@jenntejada92

MADRID.- Iván Ramírez fue el primer manifestante detenido en la era de Rajoy, acusado de agredir a la Policía en la Cabalgata Indignada, una manifestación convocada en Madrid por el 15M en diciembre de 2011. La Fiscalía pedía para Ramírez un año y diez meses de cárcel por resistencia a la autoridad, atentado contra los agentes y lesiones a dos de ellos. La sentencia se acaba de hacer pública y ha sido absuelto. 

"Nadie va a venir a la puerta de tu casa a decirte 'Sí, sí estás absuelto', hay que pedírselo, hay que luchar", declara a Público el activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de 39 años.

Los hechos ocurrieron en la calle Alcalá el 28 de diciembre de 2011 cuando se manifestaba con sus compañeros en la capital de manera pacífica hasta que la Policía decidió intervenir para cesar la demostración. Él negó que agrediese a los agentes antidisturbios y en el juicio denunció el abuso de poder que éstos emplearon en el momento de la detención.

En su momento explicó que "en la detención había más de diez policías. Recibí puñetazos y patadas. También cuando estaba en el suelo, reducido". Por aquellas lesiones tuvo que ser operado.

A pesar de que el tribunal considere que "las lesiones pueden ser compatibles con las maniobras de la detención" se han absuelto a los tres agentes

Por ello, en el juicio pedía a los tres agentes una indemnización por los daños causados de 50 euros por día en sanidad (40.300 euros) y cantidades correspondientes por las secuelas (2427,89 euros). Pero a pesar de que el tribunal considere que "las lesiones pueden ser compatibles con las maniobras de la detención" se han absuelto a los tres agentes de las acusaciones de Iván Ramírez. 

"Estoy satisfecho, pero parcialmente porque también han absuelto a los policías. Ya demostramos en el segundo día del juicio que había relación directa entre las lesiones y las acciones de los tres agentes", lamenta en declaraciones a Público.

Las secuelas de las agresiones que sufrió hace cinco años "son irreversibles, son de por vida", sentencia. Por ello, a pesar de admitir estar satisfecho por quedar libre, asegura que él y sus compañeros lucharán "hasta el final" para hacer justicia. "Tenemos pruebas suficientes para recurrir", añade.

Con un objetivo muy claro, recurrirá para recibir una compensación por los daños que le causaron los agentes y critica las instancias judiciales que va dejando atrás: "van quedando mal. La misma fiscal que estaba empeñada en acusarme quedó mal" al demostrar su inocencia, asegura. 

Orgulloso de lo que ha conseguido hasta ahora, explica: "Con este juicio logramos muchas cosas, entre ellas, abrir una brecha en la justicia en España". Según él muchos ciudadanos afectados por situaciones parecidas a la suya no se atreven a luchar por conseguir sus derechos fundamentales y cree que con esta sentencia lo que demuestra es que "es importante motivar a la gente que ha sufrido este tipo de asuntos a que denuncien, y que reclamen sus derechos con todos los herramientas posibles", y añade: "Sí se puede, se puede".