#EsMachismoCuando en el Congreso la autoridad se gana antes si llevas corbata
'Público' conversa con 13 parlamentarias que denuncian las actitudes discriminatorias de sus compañeros diputados
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madrid, Actualizado:
En este reportaje aparecen los segundos apellidos de las diputadas para visibilizar a sus madres y no sólo a sus padres, como sucede habitualmente
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En el Congreso de los Diputados hay 138 diputadas que representan casi el 40% de la cámara. Ese porcentaje —que supera la presencia femenina en los parlamentos de Francia, Reino Unido, Alemania y Suiza— no se traduce, sin embargo, en los cargos internos porque sólo 9 de las 25 presidencias de comisiones están en manos de mujeres. ¿Hay machismo en el Congreso?, ¿hay machismo en los partidos? Y lo más importante: ¿hay diputados machistas? Público se lo ha preguntado a parlamentarias de todos los grupos representados en la Cámara Baja y la mayoría de sus testimonios demuestran que la desigualdad también reina impunemente en la institución más pública de todas.
Ocho diputadas alzan su voz contra los comentarios paternalistas, el ninguneo, los halagos fuera de lugar y el trato discriminatorio que sufren a diario por parte de sus compañeros en el Pleno, en las comisiones, en los pasillos y hasta en los ascensores. Y sólo por el hecho de ser mujeres. Porque el Congreso es un espacio patriarcal —reflejo de la sociedad en la que vivimos— en el que las mujeres tienen que demostrar constantemente que merecen pertenecer a él. Para visibilizarlo, ocho parlamentarias sacan a la luz sus experiencias con el objetivo de denunciar ese machismo enraizado y, a su vez, hacer tambalear los privilegios de quienes lo practican. Público ha hablado con 13 diputadas y ocho de ellas han participado en el vídeo. PP, PNV y Coalición Canaria han prestado su voz para este reportaje, pero han declinado la invitación audiovisual.
Adriana Lastra Fernández (PSOE): "Un compañero me dijo 'vístete de mujer, que siempre vas en vaqueros'"
"Hay una línea muy fina entre un compañero que te está dando un consejo y otro que, en el fondo, te está diciendo 'ven, anda, que te voy a contar, que tú no sabes'. Hasta hace poco, la política era un espacio exclusivo de hombres por lo que existe un halo paternalista que todas las mujeres hemos sufrido desde cierta prepotencia patriarcal y, en muchas ocasiones, desde la más absoluta ignorancia". Adriana Lastra Fernández (Ribadesella, 1979) denuncia que, al fin y al cabo, detrás de esos comentarios se esconden claros intentos de tutelaje: "¿Me vas a contar qué es el Congreso y qué es el PSOE a mí, que soy la portavoz adjunta de mi grupo en el Parlamento y la vicepresidenta de mi partido?", se pregunta. Además del llamado mansplaining, la diputada socialista recuerda cómo fue el blanco de todas las interrupciones en un debate de televisión en el que era la única mujer y echa la vista atrás para rescatar más comentarios machistas: "Hace 20 años, un compañero me dijo 'vístete de mujer, que siempre vas en vaqueros'. Ahora a nadie se le ocurriría decirme una cosa parecida".
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Sofía Castañón (Unidos Podemos): "Los diputados no me ven como una diputada"
"Los diputados no te tratan de igual a igual porque, sencillamente, no te ven como una diputada". Lo dice Sofía Castañón ( Gijón, 1983), que ejemplifica esta discriminación en "el paternalismo, la displicencia y la pretendida amabilidad" de algunos parlamentarios cuando tratan con diputadas de su grupo. Por un lado, se sorprenden de su capacidad parlamentaria —"cuando te has preparado bien unas enmiendas, te miran como si fueras una especie de Pokemon"— y, por otro, dudan de su relevancia en el partido: Castañón recuerda cómo la portavoz del grupo popular le preguntó si se había visto obligada a abstenerse en la votación del Pacto de Estado contra la violencia machista por una estrategia de Iglesias y Garzón, "es decir —remarca—, dando por hecho que nos habíamos plegado ante una estrategia de señores". Al final, es la pescadilla que se muerde la cola: "Esta cámara es profundamente patriarcal y hace que el patriarcado perviva en la sociedad porque desde el patriarcado se piensan las políticas y patriarcales son", denuncia la portavoz de Igualdad de Unidos Podemos en el Congreso.
Marian Beitialarrangoitia Lizarralde (EH Bildu): "En Twitter sólo me atacan aludiendo a mi apariencia física"
Cuenta Marian Beitialarrangoitia Lizarralde (Legazpia, 1968) que no tiene mucha relación con el resto de diputados del Parlamento: "No se acercan a mí y creo que los gestos que hacen entre ellos cuando hablo están más motivados por mis posicionamientos políticos que por mi condición de mujer", reconoce. Donde sí nota el machismo es en Twitter: "Para hacer frente a mis ideas políticas, me atacan por mi condición de mujer y aluden a mi apariencia física; el origen es la desavenencia ideológica pero la apreciación no es igual en el caso de un hombre que en el de una mujer", relata la diputada de EH Bildu. "Llevas el mismo peinado que Puigdemont" o "vaya modelito, así no se puede preguntar en la tribuna" son algunas de las lindezas que ha tenido que leer Beitialarrangoitia, que atribuye esta superioridad a que "los machistas han decidido cómo tienen que ser las mujeres y a qué se pueden dedicar". Ante esa desigualdad que lo impregna todo, dice, ella lo tiene claro: "No tengo mejor manera para luchar contra el machismo que ser yo misma".
