El Gobierno de Aragón salva de la especulación un emblemático valle pirenaico
Un millón de esquiadores al año en una zona salvaje del Pirineo
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Sin embargo, esa ubicación era la elegida por los responsables de Aramon, el hólding semipúblico aragonés del esquí, controlado al 50% por el Gobierno autonómico y por el banco zaragozano Ibercaja, para unir las estaciones de esquí de Formigal, Astún y Candanchú con el objetivo de crear el dominio esquiable más extenso de Europa: 220 kilómetros de pistas unidas, a través de la Canal Roya, por remontes y telecabinas de entre 1,4 y 3,8 kilómetros de longitud, una de las cuales nacería en la antigua estación internacional de ferrocarril de Canfranc.
Un millón de esquiadores al año en una zona salvaje del Pirineo
El proyecto, que requería una inversión de 60 millones de euros y fiaba parte de su viabilidad a los desarrollos urbanísticos asociados a la ampliación de las estaciones, tenía, sobre el papel, un plazo de ejecución de una década e iba a conllevar el trasiego por la zona de más de un millón de esquiadores al año.
"Hay una decisión política de no unir las estaciones"
“La unión de las estaciones no se va a ejecutar ni en esta legislatura ni nunca”, explica el director general de Ordenación del Territorio, Joaquín Palacín, que anota que “hay una decisión política de no unir las estaciones”. “No es que hayamos sido críticos con esta iniciativa, es que hemos estado siempre en contra por sus consecuencias ambientales”, señala. Palacín, diputado de Cha por Huesca la pasada legislatura, defendió en las Cortes de Aragón varias propuestas de oposición a este proyecto que fueron rechazadas.
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Un caso paradigmático de desprotección ambiental
El área del Anayet constituye un ejemplo paradigmático de desprotección ambiental. El Icona lo incluyó en 1974 en su Inventario Abierto de Espacios Naturales, y el Gobierno autonómico lo catalogó en 1989 como reserva natural y como parque natural dos años después. Una campaña de las entidades ecologistas y grupos de montañeros, que incluyó una histórica acampada de protesta en 1999, logró mover los resortes de la comunidad, que en 2006 inició los trámites del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN).
Sin reserva natural fluvial
El actual Gobierno central también ha hecho lo posible por que la Canal Roya y la Canal de Izas carezcan de protección, a pesar de que publicaciones del Ministerio de Medio Ambiente ensalzan el “paisaje hermoso y salvaje” del Anayet y la riqueza de su biodiversidad.
Ambos ríos figuraban entre los candidatos a ser declarados reservas naturales fluviales –valles con “escasa o nula intervención humana” cuya explotación iba a quedar restringida- cuando España comenzó a adaptar sus planes hidrológicos a la Directiva Marco del Agua en 2008. Y ambos se encontraban entre los 320 cauces, que suman más de 1.500 kilómetros de longitud, que se habían caído de la lista que la ministra Isabel García Tejerina aprobó en octubre.