"Gallinas con larvas y huevos con ácaros", la ONG Equalia denuncia a una granja de gallinas ponedoras en Madrid
Las aves viven hacinadas en jaulas, en espacios oscuros y junto a cadáveres en descomposición. La organización animalista ha interpuesto una denuncia por "posibles delitos e irregularidades administrativas".
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madrid,
Suciedad, hacinamiento, gallinas desplumadas, algunas agonizando, y espacios diminutos compartidos junto a cadáveres, estas son algunas de las condiciones en las que viven miles de gallinas enjauladas en una granja de huevos de la Comunidad de Madrid. Una situación que ha llevado a la ONG en defensa de los animales Equalia a denunciar al proveedor de la mayor cadena de supermercados independientes del mundo, Spar.
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La organización animalista, que ha compartido este jueves las imágenes de la investigación, ha interpuesto una denuncia contra la granja por "posibles delitos e irregularidades administrativas". "La falta de higiene es más que evidente: gallinas con larvas, huevos con ácaros y en el exterior se aprecia una fosa repleta de residuos de todo tipo. Este sistema de producción es cruel para las aves", denuncia la ONG.
La cadena de supermercados tiene una política de huevos libres de jaulas en países como Reino Unido, Dinamarca, Austria, Eslovenia y Croacia. Sin embargo, en España "se ha negado a aceptar públicamente el compromiso de vender solo huevos de gallinas libres", explica Equalia, por lo que la organización decidió actuar y realizar una investigación que mostrase las deplorables condiciones en las que viven las aves. Asimismo, la ONG está llevando a cabo una recogida de firmas para frenar esta explotación en la cadena de alimentos, que cuenta con más de mil tiendas en toda España.
Suiza, Luxemburgo y Austria prohíben las jaulas
En España, el 77% de las gallinas ponedoras están alojadas en jaulas, según el último censo oficial del sector, lo que supone más de 35 millones de aves encerradas sin ver la luz del sol. La tendencia es a la reconversión hacia sistemas alternativos, aunque las cifras de gallinas criadas en libertad están aún alejadas de la media europea -en torno al 50%- o de países como Suiza, Luxemburgo y Austria, donde las jaulas están prohibidas.
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"La industria alimentaria está evolucionando hacia una producción con mayores estándares de bienestar animal", un factor clave que -según explica María Villaluega, portavoz de Equalia- "los consumidores demandan cada vez más", a pesar de que aún existan empresas de distribución reticentes a dar el paso.
Según la Convención Europea para la protección de los animales destinados a consumo, "la libertad de movimiento de un animal (...) no debe restringirse de forma que cause sufrimiento innecesario", y establece que "cuando un animal está continua o regularmente confinado, se le debe proporcionar el espacio apropiado para sus necesidades psicológicas y etológicas". Una teoría que con el actual sistema intensivo de producción se hace muy difícil llevar a la práctica.