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Marta Sorlí Fresquet (Compromís): "Los diputados nos conciben como intrusas"
Marta Sorlí Fresquet (Castelló, 1986) es tajante: "El Congreso es el sitio más machista que conozco, nunca me he sentido más discriminada que aquí dentro". La diputada de Compromís tiene grabadas a fuego un sinfín de vivencias machistas, que relata sin pudor a pesar de que muchas salpican a su propio grupo. "Hace dos años, hice un tuit quejándome de que Compromís sólo había puesto hombres en el equipo negociador en la legislatura corta después de presentar una queja interna. Sentó mal a la directiva del partido y un compañero me dijo: 'alguien debería llevarte las redes sociales porque ya no eres la niña de Castellón que puede decir lo que quiera'".
Mujer y joven. Machismo e infantilización. Esa es la doble discriminación que sufre la portavoz de Igualdad de Compromís y que comparte con otras diputadas del Congreso. De hecho, en una reunión del Grupo Mixto, en el momento de repartir comisiones, un asesor de otro partido dijo "la Comisión de Infancia que se la quede Marta, que son sus cosas". El Congreso es una institución tradicionalmente ocupada por hombres, y por eso, apunta Sorlí, los diputados conciben a las mujeres como "intrusas". "Lo peor de todo es que yo misma me siento a veces como una impostora y me sorprendo pidiéndome más exigencia". El trabajo diario no lo pone fácil. En la negociación de las enmiendas de una PNL con otro grupo, Sorlí recuerda que se cerró en banda con una de ellas y no la aceptó. "Cuál fue mi sorpresa cuando, al cabo de pocas horas, me llama Joan Baldoví [portavoz de Compromís] para decirme que esa persona con la que había estado negociando le había llamado para saber si esa postura era de todo el grupo o una ocurrencia mía".
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Lourdes Ciuró Buldó (PDeCAT): "Tienes que demostrar constantemente que mereces estar donde estás"
"Cuando mi partido me comunicó que tenía posibilidades de salir elegida diputada, me preguntaron '¿y tus hijos?, ¿lo tienes arreglado?'. En esa ocasión, Lourdes Ciuró Buldó (Reus, 1971) respondió tajante —"pues exactamente igual que tú, los niños tienen un padre y una madre"— pero reconoce que, a veces, se enfrenta a "gestos lo suficientemente sutiles" como para, desgraciadamente, dejarlos pasar. "Por miedo a que te llamen 'histérica' o te suelten el típico 'tranquilízate' o '¿tienes la regla, ¿no?'". Ciuró identifica en ella una cierta "autopresión" derivada de la estructura patriarcal. "Tienes que demostrar que mereces estar donde estás. Por ejemplo, si tienes una tutoría en el colegio de tu hijo, acabas no yendo por miedo al qué dirán", reconoce. En este sentido, la diputada del PDeCAT —que considera que el hecho de que sea una mujer quien dirija la Cámara es indiferente— denuncia que no se respeta la corresponsabilidad. "Si queremos acabar a una hora decente, hay que ser firme con el tiempo de las intervenciones porque no respetarlos conlleva demoras. Y poner reuniones o ruedas de prensa antes de las 8 de la tarde no cuesta dinero, es una cuestión de voluntad".
Teresa Jordà Roura (ERC): "Un diputado me dijo que si me meten en la cárcel, nunca me faltará un vis a vis"
"Antes del 1 de octubre, coincidí con un diputado del PP en el ascensor que me dijo 'si te meten entre rejas, tranquila, que no te va a faltar de nada, ni el vis a vis cada semana'. Yo le dije '¡serás cabrón!", pero no me indigné como tendría que haberlo hecho porque me quedé en shock. Si me pasa hoy, lo denuncio". Así habla Teresa Jordà Roura (Ripoll, 1972), que aunque asegura que nunca se ha sentido ninguneada en una discusión política, reconoce que las mujeres tienen que "currárselo más". "En la ponencia de la ley de contratos, defendí una enmienda y luego otro diputado acabó diciendo exactamente lo mismo que yo. Esto pasa muy a menudo, ellos establecen complicidades y consensos porque son hombres y tienen otro argot", comenta. La diputada de ERC también señala que la vehemencia en la tribuna sólo está permitida a los varones: "Cuando haces una intervención subida de tono o interpelas directamente a un diputado, ellos desde sus escaños te hacen señales de 'calma, mujer, relájate', pero cuando eso mismo lo hace un hombre, se levantan y sacan pecho con más agresividad". A pesar de todo, Jordà percibe un cambio a mejor: "Ana Pastor es muy diligente con estos temas y es feminista; dirige muy bien la cámara y no tolera los comentarios machistas".
