La inflación 'ahoga' a los comedores escolares catalanes que ofrecen menús con productos ecológicos
La central de compras Ecocentral, que suministra los alimentos a más de un centenar de centros educativos de Catalunya, ha dejado de entregar aceite de oliva por su elevado precio y opta por sustituir la carne por proteínas vegetales.
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barcelona, Actualizado:
Los comedores escolares ecológicos son una de las salidas más rentables para los agricultores que cultivan alimentos de proximidad, ya que pueden ofrecer unos menús adaptados a la disponibilidad de productos que recolectan en sus explotaciones, a la vez que mantienen un circuito corto de comercialización, sin muchos intermediarios.
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En el caso del precio de los menús, este estuvo congelado en Catalunya durante 13 años hasta el 2019. La llegada de la covid, con los centros escolares cerrados durante seis meses, provocó un incremento del gasto que debían afrontar las familias para recuperar parte de las pérdidas, además de un nuevo convenio con mejoras laborales para los trabajadores del sector.
A estos factores, se añadió la escalada inflacionista, que pone en peligro la viabilidad de los comedores escolares con productos ecológicos, donde los agricultores se ven incapaces de repercutir el incremento de los costes en los demás eslabones de la cadena para que la venta de los alimentos aún sea rentable. La solución de algunas centrales de compras implica recortar la compra de algunos alimentos, lo que implica ofrecer una alimentación menos saludable a los niños catalanes.
Desde las Associacions Federades de Famílies d'Alumnes de Catalunya (Affac), se alerta de la situación de "peligro para los comedores escolares a consecuencia de la subida de precios para las familias y la disminución del importe de las becas para el alumnado que da el Departament d'Educació". Así, detallan que la inversión en este curso ha caído un 15%.
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En el caso del precio de los comedores, los valores crecieron hasta los 7,6 euros por día para los usuarios esporádicos y un 6,9 para los fijos. Estos aumentos suponen una subida del 11,8% en los primeros y un 11,4% en los segundos en tan sólo cuatro años. Desde 2016, el desembolso extra ha sido de entre 75 y 125 euros en función de la categoría.
La respuesta de Educació a principios de este curso se basaba en explicar el incremento de los precios por la inflación y por el aumento de sueldo de los profesionales que trabajan en los comedores. El argumento no convence a Affac, que pide medidas correctoras en los precios, teniendo en cuenta que las empresas que elaboran las comidas mantienen sus beneficios a razón de unos 15 céntimos por menú.
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Gestión directa del servicio
Affac también denuncia que el Departament d'Educació y los Consells Comarcals siguen limitando la participación de las Asociaciones de Familias de Alumnos (AFA) en la gestión del servicio de comedor escolar.
"La administración debe garantizar que el comedor escolar se preste de forma pública y directa"
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"Hasta que la administración no garantice que el comedor escolar se preste de forma pública y directa, las familias deben tener prioridad en la gestión de este servicio", reclaman. Sin embargo, en los últimos dos cursos la asociación ha tenido constancia de, como mínimo, 16 Consells Comarcals que habrían intentado disuadir a las AFA de gestionar el comedor escolar o directamente les habrían negado la firma o renovación de convenios para poder asumir la gestión del servicio.
Los primeros testigos sobre la bajada de la calidad de los alimentos que forman parte de los menús escolares provienen de un grupo de padres y madres de Terrassa, que además denuncian el recorte de las raciones. Estas quejas coinciden con la llegada al servicio de una nueva adjudicataria, la empresa Mediterranea de Cátering. Además de la cantidad y calidad de los alimentos, también advierten sobre los cambios en los menús específicos para niños con intolerancias o alergias, a los que recientemente no ha podido acceder.
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La queja de estos padres de Terrassa responde a una tendencia recogida por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que constata que un 45% de los menús de los comedores escolares del Estado español son "muy desequilibrados", especialmente cuando la comida se elabora fuera del centro escolar y ni siquiera se cumple con las recomendaciones de consumo semanal de la mitad de los ocho grupos de alimentos principales. Entre ellos, se detecta una excesiva presencia de alimentos ricos en hidratos de carbono y precocinados en detrimento de las legumbres, huevos y fruta.
El aceite de oliva como ejemplo
Desde Ecocentral, una de las centrales de compras más destacadas de Catalunya, especializada en los comedores escolares ecológicos, lamentan que los agricultores, una vez más, sean las principales víctimas del cambio de las condiciones del mercado. Su gerente, Alejandro Guzmán, recuerda que "los cultivos se planifican y los precios se pactan a principio del curso, y los productores son los únicos que los han mantenido". Según Guzmán, el caso más paradigmático es la escalada de las cotizaciones del aceite de oliva.
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El gerente de Ecocentral se pregunta cómo se ha producido la subida de precios del aceite, que en un año se ha encarecido un 86%, "si la cosecha de nuestros proveedores ha sido similar a la de campañas anteriores y nos mantienen los valores de venta". Para explicarlo, Guzmán alude al desembarco de los fondos de inversión en el sector o la especulación con la concentración de la oferta. Ecocentral, que suministra a más de un centenar de escuelas de Catalunya, señala "la falta de compromiso de determinados productores para establecer una relación transparente en la cadena alimentaria".
Hay ciertos alimentos que ya son inasumibles para los comedores escolares
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Fruto de este escenario de precios por las nubes, Guzmán admite que Ecocentral ha dejado de vender aceite de oliva, después de más de 15 años haciéndolo, dada la situación "inasumible para nosotros, que debemos pagar por adelantado nuestros pedidos , mientras cobramos con mucho retraso". Además de la renuncia al aceite, el gerente reconoce que la proteína animal, en la que se incluye la carne, empieza a resultar inaccesible para las escuelas, lo que provoca que la central de compras opte por servir alimentos con proteína vegetal, como legumbres, cereales, lentejas, garbanzos, croquetas, tortillas...
Ante esta situación, Alejandro Guzmán reclama que actúen las autoridades de la competencia para revisar si existe alguna estrategia de concertación de precios en un contexto donde "los agricultores prosiguen con su labor y sus esfuerzos por mantener menús sostenibles y nutritivos".
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Para poder revertir la situación, campesinos, gestores de comedores escolares, padres y madres de alumnos y centrales como Ecocentral piden que los pliegos de condiciones de los comedores escolares suban un poco el precio máximo para afrontar la inflación. Además, quieren que el incremento sea asumido por los presupuestos públicos para no crear diferencias entre las familias según su poder adquisitivo, generando una discriminación de base innecesaria.