Esta madrugada se cumplen diez años de la tragedia del Madrid Arena, una avalancha en la noche de Halloween que acabó con la vida de cinco jóvenes. Por aquel entonces, las administraciones y los locales de ocio aumentaron los controles y se mostraron más cautelosos con los aforos. Ahora, una década después y con una pandemia de por medio, la falta de seguridad en este tipo de eventos vuelve a ser noticia. Este fin de semana más de 150 personas fallecían en Seúl, capital de Corea del Sur, al quedarse atrapadas en un callejón durante un multitudinario festejo por Halloween. También en Sevilla 13 menores tenían que ser atendidos por crisis de ansiedad o desvanecimientos. La noche de este lunes, fecha álgida en la conmemoración de la festividad de los muertos, las miradas están puestas en los eventos y discotecas.

La asociación de consumidores Facua, en vista de lo ocurrido, ha exigido a los ayuntamientos y a las comunidades una mayor vigilancia de cara a las fiestas de Halloween de esta noche. La organización insiste en "controlar que los locales no hayan vendido entradas por encima de sus aforos". Además, hace hincapié en la importancia de "cumplir con los protocolos y medidas de seguridad", tales como disponer de salidas de emergencia suficientes, extintores y aseos en buenas condiciones. Las fuentes policiales consultadas por Público aseguran tener "muy presentes" estas cuestiones de cara al despliegue previsto para esta noche.

Ante un posible riesgo o incumplimiento de las medidas en una de estas fiestas, Facua recomienda a los asistentes ponerse en contacto con la Policía Municipal, que es quien tiene las competencias correspondientes. Además, recuerda que los usuarios pueden "exigir la devolución de la totalidad o una parte del precio" de sus entradas, así como presentar reclamaciones si sufren incidencias como "exceso de aforo o incumplimiento de servicios". Es especialmente importante conservar las entradas y los carteles publicitarios de los eventos.

La Policía se muestra "tranquilizadora" y rechaza el riesgo de tragedias como la avalancha vivida en Seúl, ya que "no se esperan desfiles ni macrofiestas" de esas características. Con todo, los agentes han reforzado sus equipos para asegurar una "máxima vigilancia y poder responder rápidamente ante cualquier imprevisto". En Madrid capital, 270 policías locales integran el dispositivo que patrullará desde esta tarde la ciudad.

Por su parte, parece que los jóvenes afrontan esta noche de Halloween "con prudencia", tal y como apunta Paula, de 24 años. "Como la de cualquier otro viernes o sábado", añade Karla, estudiante de máster en Madrid. Ambas coinciden en que la diversificación de la oferta nocturna es "una opción" para buscar sitios menos concurridos, al mismo tiempo que se abre una ventana de huida ante los "desorbitados precios" que pueden llegar a pedir las discotecas más populares por una entrada. Sara, también estudiante, reconoce que su generación se enfrenta a "una subida incansable" de las tarifas de discotecas y garitos, problema que se acentúa en una noche como la de hoy por "la cantidad de gente que está dispuesta a pagar auténticas barbaridades". Por eso, alternativas de ocio como los eventos organizados por centros sociales, culturales o bares menos transitados cogen cada vez más fuerza entre la juventud.