No se podrán introducir patinetes eléctricos y demás vehículos de movilidad personal (VMP) en el transporte público de Catalunya a partir del día 1 de febrero. Este veto temporal tiene una duración mínima de seis meses, hasta que se elabore una propuesta de regulación sobre el acceso de estos vehículos en tranvías, metros y autobuses. El incumplimiento de la prohibición implicará una sanción de 200 euros.

Así lo ha anunciado este martes la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) de Catalunya, que ya el mes pasado instaba a todos los operadores de transporte público de la región a modificar las condiciones generales de uso de sus servicios para poder incluir esta prohibición temporal.

La explosión de la batería de un patinete eléctrico en el interior de un vagón de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) el pasado mes de noviembre, y el consiguiente incendio que generó, ha motivado esta decisión.

Según la AMT, esta medida sigue el "principio de seguridad preventiva" por el que se quiere salvaguardar a "usuarios y trabajadores del servicio de transporte público". Ante la falta de medidas claras que garantice "la seguridad de estos vehículos de movilidad personal" se ha optado por no permitir su acceso. 

La restricción, que será debidamente anunciada a partir del 1 de febrero por operadores de transporte público y las administraciones titulares de sus servicios, impide el acceso de patinetes o monociclos eléctricos incluso aunque estén plegados. 

La intención es que durante estos seis meses se elabore una propuesta de regulación sobre el acceso y seguridad de los patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal en Catalunya.