plagio en la urjc La URJC, una universidad sin esperanza
2016 fue el año más turbio para la universidad pública madrileña Rey Juan Carlos: la institución calló cuando estallo el escándalo de los plagios de su rector, Fernando Suárez. Esta semana se celebran elecciones para elegir a un nuevo rector, pero muchos creen que todo seguirá igual. La decana de la Facultad de Comunicación resume el espíritu que domina entre profesores y estudiantes: "No va a haber cambio con estas elecciones"
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MADRID, Actualizado:
El cierre del año 2016 pasará a la historia por ser el más turbio para una universidad pública como la Rey Juan Carlos. En noviembre del año pasado saltaba a la palestra que el rector Fernando Suárez había plagiado prácticamente la totalidad de la obra de Miguel Ángel Aparicio Pérez El status del poder judicial en el constitucionalismo español.
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Aunque fue a mediados de noviembre cuando la noticia tomó mayor fuerza mediática con la publicación del plagio en Cuarto poder y Eldiario.es, El correo gallego desvelaba un mes antes que 35 de las 38 páginas que contenía la obra de Suárez eran un calco idéntico del libro de Aparicio. Con un total de 13 plagios hasta la fecha, ni siquiera la condición de rector frenó a Suárez a la hora de detener su producción literaria a golpe de copia y pega.
En 2015, el rector publicaba un artículo de 90 páginas a imagen y semejanza de uno incluido en 2002 en el Anuario de Historia de Derecho Español, creación dirigida por el propio Suárez. La desfachatez llega hasta tal limite que el profesor al que plagió, Rafael Sánchez Domingo, salió en defensa de la honestidad de Suárez. Una semana después, el Diario de Burgos descubría que este también había copiado a otros compañeros docentes.
A pesar de que la aparición casi a diario de nuevos plagios del rector de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) dejó conmocionada a la comunidad estudiantil y docente, las más altas instancias académicas y políticas guardaban silencio. El ministro de Educación Méndez de Vigo y la Comunidad de Madrid se escudaron en el desconocimiento del caso o en la autonomía de la universidad para esquivar las preguntas sobre el tema. La oposición en bloque en la Asamblea de Madrid pidió la comparecencia del rector, pero este declinó la invitación. Otras instancias académicas como la Conferencia de Rectores y la Real Academia de Historia tardaron entre uno y dos meses en suspenderle como miembro. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Fernando Suárez dimitió adelantándose al debate que se iba a realizar en el pleno para pedir su suspensión como académico de número.
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La reacción de la universidad merece una mención aparte. Como es habitual, el último viernes de cada mes la URJC celebraba su Consejo de Gobierno. Aquella sesión de noviembre de 2016, en la que Suárez acumulaba ya seis plagios, se saldó sin críticas hacia el rector denunciando el carácter tendencioso de las informaciones "que responden al modus operandi de un determinado grupo, siempre el mismo cuando se avecinan procesos electorales".
"Si defiendo que los plagios de un rector son más tolerables, la próxima vez un alumno que suspenda por traer un reportaje copiado me va a decir que eso lo tendrá que decidir un juez", dice la decana de la Facultad de Comunicación
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Ni siquiera hubo reproches del Consejo de Estudiantes presente en la sesión, a quienes se les había instalado un sistema antiplagio una semana antes de la filtración de la primera copia del rector. De los 50 miembros que forman el Consejo de Gobierno, una única voz se levantó en contra de Suárez. Fue Mercedes del Hoyo, decana de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, quien tomó la palabra el mismo día que el rector anunciaba el adelanto de las elecciones; y cuando este todavía pensaba presentarse a la contienda electoral.
En aquel Consejo, la inmensa mayoría de los miembros pidió respeto a la presunción de inocencia del rector y se anunció una comisión de investigación interna de la que aún se desconocen los miembros y en qué situación se encuentra. La Universidad de Barcelona, en cambio, ha sido la única capaz de dilucidar los plagios de Suárez. Como coeditora y afectada por el primer plagio aparecido en prensa concluyó que el rector de la URJC había copiado 111 de las 180 páginas del libro de Aparicio.
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Del Hoyo reconoce que aquello fue una maniobra de cara a la galería para rebajar los ánimos: "Yo pregunté por la comisión de investigación y, a día de hoy, no tengo noticia. Como decana de una de las seis facultades que conforman la universidad debería estar enterada de si existe esa comisión. Bastante en tela de juicio quedaba que fuera una comisión interna para que encima no se supiera quién integra la comisión. ¿Qué garantías da eso?".
Del Hoyo recuerda también que dicho Consejo de Gobierno como uno de los episodios más desagradables de su carrera docente, aunque no le sorprende la impavidez de sus compañeros en el órgano habiendo presenciado episodios anteriores: "Bajo el mandato del anterior rector, la universidad había despedido a once profesores con contrato indefinido y se habían suprimido más de 200 contratos temporales. En la sesión del Claustro que daba fin al curso académico pregunté al rector acerca de los despidos pensando, incauta de mí, que en un órgano de 300 profesores alguien más se sumaría a la reivindicación. Nadie hizo ninguna intervención al respecto".
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Preguntada por los motivos que la llevaron a discrepar del rector y el Consejo de Gobierno, Mercedes del Hoyo considera que con un acto de tal calibre no es necesario que un juez intervenga: "Mi opinión no cambia porque un juez o una comisión de investigación le declare inocente para saber que lo que ha hecho es moralmente reprobable. Yo he visto que ha plagiado textos enteros de compañeros. Si defiendo que los plagios de un rector son más tolerables, la próxima vez un alumno que lo suspenda por traer un reportaje copiado me va a decir que eso lo tendrá que decidir un juez".
