La justicia vaticana interrogará el lunes a los imputados del Vatileaks2
"El Papa quiere que esto termine pronto", dice el sacerdote español Lucio Vallejo, uno de los principales acusados
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ROMA.- El tribunal del Vaticano abrió este martes el juicio contra los cinco imputados por filtración y divulgación de documentos secretos en el caso conocido como Vatileaks2 y anunció que el próximo lunes comenzarán los interrogatorios, por lo que todo indica que podría ser un proceso rápido.
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A los dos periodistas y Maio se les comunicó el pasado sábado los cargos por los que están acusados y han tenido sólo unos pocos días para buscarse un abogado de los autorizados por el Vaticano. Mientras que en el caso de Vallejo Balda, el sacerdote que fue secretario de la Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COSEA), de donde se filtraron la mayor parte de los documentos, conoció a su abogada esta misma mañana en la apertura del proceso.
Los periodistas acusados denuncian que en las leyes del Vaticano no se contempla la libertad de prensa
La primera audiencia comenzó a las 10:34 horas locales (09:34 GMT) en la única sala para juicios que existe en el Vaticano, en el interior de las oficinas judiciales de la Santa Sede, y concluyó una hora y 45 minutos más tarde.
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Al inicio de la audiencia, Fittipaldi, autor de Avarizia, manifestó ante el tribunal su incredulidad por las imputaciones y por estar ante un Tribunal que no es de su país y en el que no se contempla la libertad de prensa y pidió que se declare nula su imputación al no especificare en el auto el tipo de delito que ha cometido, ni los documentos por los que se les acusa.
Tras 40 minutos de reunión entre el presidente del Tribunal y los jueces adjuntos, Piero Antonio Bonnet y Paolo Papanti Pelletier, se decidió también rechazar la petición por parte de Fittipaldi de anular su enjuiciamiento al considerar que los delitos están "indicados de manera suficiente".
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Vallejo, que fue secretario de la COSEA, se declaró "sereno y tranquilo" a los periodistas que pudieron seguir esta primera sesión porque en el Vaticano, donde se le trata "muy bien", se siente "protegido".