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Inmigración en EEUU La mitad de las personas detenidas en los centros de migrantes de Estados Unidos dan positivo por coronavirus

La Agencia de Inmigración y Aduanas, que gestiona estas instalaciones, ha informado de que el 49,4% de los 2.172 detenidos que han sido testados tiene coronavirus. En total, hay 27.908 migrantes privados de libertad en estos centros.

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Centro de detención de menores inmigrantes en los EEUU. REUTERS

Washington, Actualizado:

En la pandemia de covid-19 en Estados Unidos existen zonas de sombra sobre las que ha habido escasísimos datos en cuanto la incidencia de esta enfermedad o del virus que la causa. Una de ésas han sido los centros de detención de migrantes. La Agencia de Inmigración de Aduanas ha ofrecido esta semana el balance de las primeras 2.172 pruebas realizadas y el resultado ha sido demoledor: el 49,5% de los migrantes recluidos en esas instalaciones tiene coronavirus.

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De esas primeras 2.172 pruebas realizadas, un total de 1.073 personas han dado positivo. Estas pruebas representan el 7,78% del total de 27.908 migrantes detenidos en dichos centros. La Agencia de Inmigración de Aduanas de Estados Unidos tiene unas 1.500 instalaciones de este tipo en el país. Los Estados que tienen más son Texas (184) y California (120), según un balance de la agencia de 2019.

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Este dato ofrece un panorama sombrío porque en dichos centros es más complejo mantener las medidas de seguridad, higiene y distanciamiento social para evitar contagios que, de hecho, están afectando también a los trabajadores. Según la cadena NBC, el centro con más positivos de coronavirus es el de Otay Mesa, en San Diego (California), con 149 casos. Junto a éstos, se ha detectado también el virus en 35 trabajadores de este recinto. En total, 44 empleados de los centros de migrantes en todo el país han dado positivo hasta el momento en las pruebas de coronavirus.

1.073 migrantes recluidos han dado positivo en coronavirus

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El centro de San Diego fue, además, el primero en informar de una muerte por covid-19 el 6 de mayo. Se trataba de un hombre de 57 años llamado Carlos Ernesto Escobar Mejía. Según contó entonces su abogado, Joan del Valle, a la cadena CBS, Escobar Mejía vivía en Estados Unidos desde los años 80 y en los últimos 20 años residía en Los Ángeles. Llegó al país huyendo de la guerra civil de El Salvador. Fue detenido el 10 de enero. La Agencia de Inmigración y Aduanas informó a la CBS de que Escobar Mejías era diabético e hipertenso, que fue hospitalizado por covid-19 el 24 de abril y que un juez le negó la libertad con fianza en marzo después de considerar que existía riesgo de fuga.

A pesar de situaciones como ésta, la administración de Donald Trump continúa realizando detenciones y deportaciones de migrantes sin la documentación en regla, sin importarle que muchos de ellos están considerados trabajadores esenciales durante la pandemia al trabajar en empleos de primera línea y en sectores básicos como la agricultura, los cuidados o el transporte.

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La agencia responsable de estos centros es opaca cuando se trata de ofrecer información detallada sobre la situación de los mismos. Por este motivo, un grupo de detenidos del centro de Mesa Verde, cerca del municipio de Bakersfield (en California, a unos 180 kilómetros al norte de Los Ángeles), se grabó un vídeo la semana pasada para denunciar su situación y enviar un mensaje de socorro.

La administración de Donald Trump continúa realizando detenciones y deportaciones de migrantes sin la documentación en regla

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"Quiero hacer esto público y mostrar lo que está pasando. La verdad, lo que está sucediendo detrás de estos muros", dijo un recluso que se presentó como Charles Joseph, según recogió la NBC. Joseph admitió que podrían sufrir represalias por el vídeo: "Podrían quitarnos la tablet de manera que no podríamos hacer videoconferencias con nuestras familias".

El detenido describió cómo cien hombres comparten cinco barras de jabón, duermen en literas dobles separadas por apenas un metro y cómo los suministros de limpieza y desinfección son escasos. "El personal que trabaja aquí entra y sale sin mascarillas ni guantes. Esta pandemia requiere un distanciamiento social y eso es imposible en este entorno. Nuestra detención se va a convertir en una sentencia de muerte", alertó.

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"Somos padres, hijos, hermanos, esposos, e incluso abuelos de ciudadanos americanos. No deberíamos estar en custodia y luchando para volver con nuestras familias", añadió Joseph, que cifró en 40 los reclusos que sufren patologías subyacentes que pueden hacer mortífera la covid-19, como él, que aseguró ser asmático.

La Agencia de Inmigración y Aduanas asegura que están siguiendo las guías de actuación del Centro de Control y Prevención de Enfermedades federal, en cuanto a las pruebas y el trato de los detenidos.

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"Obviamente los protocolos están fallando y son insuficientes", repone, sin embargo, la directora del Centro de Justicia de la Gente ALDEA, Bridget Cambria. En declaraciones al periódico The Philadephia Inquirer, Cambria sostiene que "el hecho de que el 50% de los testados hayan dado positivo por coronavirus demuestra que el virus campa a sus anchas en las instalaciones de los centros de migrantes, que las pruebas son penosamente insuficientes y que las instalaciones siguen abarrotadas".

"Obviamente los protocolos están fallando y son insuficientes", repone la directora del Centro de Justicia de la Gente ALDEA

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Un portavoz del centro de Mesa Verde explicó a la cadena NBC, que la Agencia de Aduanas estaba reduciendo el número de detenciones de migrantes a lo largo y ancho del país debido a la pandemia de covid-19. Según la NBC, han caído un 71% desde enero; sin embargo, se continúan haciendo. La agencia se justifica en que… hay que cumplir la ley y mantener a los criminales violentos fuera de las calles.

"No hay ninguna razón para meter en esos centros de detención de inmigrantes a personas… y especialmente en estos momentos", ha defendido Christiana Fialho, fundadora de la organización Libertad para los Inmigrantes (Freedom for Immigrants).

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"Muchas de las personas que son detenidas y encerradas en esos centros", añade Fialho, "llevan viviendo décadas en Estados Unidos, tienen hijos estadounidenses y se han casado en este país".

En la misma línea se han expresado otras muchas organizaciones. Como la directora de políticas de la Unión Americana de Libertades Civiles (American Civil Liberties Union), Andrea Flores, quien ha denunciado que la detención masiva de migrantes, las condiciones en que son encerrados, el rol de las empresas privadas que gestionan esos centros y la erosión de las vías legales a la que los detenidos pueden recurrir han creado una situación insostenible.

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"Los expertos en salud pública", añade, "llevan tiempo alertando de que los centros de inmigrantes serán puntos calientes para la expansión del virus. La muerte por covid-19 de Carlos Ernesto Mejía fue una llamada de atención y pedimos al Congreso que actúe para que las personas que están detenidas en esos centros sean liberadas ya".

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