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La factura de la crisis climática se dispara

La suma global de las pérdidas económicas registradas en la última década es un 702% superior a los costes registrados en la década de los setenta del siglo XX, datos de la Organización Mundial de Meteorología. 

Un hombre monta en bicicleta en mitad de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales de mayo en Emilia-Romagna, en Italia.
Un hombre monta en bicicleta en mitad de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales de mayo en Emilia-Romagna, en Italia. Claudia Greco / REUTERS

La factura de la crisis climática se ha disparado. Entre 1970 y 2021 el coste económico generado por catástrofes ambientales vinculadas al calentamiento del planeta ha alcanzado la cifra de 4,3 billones de dólares, concentrándose las cifras más altas en las últimas décadas, datos del último reporte de la Organización Mundial de Meteorología (OMM)

Si se comparan los daños económicos generados en la década de los años 70 por fenómenos meteorológicos extremos con los costes registrados en la última década (2010-2019), se observa que la factura global se ha disparado un 702%, lo cual revela hasta que punto se han intensificado en número y severidad los eventos climáticos más peligrosos a nivel global.

Los datos revelan que el 38,14% de las pérdidas generadas por sequías, inundaciones, olas de calor o episodios de lluvias torrenciales se registró en la última década. Entre los años 2000 y 2009 se concentró el 25,79% de los daños económicos y el 23,42% en la década de los noventa del siglo pasado. El 7,90% de la factura global se relaciona con las catástrofes de la década de los ochenta y el 4,75% con los costes causados en los años setenta del siglo pasado. 

Aunque el 60% de las pérdidas generadas se concentra en países desarrollados. Sin embargo, ningún fenómeno extremo consiguió provocar daños que representaran más del 3,5% del PIB de las respectivas economías y la mayoría de las catástrofes en dichos países tuvieron repercusiones que no abarcaban el 0,1%.

Frente a ello, en los países en desarrollo las sequías, inundaciones o monzones generaron una merma equivalente al 5% del PIB en el 7% de los casos. Además, se han dado varios episodios en países del Sur Global donde la factura climática ha superado el 30% del PIB de los países afectados. Es el caso de los pequeños estados insulares, los más expuestos a la crisis climática, donde según la OMM se han llegado a producir desastres naturales devastadores para el 100% de la economía local. 

La prevención funciona: las muertes no paran de reducirse

Mientras el balance de daños se dispara, los países han conseguido diseñar sistemas de alerta temprana efectivos para disminuir la mortalidad asociada al calentamiento acelerado del planeta. Así, el número de muertes vinculadas a tormentas, incendios, inundaciones y otras hecatombes naturales ha disminuido un 60% entre la última década y la década de los años setenta del siglo XX.

Las sequías, que como consecuencia de la crisis climática son cada vez más habituales y severas, son una de los principales factores de mortalidad. En África, representan el 95% de las 733.585 muertes registradas por la OMM entre 1970 y 2021. En Europa, sin embargo, son las olas de calor las que más daños en la salud provocan. Las altas temperaturas provocaron 15.090 muertes en España en 2023, en uno de los episodios de calor extremo más letales del país y del viejo continente.

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