Flyboard, el deporte que te hará sentir como si volaras sobre el agua

El nuevo deporte de moda en España trae consigo un gran subidón de adrenalina. El Flyboard es un deporte náutico para el que se suelen requerir dos personas: un monitor subido a una moto acuática y la persona que disfrute surcando los cielos. 

¿Cómo funciona? La respuesta es sencilla. La tabla, en cuya superficie se fijan las botas del deportista, está unida al vehículo mediante una manguera. A través de la manga, el agua sube a presión por el tubo, de unos veinte metros, impulsada por una turbina. Las botas expulsan chorros de agua que impactan en el agua con la suficiente fuerza como para empujar la tabla hacia arriba.

La conducción se puede llevar a cabo con mayor o menor libertad según el grado de experiencia y edad del deportista. Así, la persona que disfrute del Flyboard puede desde alzarse a 15 metros de altura sobre el mar hasta hundirse dos metros y medio por debajo de la superficie.

Requisitos para volar en Flyboard

Para poder disfrutar de la actividad veraniega hay varias condiciones que se deben tener en cuenta. En primer lugar, hay que ser mayor de edad o, en su defecto y para aquellos adolescentes que tengan 16 o 17 años, el permiso escrito de sus padres o tutores legales.

Si bien es verdad que la práctica no requiere entrenamiento o fuerza física, también lo es que los que gocen de un mejor equilibrio podrán atreverse a ir más allá del clásico desplazamiento sobre el agua. Según las empresas que comercializan los servicio de Flyboard, lo mejor para lograr una experiencia óptima es tener confianza en uno mismo.

Por su parte, el Flyboard no es recomendable para las personas que hayan sufrido dislocación de hombros o rodillas o que tengan dolores graves de espalda y cuello. Tampoco podrán probarlo aquellos que, por prescripción médica, no puedan sumergirse en el agua. Las embarazadas cierran la lista de personas que tienen vetada la experiencia.