticas como personal fijo, aunque sea de categorías inferiores, y no como eventual, como nosotros".

Luisa denuncia que la prioridad dada a la promoción interna podría deberse a que en la UE esos trabajadores figuran como personal fijo

Esta técnica sanitaria experimentada asegura que la calidad del servicio acaba resintiéndose. "Una vez me llamaron corriendo porque unos compañeros de promoción interna no podían hacer una radiografía a un paciente. Le habían radiado ya tres veces y no habían conseguido la imagen. Y es que la estaban haciendo mal, porque era una persona obesa y eso hay que tenerlo en cuenta. En otro caso, una compañera, también de promoción interna, quería mandar una radiografía que no servía, que no era válida para un diagnóstico. Y lo que ocurre entonces es que por estos motivos hay peleas, discusiones entre compañeros. Y todo esto supone que haya una peor atención a los pacientes", se lamenta Luisa.

A todo esto se suma, según los técnicos superiores eventuales, la falta de transparencia y de actualización de la bolsa en la que están registradas las personas que pueden ser contratadas. Luisa asegura que "hacen lo que les da la gana" con los llamamientos, que han llegado a contratar a personas que están por debajo en la bolsa, en la que figuran aún personas que ya han fallecido o que son personal fijo del SAS, porque no se ha actualizado. "No hay control", recalca.

El algoritmo que decide a quién se contrata

María, técnica de laboratorio en El Puerto de Santa María, asegura que es un algoritmo el que decide a quién contratan. "Esto -afirma- es una maraña muy complicada que no te dejan entenderla y que no te aclara nadie cuando preguntas. A mí me han dicho que es un algoritmo el que decide a quién corresponden los llamamientos y que establece el turno de llamadas. Y entonces, ¿qué hacemos con el algoritmo? ¿Dónde está la justificación, la transparencia de una bolsa que no renuevan desde 2021?”.

Esta técnica superior, también de nombre supuesto por miedo a que su identificación pueda influir en futuras contrataciones, tiene una discapacidad del 33%, pero asegura que en muchos casos tampoco se respeta la reserva de contratos para estas personas, aunque luego cuadren las cifras en el cómputo general a final de año.

"Todos vamos por una puntuación y si salen seis contratos, el séptimo debe ser para una persona con discapacidad. Pero, por ejemplo, en los hospitales de Jerez hace bastantes meses que no sale ningún contrato por discapacidad", explica María.

Los técnicos denuncian que se están firmando contratos de interinidad tratándose realmente de contratos eventuales 

Otra irregularidad habitual, según estos técnicos, es que están firmando contratos de interinidad cuando realmente se trata de contratos eventuales, que empiezan y acaban en una fecha concreta. Al igual que su compañera, María sostiene que lo que están haciendo es "camuflar" los contratos eventuales en la función pública andaluza para que la UE no los compute como tales.

"Habría que desmontar el chiringuito completo para que se cumpla al cien por cien con la ley. En el SAS se están privatizando los servicios, porque hay menos recursos y eso está provocando un deterioro a pasos agigantados de la sanidad pública. Si no hay dinero para la sanidad, no se puede sostenerla", subraya esta técnica superior sanitaria de Cádiz.

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