La Iglesia se lanza a la inversión urbanística en Madrid con la compra por 48 millones de un solar en Valdebebas. El objetivo de esta adquisición es edificar bloques de oficinas en el terreno que le pueda reportar altos beneficios, según informa El País. 

El terreno se encuentra exactamente en la Avenida de las Fuerzas Armadas 322. Cuenta con una superficie de 9.844 metros cuadrados. La Iglesia destinará una cantidad algo superior a los 62 millones de euros para su construcción y se espera que tenga un valor de 170 millones de euros una vez este terminado. 

Para poder acometer la operación, la Iglesia viene deshaciéndose de distintos inmuebles y activos en el último año. En mayo del año pasado acordaba, a través de la Fundación Fusara, la venta de 14 inmuebles en la capital por una cantidad de 74 millones de euros, dejando en el camino a 200 familias que no supieron del cambio de dueño de sus viviendas hasta varios meses después.

Dicha venta, actualmente investigada por el juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, tampoco ha sido la única que el ente eclesiástico ha acometido en los últimos tiempos, ganando liquidez para sus operaciones urbanísticas en la ciudad.

La Iglesia vendió el pasado mes de enero la parroquia de San Jorge y la residencia de ancianos de la Fundación Santísima Virgen y San Celedonio, en la calle Padre Damián de la capital. Actualmente residen allí más de 200 personas, entre ancianos, trabajadores y monjas.

Todos ellos tendrán que abandonar las instalaciones antes del 8 de noviembre de 2021. La operación se cerró con la Universidad de Nebrija como compradora a cambio de unos 37 millones de euros. 

En duda el papel educativo de Fusara

Estos movimientos eclesiásticos en el mercado inmobiliario han tenido su particular centro de operaciones en la Fundación Fusara, un patronato en el que participan el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, tal y como revela su organigrama, en el que figura el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida. 

En su descripción, se describe a Fusara como  una "entidad de carácter social" cuyo principal objetivo es "la formación de los niños y jóvenes, que en el futuro formarán el músculo de nuestra sociedad, con responsabilidad y eficacia".

Fusara utilizaba hasta ahora las rentas de los 14 inmuebles que vendió el pasado mayo para mantener el funcionamiento de sus colegios dos colegios, el Santamarca Internacional y el San Ramón y San Antonio. No obstante, los últimos movimientos de la fundación sembran serias dudas sobre su verdadera misión.