LEÓN. -Se declaró como inocente ante la juez instructora de la muerte de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem. Pero, cuando conoció las pruebas forenses que le incriminaban, pidió anoche volver a declarar en el juzgado y reconoció haber acabado con la vida de la peregrina norteamericana.

Miguel Ángel Muñoz Blas, de 39 años, ha pasado esta noche encarcelado en la comisaría de Astorga (León) porque la juez quiere tenerlo cerca para realizar este martes nuevas diligencias judiciales con el fin de esclarecer el crimen del Camino de Santiago.

La jueza ha ordenado la reconstrucción del crimen y un nuevo registro de la cabaña donde residía Miguel Ángel Muñoz, en presencia del imputado, situada en Castrillo de los Polvazares.

Con antecedentes policiales, pero no penales, fue detenido el pasado sábado en Asturias por la Policía, a la que reconoció haber matado a la peregrina. Condujo a los investigadores hasta un paraje situado entre las localidades leonesas de Santa Catalina de Somoza y San Martín de Agostedo. Allí, señaló el lugar donde había un cadáver en avanzado estado de descomposición y escondido entre ramas.

Sin embargo, cuando pasó a disposición del juzgado se declaró inocente. Horas después, su versión se derrumbaba ante las pruebas que supuestamente le incriminaban en el informe forense de imputabilidad. De forma voluntaria, Muñoz pidió volver a declarar para reconocer ser el autor de la muerte de Denise Thiem, quien contaba con 41 años de edad cuando emprendió el Camino de Santiago en abril pasado.

Había atacado antes en el Camino de Santiago

“El informe de la autopsia llevado a cabo por el Instituto de Medicina Legal ha revelado que el cadáver hallado en esa zona es el de la peregrina estadounidense. No obstante, aún faltan por completarse las pruebas de ADN”, aseguran fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

La juez de primera instancia e instrucción 2 de Astorga ordenó este lunes el ingreso en prisión para Miguel Ángel Muñoz, imputado de un delito de homicidio.  En un auto, la juez aprecia “racionalmente un riesgo de fuga”.

También basa la prisión provisional para prevenir la destrucción de pruebas, ante la gravedad del crimen y para evitar que vuelva a agredir a otra persona mientras se instruye el caso. A este respecto, se ha tenido en cuenta las pruebas que apuntan a “que ya había protagonizado presuntos ataques a otras víctimas con anterioridad, aunque sin el fatal desenlace acaecido en el presente”.

La juez ha destacado "el gran trabajo y el esfuerzo" realizado durante meses por parte de los funcionarios de la Policía Nacional de Astorga. Además, ha resaltado la "profesionalidad y eficacia" del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas de la Policía Nacional y de la Unidad Militar de Emergencias.