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Nuda propiedad Se vende casa con inquilino dentro

Se celebra la primera feria inmobiliaria en España centrada en la nuda propiedad, una práctica que se ha popularizado tras la crisis económica por el abaratamiento de los precios que supone.

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Cartel de 'Se vende' en una vivienda en Madrid. E.P.

madrid,

Imaginen comprar una casa con inquilino en su interior. ¿Lo harían?. Imaginen que ese inquilino seguirá viviendo en esa residencia como usufructuario hasta el día de su muerte. No es nada descabellado, es una realidad cada vez más común en spaña. Se trata de la venta de la nuda propiedad de un inmueble, una práctica que abarata los precios y que se presenta como una oportunidad golosa para los inversores a medio plazo.

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Tanto es así, que el portal inmobiliario de Eduardo Molet ha organizado la primera feria inmobiliaria de España de pisos de nuda propiedad durante los días 25 y 26 de octubre en Madrid. Pero, ¿que significa comprar la nuda propiedad de una vivienda? ¿ventajas? ¿inconvenientes?

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El propietario de una casa tiene sobre ella dos derechos: la nuda propiedad y el derecho de usufructo, el derecho de uso y disfrute de un bien. Cuando se vende la nuda propiedad de una vivienda, el propietario deja de serlo en las escrituras, pero se reserva el derecho de usufructo. Es decir, el derecho a seguir viviendo en la residencia que acaba de vender. De esta forma el comprador no adquiere el pleno dominio de la vivienda hasta que el vendedor muere. 

Esta práctica no es novedosa. De hecho se ha dado toda la vida. Sin embargo, se ha popularizado tras la crisis económica debido al abaratamiento de los precios que esconde. Un abaratamiento que viene determinado por la edad de quién vende. Es decir, la esperanza de vida es el vértice más importante en esta ecuación inmobiliaria. 

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Así, cuanto más mayor sea la persona que vende la nuda propiedad, más barata será la operación ya que aumentan las posibilidades de que este muera antes y, por ende, el comprador podrá disponer en pleno derecho de toda la vivienda. Se trata, en muchas ocasiones, de una medida desesperada de personas mayores que se ven obligados a vender sus hogares para poder intentar percibir una cuantía económica que les permita subsistir hasta el final de sus días.

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