Fue durante años el punto de celebración del Festival de Música Independiente de Madrid (Festimad) hasta que las protestas de los vecinos y las consecuencias medioambientales lograron desplazar su ubicación. Ahora, el Ayuntamiento de Móstoles lo ha vuelto a rescatar: el Parque Natural de El Soto, un área verde protegida a nivel municipal contigua al Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama, servirá de escenario para el evento musical Amanecer Bailando 2018, al que se espera que asistan unas 40.000 personas el próximo 8 de septiembre.

Los dos socios del Gobierno del Psoe en el Ayuntamiento —Ganar Móstoles e IUCM-LV— y el PP, en la oposición, han mostrado su “total oposición”. De hecho, la Concejalía de Medio Ambiente, Parques y Jardines del consistorio madrileño, a cargo de Ganar Móstoles, no ha autorizado el informe de impacto ambiental del evento, aunque desde la Concejalía de Festejos, que dirige la alcaldesa Noelia Posse, insisten en que el evento se celebrará en El Soto, tal y como está ya acordado con la empresa organizadora.

El consistorio se ha comprometido “a dejar el parque en las mismas condiciones en las que se encuentra actualmente”, pero el resto de partidos no entienden la autorización y piden trasladar el festival a otros espacios alternativos.

“Pedimos a la alcaldesa de Móstoles que traslade definitivamente este festival a un lugar más apropiado como podría ser Móstoles Tecnológico, y libere definitivamente al Parque Natural del Soto de esta amenaza a su biodiversidad” ha manifestado Alejandro Sánchez coportavoz de EQUO Madrid y portavoz de medio ambiente del Grupo Parlamentario Podemos Comunidad de Madrid.

El Partido Popular de la localidad, que fue quien trasladó el Festimad a otra ubicación en 2005, ha advertido además de que “la mayoría de los colectivos vecinales se opone” y ha alertado sobre la venta de entradas “sin la garantía de que se pueda celebrar”. “Le pedimos a la alcaldesa que recapacite y cambie de ubicación el festival”, ha dicho la presidenta de los conservadores en Móstoles, Marina Cortés.

“Los daños materiales son lo de menos, lo que no se puede reparar son los árboles y arbustos desgarrados por vandalismo, molestias a la fauna, pisoteo en zonas ajardinadas y el no disfrute de este entorno en los días previos y posteriores a la celebración de los conciertos además de multitud de residuos que se quedan repartidos por todo el parque”, señalan por su parte desde Ecologistas en Acción de Madrid recordando los efectos que tuvo el Festimad durante los años en los que se celebró.