El clásico de todos los años: los hospitales y profesionales de la red pública de la Comunidad de Madrid están colapsados ante la habitual epidemia de la gripe. Camillas en pasillos, pacientes esperando horas, profesionales bajo mínimos y derivaciones a otros hospitales son algunas de las consecuencias que se vive cada temporada en la región. Esta es ya la cuarta semana de saturación y se prevé que la situación todavía se alargue todo el mes de febrero. 

Esta semana, además, se llegó al pico más alto de la epidemia. Ahora hay 271 casos por 100.000 habitantes, según los datos que ofrece el Sistema de Vigilancia de la Gripe en España del Instituto de Salud de la Universidad Carlos III. Madrid es una de las regiones donde hay más casos, junto a Navarra y Melilla. Además, destaca que hay un ascenso de gripe en los grupos menores de 5 a 14 años, mientras que no se observa dicho ascenso en los grupos de 15 a 64 y mayores de 64 años.

A raíz de esto, uno de los servicios más colapsados es el de las Urgencias Pediátricas del Hospital La Paz. "La media de espera de este viernes es de dos horas. No se ha reforzado la enfermería en Urgencias Pediátricas. Llevan dos semanas así, pero lo peor fue durante el fin de semana pasado ya que no tenían ni camas para ingresar a los niños enfermos", explica a Público la portavoz madrileña del Sindicato de Enfermería (Satse), Marta Arribas. 

Según los datos del sindicato, durante el fin de semana llegaron a tener hasta más de doscientos pacientes: el sábado 203 y el domingo 231. Ahora han bajado, la asistencia sigue siendo muy alta: el miércoles atendieron a 157 y el jueves a 149. 

La saturación del Hospital de La Paz tiene graves consecuencias porque es uno de los mayores de la Comunidad de Madrid. "Cuando La Paz se colapsa, el resto de hospitales arrastra el problema", apunta Arribas. Aunque la situación crítica de las Urgencias de este centro no es una cuestión solo de picos puntuales, sí que es nuevo el colapso en Pediatría. 

Además del ascenso de niños enfermos, una de las razones de este colapso es que, según denuncian los sindicatos y trabajadores, en atención primaria se tarda ahora mismo una media de una semana en que den cita. 

Guillén del Barrio Blanco, delegado sindical del Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (MATS), también señala que en su sindicato tienen constancia de que el Hospital Gregorio de Marañón llevan con pacientes en los pasillos toda la semana. Lo mismo ocurre en el Infanta Cristina de Parla.

Además, desde el Clínico de San Carlos denuncian el colapso de la Sala de Agudos, donde ingresan los pacientes más graves. Desde el 21 de enero se han quedado hasta en cinco ocasiones entre 13 y 23 enfermos pendientes de ingreso por la falta de camas.

"En algunos casos la improvisación lleva a adoptar medidas como despejar la sala expulsando a los acompañantes. La falta de camas es lo que provoca la saturación de Urgencias, y que incluso se hayan tenido que suspender cirugías programadas. Hay pacientes que han pasado días en camilla o les hemos tenido que ingresar en la séptima planta, que no está climatizada, y estaban los enfermos temblando de frío. La intimidad de los usuarios tampoco puede garantizarse porque están tan pegados por la falta de espacio que hay veces que no puedes llegar a la camilla del enfermo que vas a atender", explica la trabajadora del Clínico María Ángeles Martín a este medio. 

Semanas de colapso en más hospitales

Estos dos sindicatos llevan semanas denunciando situaciones parecidas en otros hospitales madrileños. Aunque la situación ya está más controlada en el resto de centros, varios han pasado por situaciones muy críticas. 

La delegada de Satse en el Hospital del Sureste (Arganda), Patricia Guardo, denunció a principios de semana que no tenían espacio para atender a más usuarios: el lunes llegaron a los 156 ingresados y había 132 camas. Tras esta crisis la situación mejoró porque se contrataron enfermeras y auxiliares que están reforzando Urgencias y se han liberado camas en las plantas. 

En otros, como en el Hospital Gregorio Marañón, se han llegado a atender más de 600 urgencias por día en las últimas semanas y los pacientes han tenido que esperar más de tres horas para ser atendidos.