Ofrecido por Banco Santander
Índice Global del Progreso: el 63% de la población espera mejorar su bienestar en los próximos tres años
Banco Santander y FT Longitude han creado este indicador, que analiza la percepción de prosperidad y las expectativas de futuro en diferentes grupos demográficos.
La salud, el nivel de ingresos, la satisfacción en el trabajo, las buenas condiciones medioambientales… Estos son algunos de los aspectos que influyen en el bienestar de una persona y en su calidad de vida. Para analizar la percepción de la prosperidad y el bienestar en diferentes grupos demográficos de todo el mundo, Banco Santander y FT Longitude han lanzado el Índice Global del Progreso.
Por geografías, las puntuaciones más altas que la media proceden de países de Asia-Pacífico, donde la mayoría está satisfecha con su nivel de bienestar. En esta región, el 83% afirma gozar de buena salud, frente al 73% en América y sólo el 66% en Europa, Oriente Medio y África (EMEA).
Los bancos tienen un papel clave y pueden contribuir a mejorar la calidad de vida aumentando el acceso a servicios financieros. El 61% de los participantes en el estudio cita como el mayor obstáculo para la prosperidad y el bienestar la falta de ahorros o ingresos y otras dificultades financieras. También pueden cooperar a través de la educación y el asesoramiento, dos materias consideradas importantes por el 72% de los encuestados. "Las instituciones financieras desempeñan un papel muy importante para mejorar los servicios financieros básicos, adaptándolos a las necesidades de particulares y pymes. Es fundamental educar sobre los conceptos financieros desde los primeros años en la escuela, así como fomentar la inclusión financiera, el emprendimiento y la empleabilidad" asegura Juan Cerruti, economista jefe global de Banco Santander.
Los tres pilares del bienestar y la prosperidad
Existen tres soportes para conseguir la prosperidad y el bienestar. Si los tres funcionan, se puede decir que la vida nos sonríe. El primero es la calidad de vida que da el hecho de tener ingresos regulares, vivir en un entorno seguro y tener acceso a un sistema sanitario de calidad. "Para la mayoría de las personas, la prosperidad no consiste en vivir como un oligarca. Se trata de vivir una vida que tienes razones para valorar. No se trata sólo de no vivir en pobreza, sino de poder ocupar tu lugar en la sociedad sin vergüenza y tener agencia", comenta Marmot.