Antes de revelarse que el rector de la Rey Juan Carlos había plagiado hasta 13 obras, alguien alertó mucho antes de la escasa calidad literaria de Suárez. Fue en 2010, en la revista chilena especializada SciELO, donde un catedrático de la Universidad de Málaga se refería en los siguientes términos a una obra de Suárez que resultó ser un plagio de diversos autores: "No es un buen libro. Es una acumulación de páginas diversas sueltas".
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Un catedrático de la Universidad de Málaga dice que el merteórico ascenso del rector de la URJC se debe a una clara cadena de favores
Para este profesor, Manuel Juan Peláez, el ingreso de Fernando Suárez en la URJC y su meteórico ascenso académico se debe a una clara cadena de favores entre el padre de Suárez —vinculado a la Fundación Nacional Francisco Franco y miembro de la Real Academia de la Historia desde 1994— y el actual presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación José Antonio Escudero López. “Fernando Suárez había suspendido dos oposiciones de titular de universidad en Historia del Derecho. El padre de Suárez se había propuesto lograr que su hijo consiguiera la plaza a cambio de apoyar la entrada de Escudero López en la Real Academia de Historia. En el mismo 2002, Fernando Suárez saca su habilitación de profesor titular de universidad en Historia del Derecho en la URJC, en un tribunal presidido por Escudero en el que yo voté en contra, y este ingresa en la Academia agradeciendo en su discurso a Luis Suárez por patrocinar su candidatura. O sea que ahí hay una correspondencia de favores, lo pueden negar pero Escudero ha promovido a nueve plagiones durante su carrera”, detalla Manuel J. Peláez rememorando unos hechos que ya plasmó en 2008 en el sitio online EconPapers.
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Peláez recuerda cómo en la oposición preguntó a Fernando Suárez hasta cinco veces por su obra De Jerusalén a Roma: "Pensé que se lo había escrito su padre, que es experto en el tema, porque aparecían cosas extrañas. Le pregunté cómo lo había escrito y le dijeron que no contestará. Resulta que estaba equivocado, a quien había copiado era al rabino de Jerusalén".
Si una institución ha permanecido impasible ante los plagios del rector de la URJC esa es la Comunidad de Madrid. A pesar de que las relaciones llegaron al nivel personal con la contratación ilegal de la hermana de Cristina Cifuentes en la Universidad Rey Juan Carlos, según desvelaba Eldiario.es, la presidenta de la comunidad zanjaba el asunto refiriéndose a la autonomía de la institución. La relación entre comunidad y universidad no solo señalaba a Cifuentes. Andrés Villena, periodista y doctor en Sociología, desvelaría en el semanario CTXT las evidentes conexiones entre Suárez y la URJC, y los dos encargados a nivel nacional y autonómico –ambos del PP— de forzar la dimisión de Fernando Suárez.
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"Recurro a información oficial donde aparecen los currículums oficiales y descubro que el responsable directo a nivel nacional Jorge Sainz (Secretario General de Universidades) salió de la URJC del equipo del predecesor de Suárez; y el consejero de Educación madrileño Rafael van Grieken no solo salió de allí, sino que ha sido miembro del equipo de gobierno de Suárez Bilbao. Que las dos personas capaces de forzar la dimisión pertenezcan al mismo circulo de poder, no habla muy bien de la autonomía de la URJC", subraya Villena.
Inmerso en la publicación de su próximo libro ¿Cómo se gobierna España?, Villena considera injusto poner el foco únicamente sobre la Universidad Rey Juan Carlos: "En el resto de universidades hay grandes miserias y no salen a la luz. Tanto el PP en menor grado, porque tira mucho de la empresa privada, como el PSOE en mayor grado siempre que gobiernan reclutan a catedráticos y rectores de sus universidades; la URJC y la Carlos III respectivamente. En España la universidad es un poder fundamental y no se le presta la suficiente atención. Hay una red de intereses tanto o más que en la política y no hablamos de un juego de excelencia académica, hablamos de un juego de poder".
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"En el resto de universidades hay grandes miserias y no salen a la luz"
Con las informaciones sobre su rector todavía recientes, la universidad afronta el miércoles 15 de febrero elecciones anticipadas a rector. La contienda electoral estará marcada inevitablemente por los sucesos que han girado en torno a la figura de Suárez y medirán el grado de hartazgo de la Universidad Rey Juan Carlos. Los candidatos, eso sí, vuelven a reproducir la vieja lucha entre los partidarios de Trevijano y Suárez, y el ala crítica de la universidad que representó el profesor de Estadística David Ríos en las anteriores elecciones.
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El pupilo de Suárez, Javier Ramos, pide respetar la presunción de inocencia y trata de centrar el debate en los programas electorales. La candidata Rosa Berganza, en cambio, ha visto en los últimos días su campaña salpicada por el supuesto plagio del programa electoral de David Ríos en 2013. La información publicada en La Razón obvia que es el propio Ríos quien cede su programa a la candidata, como señala el diario El País. Berganza, en conversación con Publico.es, ha reconocido que la presentación de su candidatura no se decidió hasta el último momento y que su programa se ha nutrido de las aportaciones altruistas de Ríos y otros compañeros, fruto de las prisas. Para Mercedes del Hoyo, decana de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, ninguna de las candidaturas representa el perfil necesario para que la universidad vuelva a recuperar el prestigio perdido: “No va a haber cambio con estas elecciones. No hay esperanza gane quien gane”.