Cuando los nombres de las calles pueden ofender a la ciudadanía
Los nombres de las calles y lugares públicos pueden ofender a la "conciencia ciudadana", explica el presidente de la Asociación de la Memoria Social y Democrática, Jaime Ruiz.
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MADRID.- Los nombres de las calles y lugares públicos pueden ofender a la "conciencia ciudadana", explica el presidente de la Asociación de la Memoria Social y Democrática (Amesde), Jaime Ruiz. Ruiz se refiere así a la decisión, a propuesta de PSOE, acordada esta semana por el pleno del Ayuntamiento de Madrid que permitirá cambiar en el plazo de seis meses el nombre de treinta calles de la ciudad, así como a retirar de inmediato cinco placas y monolitos que honran a personas relacionadas con el franquismo.
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Los lugares públicos sirven para rendir homenaje a los que aportaron valores de convivencia, pero "a estos sujetos no se les puede considerar en esa categoría"
El presidente de Amesde señala que los lugares públicos sirven para rendir homenaje a los que aportaron valores de convivencia, pero "a estos sujetos no se les puede considerar en esa categoría: se sublevaron contra un gobierno legítimo". Ruiz indica que la medida municipal es "insuficiente", puesto que la memoria histórica no son sólo las calles y las plazas, sino que supone "comprender la verdad de la historia de un país, precisamente para que conociéndola se pueda evitar que haya repeticiones de ese tipo".
Se presentó una demanda para exigir la retirada inmediata de simbología franquista de la capital, así como la elaboración de un mapa de vestigios relativos a la Guerra Civil y la Dictadura
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A comienzos de este mes, el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 16 de Madrid admitió a trámite la demanda presentada en noviembre por Ranz para exigir la retirada inmediata de simbología franquista de la capital, así como la elaboración de un mapa de vestigios relativos a la Guerra Civil y la Dictadura.