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El Lokal podrá seguir en el Raval de Barcelona gracias al apoyo mutuo

El colectivo libertario ha logrado reunir en muy pocos días el dinero para comprar el inmueble y garantizar la continuidad del proyecto, que estaba amenazado porque el propietario, un fondo de inversión, quería vender la finca donde se ubica.

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Interior de El Lokal, en el barrio de El Raval de Barcelona. — Cedida

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Después de casi 40 años siendo la referencia libertaria de Barcelona, El Lokal estaba a punto de asomarse al abismo. El fondo de inversión propietario de la finca del Raval donde se ubica les dijo hace un mes y medio que no les renovaría el contrato de alquiler, que caducaba el 1 de enero, porque iba a vender el local. Los socios se reunieron y se plantearon ¿por qué no comprarlo? 

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Unas semanas después, lanzaron una campaña de recaudación de fondos que logró alcanzar el 50% del objetivo mínimo, 22.000 euros, en 48 horas. Ahora han superado ya claramente los 30.000 y van camino del óptimo, cifrado en 37.000. Si lo hacen, podrán, además de dar la entrada y empezar a pagar el préstamo, realizar algunas reformas. 

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Iñaki García, que lleva en El Lokal desde que existe, cuenta que están "emocionados" ya que no esperaban conseguir tanto en tan poco tiempo. El espacio está acostumbrado a establecer relaciones con las personas más vulnerables del barrio, de manera que ver cómo todos los colectivos se han volcado para que no tuvieran que marcharse ha sido abrumador. Pero, para muchos de ellos, El Lokal les ha dado tanto que colaborar en esta ocasión ha sido un gesto natural

Hay muchas anécdotas que explican cómo el espacio ha cuidado de la salud comunitaria y ha estado ahí siempre que lo necesitaban. Una de las luchas del barrio, la del CAP Raval Nord, es un ejemplo. Una de sus enfermeras se puso en contacto hace años con El Lokal a raíz de las protestas conjuntas porque Mari Àngels, una de sus pacientes, estaba "súper empastillada".

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Iñaki explica que "claro, la iban a desahuciar. Vino, le pusimos oreja y nos explicó toda su historia. Vivía con su paloma que era toda su familia y la iban a echar. Paramos el desahucio y cuando vio a tanta gente joven defendiéndola no se lo creía". Cuando volvió a encontrarse con la enfermera, esta le dijo: "desde que os ve a vosotros le he bajado la dosis".  

Mientras sucedían cosas como estas, el fondo de inversión propietario de la finca donde está El Lokal empezó a vender algunos de los pisos y locales hasta que quedaron tres pisos y ellos. Hace un mes y medio les hizo saber que no les renovaría el contrato de alquiler porque quería vender el local, pero como ellos tenían el derecho de tanteo y retracto, podría ser suyo por 120.000€.

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El Lokal ya había intentado trasladarse con la editorial Virus, que nació allí, a uno de los bajos del programa de protección oficial del Ayuntamiento, que no consiguieron. Con ese panorama, decidieron quedarse y comprar El Lokal. 

Crédito de Coop57

El préstamo lo han gestionado con la cooperativa de servicios financieros Coop57, que financia el 80%. El resto viene de esa campaña de micromecenazgo que les ha desbordado. "Estamos comprobando que las redes de El Lokal son muy activas y en ellas hay mucha generosidad y confianza", apunta Iñaki. Y añade: "son redes muy transversales, desde los punkis a las prostitutas, todo el mundo siente que es un espacio propio y tiene que defenderlo". 

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El Lokal es también infraestructura. "Lo que más triunfa es la paella" ironiza Sànchez, "porque a ver quien tiene una para 120". Empezaron aportando materiales para las fiestas del barrio y se hicieron con altavoces, proyectores y hasta un generador. A por él se acercan incluso las monjas filipinas. Iñaki cuenta cómo alguien del distrito les debió decir que ellos podrían prestárselo cuando la institución se lo negaba para un evento.

Una de las hermanas se acercó y se lo dejaron. "Cuando vi que era una procesión religiosa no quise ni saber", cuenta entre risas, "pero bueno, son del barrio y lo que hacen no es un negocio, sino un acto cultural". Esta petición se repite cada año desde entonces y con el mismo resultado. 

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Además, El Lokal es también una librería de referencia en lo político, desde el libro infantil hasta el fanzine. Después del nacimiento de la editorial Virus llegó la oleada de desahucios y El Lokal se puso a pararlos. Lo recaudado en las fiestas siempre se ha revertido en otras luchas del barrio, como la de las putas libertarias, o se ha solidarizado con otras movilizaciones internacionales, desde los zapatistas a la resistencia palestina

"Si tenemos pasta y un colectivo en Canarias tiene un problema, se la enviamos, siempre lo hemos hecho", aclara Toni Sànchez, también integrante de El Lokal. Si pudiera sonar extraño que un grupo de anarquistas se conviertan en propietarios, tienen claro que quienes lo compran son todas esas redes a través de la asociación. "Para quienes tienen una vida normalizada, con un sueldo, es genial porque aportar a la campaña les desgrava, pero ha habido mucha gente que no tiene tarjeta de crédito y han venido aquí a darnos el dinero en mano", cuentan. 

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Ese tiempo de gestiones no es una novedad para El Lokal. Toni recuerda cómo han ayudado a gente a cobrar el paro o darles de alta en la seguridad social porque no sabían usar un ordenador. "Son sensibilidades que conocemos perfectamente, nuestras redes parecen informales, invisibles, pero de repente ven que El Lokal está en peligro y deciden que no puede ser porque si lo pierden, pierden también su espacio", relata este miembro. 

En sus 37 años de historia, El Lokal nunca ha recibido ningún tipo de subvención o ayuda. Todo es autogestión. "Es nuestra apuesta. Es verdad que vivimos en esta sociedad en la que hay un mercado, pero intentamos siempre tener un pie dentro y otro fuera", explica Iñaki. El espacio no tiene trabajadores ni paga salarios, porque entonces se establecería otro tipo de relación. Eso no quiere decir que en momentos puntuales no hayan ayudado a alguien con un sueldo porque, señala Iñaki: "tampoco somos fundamentalistas".

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Por ejemplo, a alguien que ha salido de la cárcel en tercer grado le han llegado a hacer un contrato para que saliera del paso. Por eso la reforma se la harán también ellos mismos: "no vamos a contratar a un equipo de paletas porque ya lo tenemos", afirma Iñaki. "Quien no ha vivido el trabajo colectivo no lo entiende. Pero cuando algo lo haces tú, no valoras igual ese esfuerzo que cuando lo has comprado", añade. 

A pesar del historial siguen sorprendidos con las donaciones. "Alguien que firma como Ana ACAB nos ha donado 1.000 euros", se asombra Toni, "y el Guillem, el hijo de un compañero que murió y que tiene 21 años puso ayer 50 euros, eso es muy emocionante", continúa Iñaki. También partidos políticos o periodistas que cubren Barcelona se han movilizado. A fin de cuentas, como resume Iñaki, "la decisión de salvar El Lokal la han tomado los socios, pero la compra es colectiva".

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