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Tabaco Adiós al humo en las terrazas: "Los no fumadores están siendo agredidos porque vivimos en una 'tabacocracia'"

El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo y la asociación nofumadores.org exigen al Gobierno espacios libres de humo y la prohibición de fumar en las terrazas de los locales de hostelería.

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Foto de archivo de un fumador en una terraza. — Carlos Castro (EP)

madrid, Actualizado:

"El humo no molesta, sino que enferma. No es de recibo que la gente fume en una terraza con niños o adultos al lado". Andrés Zamorano Tapia, presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), batalla para que el Gobierno prohíba fumar en espacios públicos concurridos. Y, aprovechando que siete regiones (Aragón, Asturias, Illes Balears, Canarias, Cantabria, Comunitat Valenciana y La Rioja) vetaron el tabaco en las terrazas para frenar el contagio del coronavirus, cree que es el momento para que se haga extensivo a todo el territorio.

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"Desde hace tiempo, es una de nuestras peticiones al Gobierno, aunque con la pandemia se ha puesto en primera línea", explica Zamorano, quien cree que debería aprovecharse "este tirón" para regular —prefiere este verbo a prohibir— los espacios libres de humos. Lo dejó claro durante el XI Congreso de Prevención y Control del Tabaquismo del CNPT, donde encontró el eco del Ministerio de Sanidad, dispuesto a tomar la senda del "camino importante" que ha abierto el coronavirus.

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Así, Pilar Campos, subdirectora General de Promoción de la Salud y Vigilancia en Salud Pública, se mostró satisfecha la semana pasada de la "buena aceptación en la ciudadanía" que han tenido las restricciones, antesala de un previsible endurecimiento de la ley antitabaco prometido en febrero por el ministro del ramo, Salvador Illa. Pendientes de la reforma, el Gobierno prevé un incremento del 5,5% en los ingresos correspondientes a los impuestos especiales sobre el tabaco en 2022, otra de las medidas solicitadas por el CNPT.

"Las terrazas con humo son un delito continuado contra la salud y el producto de un fraude de ley gravísimo que no ha sido perseguido por las autoridades", denuncia Raquel Fernández Megina, presidenta de la asociación nofumadores.org, quien se muestra convencida de que la prohibición no repercutirá económicamente en los establecimientos de hostelería. "No pasó en 2010, a pesar de los augurios negativos de la patronal hostelera que predecían un ingente cierre de negocios y una pérdida de empleados, y no va a ocurrir ahora".

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Fernández asegura que en las regiones donde se prohibió fumar la ocupación ha sido "igual o mayor" que antes del veto. "La gran mayoría de los clientes lo interiorizan rápidamente y se acostumbran a alejarse de las mesas para fumar sin ningún tipo de problema", añade la presidenta de nofumadores.org, que critica las "ideas zombie" [no basadas en la evidencia científica] difundidas por la patronal hostelera y la industria tabaquera, que a su juicio "se han demostrado falsas una y otra vez".

Zamorano también rechaza que el sector hostelero se vea perjudicado. "Nunca he escuchado que se hayan arruinado en las siete regiones donde no está permitido fumar. Es, además de falso, el mismo debate que se produjo cuando se prohibió fumar dentro de los establecimientos, algo que hoy agradecen hasta los propios fumadores", asegura el presidente del CNPT. "Si el 80% de la gente no es fumadora, al hostelero quizás le sea más rentable que no se fume", reflexiona Zamorano.

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Derechos del no fumador

Fernández deja claro que el derecho a la salud del no fumador debe primar sobre el supuesto derecho del fumador, "no recogido en ninguna ley", aunque en nuestro país, según ella, "prevalece el privilegio de emitir aerosoles cancerígenos". Sin cobertura legal que los proteja, añade, actualmente "los no fumadores están siendo agredidos, por lo que se podría decir que vivimos en una tabacocracia de facto, con un marco legal hecho para proteger al fumador".

Las asociaciones antitabaco remiten a la encuesta sobre tabaquismo difundida en mayo por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, que refleja que el 38% de los fumadores "no permitiría fumar en las terrazas ante la evidencia de que la covid-19 se transmite por los aerosoles", un porcentaje que aumenta al 76% en los exfumadores y al 83% en los no fumadores. Además, la mitad de los fumadores tienen la percepción de estar expuestos al humo ambiental en las terrazas.

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"Su libertad termina donde empieza la de los demás", deja claro Fernández, quien responde a los fumadores que se sienten acosados que las leyes antitabaco también son beneficiosas para ellos, pues contribuyen a que puedan desterrar su adicción. "Prohibir fumar en las terrazas va a conseguir que las personas que quieran dejarlo —el 70% de los fumadores— lo tengan más fácil para lograrlo, pues muchos de los cigarrillos que se fuman son cigarrillos sociales", añade.

La presidenta de nofumadores.org recuerda que la prohibición también protege a los trabajadores de la hostelería, más allá de los niños, las personas enfermas y la población en general. "La ciudadanía se ha dado cuenta que la salud es lo primero y demanda espacios sin humo", afirma Fernández, partidaria de ampliar la prohibición a otros muchos lugares al aire libre, como playas, parques nacionales, instalaciones deportivas, piscinas o accesos a edificios. "La gente ya no quiere que el tabaco ni el humo ajeno forme parte de sus vidas".

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Ley antitabaco

"Las terrazas han sido durante mucho tiempo el gran agujero de la ley del tabaco, por lo cual se muestra necesaria una norma clara y sencilla que no lleve al incumplimiento", razona Fernández, quien afirma que durante más de una década las autoridades han hecho la vista gorda con muchas terrazas que, en realidad, eran espacios cerrados, pues contaban con techo y con más de dos paramentos.

Mientras "las tabacaleras siembran dudas para ganar tiempo, como ha sucedido con el tabaco calentado o los cigarrillos electrónicos", razona Zamorano, debería aprobarse una ley antitabaco en un momento en el que el Gobierno, según él, está "en buena disposición" de legislar al respecto. Una norma que, según Fernández, debería ir acompañada por el aumento de los impuestos al tabaco, incluidos el calentado y los cigarrillos electrónicos.

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"La subida del precio es imprescindible para reducir el número de fumadores, pero sobre todo para dificultar el acceso al tabaco de los más jóvenes, porque el tabaco barato garantiza un porcentaje de fumadores por encima del 30%", concluye la presidenta de nofumadores.org, quien califica nuestro país como "el estanco de Europa". Con un precio muy inferior al de otros estados, "vienen aquí a comprar tabaco, minando así las políticas de prevención de tabaquismo de nuestros países vecinos".

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