Miriam Tey, editora de 'Todas putas', cuñada de Moragas y rostro de Sociedad Civil Catalana
La vicepresidenta de los convocantes de la manifestación de este domingo encargó y editó el libro ‘Todas putas’ -obra que hace apología de la violación- cuando dirigía el Instituto de la Mujer en el Gobierno de Aznar.
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Barcelona,
Miriam Tey de Salvador es vicepresidenta de la entidad Sociedad Civil Catalana (SCC), convocante de la manifestación de este domingo en Barcelona por la “unidad de España”. Tey es la cara visible de SCC desde hace varias semanas, con presencia en varias tertulias de radio y televisión, lo que le ha convertido en uno de los mayores azotes mediáticos del antinacionalismo catalán, aunque siempre desde postulados nacionalistas españoles. Tey es también cuñada del catalán Jorge Moragas, director de Gabinete, mano derecha de Mariano Rajoy y, sin duda, uno de los hombres con más poder del Estado; clave, además, en la estrategia del presidente del Gobierno para Catalunya durante los últimos años.
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En sus intervenciones televisivas, Miriam Tey no pasa desapercibida y muestra su beligerancia desde el minuto uno. No duda en atacar sin recato a su primer objetivo, los Mossos d’Esquadra, y, especialmente su jefe, el mayor Josep Lluís Trapero. Por el contrario, la vicepresidenta de SCC es muy vehemente cuando niega la brutalidad policial en las calles de Catalunya la jornada del referéndum contra ciudadanos pacíficos no violentos, sin tener presentes las duras imágenes que, en minutos, han recorrido el mundo entero. Tey las niega, pese a las disculpas públicas hechas por mandos intermedios de la Policía Nacional y por el propio delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo.
Sociedad Civil Catalana es una entidad muy diversa fundada en 2014 y que cada poco tiempo reacomoda a sus miembros y a su dirección. Está integrada por un maremágnum de personas de ideologías diversas, pero contenidas en espectro político situado entre el centro y la derecha española. Todo este espectro comparte hostilidad hacia todo lo que huela a nacionalismo catalán, a iniciativas de consultas democráticas surgidas desde el Parlament de Cataluny en torno a consultas de autodeterminación y, por supuesto, a cualquier movilización de carácter independentista.
Pero Sociedad Civil Catalana también tiene una fuerte base de extrema derecha que se organiza en otra entidad que da apoyo a SCC, denominada Somatemps, donde se ubican nostálgicos y filo fascistas, como bien expone y documenta el periodista catalán Jordi Borrás en su libro ‘Desmuntant Societat Civil Catalana’.
“A la presentación pública de Sociedad Civil Catalana acudió Vox, encabezados por su secretario general, Santiago Abascal, y por la coordinadora de esta formación en Barcelona, Ariadna Hernández. También estaban PxC, el partido xenófobo, o el Frente Nacional francés de Le Pen, que envió cinco dirigentes, con Robert Hernando, su secretario general, al frente. En las butacas del Teatre Victòria también había una delegación representando a la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF), una entidad que recibe subvenciones públicas del Estado español y que se dedica a alabar y exaltar la figura del dictador fascista. Por si no fuera bastante, “una nutrida representación de la organización neonazi MSR también estuvo presente en el acto”, según recoge el libro de Jordi Borrás.
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SCC 2016
La actual dirección de SCC tiene como presidente a Mariano Gomá, un arquitecto de 64 años y aficionado a tuits machistas que han tenido como objetivo varias mujeres. Una de ellas, la nadadora Ona Carbonell, a la que le envió su número de teléfono móvil con el mensaje “Ponme wats please”. Y también a la líder de la CUP, Anna Gabriel: “Qué frustrada vive esa pobre mujer. Bien posicionada en el mundo sería guapa y atractiva. Lástima”.
Los vicepresidentes son José Domingo, exdiputado de Ciudadanos en el Parlament; el médico y militante del PSC Alex Ramos, y la militante del PP Miriam Tey.
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La cuñada
Miriam Tey es hermana de Paloma, una diseñadora y ex modelo de pasarelas, casada con Jorge Moragas, diputado del Partido Popular y jefe del Gabinete del presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy.
Tey fue directora del Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad entre 2003 y 2004, siendo ministro del ramo Eduardo Zaplana, durante el último Gobierno de José María Aznar.
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Durante su mandato, en mayo del 2003, Miriam Tey saltó a la palestra mediática y no precisamente por sus éxitos en el cargo público que ocupaba, sino precisamente por hacer realidad aquella frase que todos aprendimos cuando estudiábamos periodismo: “No es noticia que un perro muerda a un hombre, pero sí es noticia que un hombre muerda a un perro”.
Así, la directora general de la Mujer del Gobierno de José María Aznar, cuya obligación consistía en principio generar políticas encaminadas a proteger los derechos y la integridad de la mujer, acababa de publicar en la editorial de su propiedad el libro ‘Todas Putas’, de Hernán Migoya. Se trata de un texto de cuentos, en dos de cuyos relatos los personajes, violadores y pedófilos, hacen apología de la violación.
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Las críticas a esta obra no se hicieron esperar, sobre todo en unos tiempos en los que se producían una media de 70 asesinatos machistas al año. Todos los partidos de la oposición PSOE, Izquierda Unida y la practica totalidad de organizaciones y entidades en defensa de los derechos y la protección de la mujer pidieron el cese inmediato de Miriam Tey. Pero el PP se negó a tomar medida alguna.
Las entonces eurodiputadas socialistas Elena Valenciano y Soraya Rodríguez denunciaron ante la Comisión Europea al Estado Español por no destituir de su cargo a la directora general y por no iniciar acciones legales contra ella "como responsable de un delito de apología de la violación y la pederastia".
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En el libro se podían leer frases como éstas: "Ahora que todos los negros son buenos y todos los maricones unos seres muy simpáticos, a ver si la sociedad ésta se reúne y decide de una vez que no todos los violadores somos mala gente... Siempre será mejor violar a una mujer y dejarla viva, que no violarla y matarla. Yo no sería capaz de matar a una mujer, no tendría estómago para ello. Pero violarlas, les aseguro que no me produce ningún remordimiento".
En otro pasaje el tono sube peligrosamente: "¿Por qué seguimos demonizando a los violadores como si fueran monstruos, cuando son personas normales y corrientes, honrados padres de familia con una pequeña afición que da la casualidad de que ahora está considerada un delito y tipificada como tal?", escribe más adelante. Y concluye: "Eso sí, las mujeres son todas unas putas".
En otro de los relatos del libro, “Porno del bueno”, Migoya describe la violación de una cría: "La niña no entendió nada. Ni siquiera cuando la penetré. (...) No se lo digas a mamá, mi vida. Te quiero".
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Lo realmente inquietante del asunto es que el libro en cuestión no surgió por iniciativa del autor. Hernán Migoya, en una entrevista en ‘La Vanguardia’ tras saltar el escándalo, afirmó que el libro era una obra hecha por encargo de la propia directora general de la mujer y actual vicepresidenta de Sociedad Civil Catalana, Miriam Tey. Migoya explicó que la editora había leído su cuento “El violador” en Internet, “le encantó” y le pidió que escribiera “un libro entero así”.
Los twits del presidente de SCC