Machismos No lo llames despatarre, llámalo 'manspreading'
Guía rápida de neologismos sobre actitudes machistas.
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madrid, Actualizado:
Durante el primer debate presidencial en Estados Unidos, Donald Trump interrumpió a la también candidata Hillary Clinton un total de 51 veces. Al contrario, Clinton sólo lo hizo con él en nueve ocasiones. ¿Significa esto que Clinton es más educada que Trump? Tal vez esto último sea cierto. Pero lo más relevante de este ejemplo es que Clinton es una mujer y Trump un hombre. Durante ese debate, la candidata sufrió en sus propias carnes lo que la mayoría de las mujeres tienen que soportar cada día de su vida. Tal vez no sean conscientes de ello. Tal vez la rutina enmascare lo que es un machismo cotidiano que puede pasar inadvertido. Pero desde hace ya un tiempo, esta tendencia masculina a interrumpir el discurso de las mujeres tiene un nombre: manterruption.
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Dicen que lo que no se nombra no existe y tal vez por ello, y para facilitar lo que muchas mujeres viven a diario y no saben cómo compartir, en los últimos años han proliferado como setas una serie de términos (en su gran mayoría anglosajones) para poner nombre y contexto a todos esos machismos cotidianos. Y cada vez van ganando más popularidad.
Si aún no estás familiarizado con estos neologismos y con los comportamientos machistas a los que hacen alusión, aquí explicamos algunos de ellos:
'Manterruption'
Este término hace referencia a las interrupciones innecesarias por parte de un hombre a una mujer mientras ella está en medio de una explicación o discurso.
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Otro famoso ejemplo de este machismo es el que protagonizó el rapero y diseñador Kanye West cuando en 2009 saltó al escenario durante entrega de los premios MTV y arrebató el micrófono de las manos a la cantante Taylor Swift, que se encontraba agradeciendo el premio que acababa de recibir, para iniciar él un monólogo.
No se trata de hechos aislados. En realidad estos ejemplos son sólo el botón de muestra de un comportamiento ampliamente extendido a lo largo y ancho del planeta. Cómo será de común que recientemente se ha lanzado una app que cuenta el número de veces que la mujer es interrumpida.
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Aquí dejamos una recopilación de casos resumidos en 30 segundos, por si aún queda alguna duda.
'Mansplaining'
Este término, que aúna las palabras en inglés 'man' (hombre) y 'explaining' (explicando), hace referencia a la tendencia de algunos hombres a explicarles cosas a las mujeres. Cosas que ellas, probablemente, ya saben o, incluso en las que son expertas. Un giro de tuerca de este comportamiento es que suele hacerse de manera condescendiente o paternalista. El término lo acuñó la escritora Rebecca Solnit, que reprodujo una anécdota en la que un hombre se puso a explicarle de qué iba el libro que ella misma había escrito. Entonces publicó un artículo titulado Los hombres me explican cosas (Man explain things to me, en inglés) y en el que afirmaba: "Todas las mujeres saben de qué estoy hablando".
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La escritora reunió esos artículos en un libro que fue publicado en español hace unos tres años.
¿Aún nos gustaría profundizar un poco más? No hay problema. En el siguiente vídeo nuestra compañera Irantzu Varela lo explica con todo lujo de detalles y teatralización en El Tornillo.
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'Manspreading'
Si eres mujer tal vez te ha pasado alguna vez, o dos, o tres... estar sentada en medio de transporte público y no tener sitio para poner las piernas porque el hombre que se sienta junto a ti ocupa más de su espacio o literalmente se hace el dueño de todo el espacio. Eso es lo que significa este neologismo. Aúna las palabras 'man' (hombre) con 'spreading' (extenderse) y representa la costumbre que tienen no pocos hombres de ocupar la mayor parte del espacio público, habitualmente espatarrándose.
Hartas de soportar esta práctica, recientemente un grupo de mujeres ha iniciado una petición de firmas en Change.org que pide al Ayuntamiento de Madrid iniciar una campaña de carteles en el transporte publico (concretamente en autobuses), como han hecho ya en Estados Unidos, Japón o Turquía, con el fin de sensibilizar.
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Esta iniciativa explica que no se trata de mala educación, "sino de que igual que a las mujeres nos han enseñado a sentarnos con las piernas muy juntas (como si tuviéramos que sujetar algo entre nuestras rodillas) a los hombres les han transmitido una idea de jerarquía y de territorialidad, como si el espacio les perteneciese".
'Manslamming'
Casi literalmente significaría 'chocando contra hombres'. El término lo acuñó una mujer llamada Beth Breslaw. Hace un par de años, Beth realizó un experimento: se pasó dos meses (noviembre y diciembre de 2015) colisionando contra personas en Nueva York. Tras su experimento, las conclusiones fueron claras. Los hombres son mucho menos proclives que las mujeres a ceder el paso. Según sus propias palabras: "Las mujeres que me atropellaban solían gruñir algo audible al respeto y seguían su camino, pero por lo menos las puedo contar con los dedos, no como a los hombres".
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'Bropriating'
Se trata de una práctica a través de la cual los hombres se llevan el crédito por logros de mujeres o por sus ideas. El término está formado por el vocablo 'bro' (diminutivo de brother, que significa hermano, colega) y 'appropriating' (apropiarse).
A lo largo de la historia se han dado muchos casos. Un ejemplo podría ser el premio Nobel concedido a Wikings, Watson y Crick por el descubrimiento de "la hélice de Watson", que demostraba la estructura de doble hélice del ADN. Sin embargo, el hallazgo que revolucionó la ciencia para siempre no tenía tres padres, sino una madre: había sido descubierto por Rosalind Franklin, a la que su colaborador Wikings robó las investigaciones.
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Este término se puede aplicar, también, a la apropiación de ideas de las mujeres en reuniones u otros ámbitos.