Las monjas excomulgadas de Belorado se desvinculan de la Pía Unión: "Caminamos libres y solas"
Las religiosas crearon dos asociaciones civiles para cambiar la naturaleza jurídica de los monasterios y despojarlos de su entidad eclesiástica.
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burgos,
Las monjas de Belorado anuncian su desvinculación de la Pía Unión del obispo excolmulgado Pablo de Rojas, a quien se acogieron después de abandonar la Iglesia católica. Ahora, "caminan libres y solas" y solo reconocen la autoridad de los tribunales de Justicia.
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A través de un comunicado, las clarisas excomulgadas aseguran que tienen el pleno dominio del monasterio, en el que ya no están los dos representantes de la Pía Unión desde el pasado lunes, "de cuya jurisdicción nos apartamos", han anunciado.
En este comunicado, las clarisas afirman que la titularidad del monasterio y su actividad dentro del mismo es "una cuestión puramente jurídica", donde no tiene cabida la autoridad eclesiástica. La decisión "deberá ser dirimida por los Juzgados y Tribunales correspondientes", añaden.
Asimismo, piden al arzobispo que se avenga con la comisión negociadora para "dar una solución extrajudicial al conflicto", que "satisfaga a todas las partes y evite tanto la presente situación como la judicialización del asunto".
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La creación de dos asociaciones civiles
Las clarisas, excomulgadas el pasado sábado por un delito de cisma, crearon dos asociaciones civiles para cambiar la naturaleza jurídica de los monasterios y despojarlos, así, de su entidad eclesiástica y convertirlos en sociedades civiles.
La tramitación de las asociaciones civiles se inició en mayo, pero no consiguieron transferir los monasterios y sus propiedades. Por otra parte, el Código de Derecho Canónico no permite derivar a una asociación civil los conventos de Santa Clara de Belorado y Derio.
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A su vez, ni los estatutos de los monasterios, ni los de la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu, ni el resto de normativa religiosas vinculada a la Orden de Santa Clara recogen la posibilidad de transformar la naturaleza jurídica de los monasterios, solo la opción de extinguir la personalidad jurídica cuando deja de haber monjas.
El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, insistió el pasado lunes en que se requiere de un consentimiento explícito de la Santa Sede para alterar esa naturaleza eclesiástica pública.