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Patricia Reyes Rivera (Cs): "En una protesta, a mis compañeros les gritaron ladrones y a nosotras, putas"
Patricia Reyes Rivera (Madrid, 1973) considera que el Congreso es menos machista que otros espacios: "Hay machismo en todos lados pero aquí se va con más cuidado y estamos más concienciados", explica la responsable del área de Mujer y LGTBI de Ciudadanos, que se ha sentido mucho más discriminada, dice, cuando ha trabajado como abogada o como funcionaria de Justicia. "En el Congreso creo que no he tenido ningún problema, pero sí fuera. Por ejemplo, cuando salimos de la Cámara el día de la votación de la investidura de Mariano Rajoy, los manifestantes que participaban en la protesta Rodea el Congreso, gritaban 'ladrones' a mis compañeros y a nosotras nos insultaron llamándonos 'putas'. Ese día nadie se solidarizó con nosotras", recuerda la también secretaria cuarta de la Mesa del Senado, que también denuncia que la crítica a las mujeres parlamentarias "siempre se centra en el aspecto físico".
Ángela Rodríguez Martínez: "Un diputado me dijo 'como eres un poco lesbiana, entiendo tu actitud en la política'"
En la gala de premios que otorgan los periodistas parlamentarios, Ángela Rodríguez tuvo que escuchar a un diputado del PP que le dijo "te vestiste de mujer y no te reconocía". Otro parlamentario, hace tiempo, le espetó un "te has puesto americana para parecer más mayor y hacer de diputada". Y más recientemente, en una conversación sobre el Orgullo, un diputado del PP le soltó: "Ahora que sé que eres un poco lesbiana entiendo más tu actitud en la política". Estas tres frases ejemplifican a la perfección la triple discriminación (por ser mujer, joven y bisexual) que sufre a diario Ángela Rodríguez Martínez (Pontevedra, 1989). "La mayor agresión es dudar de mi autoridad como diputada porque parece que eres más diputado si eres señor y mayor", sentencia esta parlamentaria de En Marea, que denuncia además que el trabajo de las mujeres "no se valora como el de los hombres".
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Irene Montero Gil (Unidos Podemos): "Muchos diputados son cuidadosos únicamente para evitar la sanción social"
La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero (Madrid, 1988), fue la diana de uno de los comentarios más machistas que se recuerdan en el Congreso. El autor fue su homólogo en el Partido Popular, Rafael Hernando. "Me utilizó como objeto arrojadizo para desprestigiar a Pablo Iglesias y sólo se dio cuenta de lo que implicaba su comentario cuando vio la reacción de los demás diputados", recuerda. Sucedió en el debate de la moción de censura a Mariano Rajoy, cuando varios diputados se sorprendieron al escuchar la intervención de la parlamentaria: "No sabía que fueras capaz de hacer esto", le dijeron evidenciando la incredulidad acerca de su profesionalidad. Montero considera que en el Parlamento queda mucho trabajo por hacer pero empieza a observar "más vigilancia" y cuidado colectivo: "Los diputados saben que no está bien decir esas cosas y, aunque no se lo crean, aunque no estén convencidos, vigilan e intentan ser cuidadosos, aunque sólo sea por el miedo a la sanción social". Aun así, el trabajo, según cuenta, debe empezar en el mismo grupo. En este sentido, en Unidos Podemos intentan no contar con las mujeres sólo para hablar de mujeres: "A veces se aborda el feminismo como un punto y a parte, como si solamente las mujeres pudiésemos hablar de ello. En un debate sobre Aeronáutica, invitan a una mujer para la mesa de Mujeres y la aeronáutica y eso tiene que cambiar". ¿Influye que la presidenta del Congreso sea una mujer? Montero considera que Ana Pastor respeta mucho la institución y sus normas, aunque esas normas sean extremadamente machistas. "Le pesa ser del PP. Todas las mujeres, por el hecho de serlo, nos vemos sometidas machismo y el machismo no te pregunta qué ideología tienes para caerte encima. En definitiva, no vale con ser mujer para ser feminista", sentencia.
Lucía Martín González (ECP): "Un diputado me dijo 'no puedes estar tan enfadada, así no llegaremos a nada'"
Lucía Martín González (Lugo, 1979) recibió su primer varapalo machista en el Congreso después de su primera intervención en el Pleno, durante una pregunta oral al Gobierno, que no acudía al hemiciclo porque en ese momento estaba en funciones. 'Incluso estando en funciones, ya vemos para quién gobiernan', dije. Pues al día siguiente, coincidí en uno de los ascensores del Congreso con un diputado del PP con el que también coincidía en una comisión y, dándome un golpecito en la espalda, me dijo: "Lucía, no puedes estar tan enfadada... es que así no vamos a llegar a nada". "Si yo te parezco enfadada, fliparías con la gente de ahí fuera que es víctima de vuestras medidas", le respondí. Me pregunto si me hubiera hecho ese comentario si yo midiera dos metros, tuviera barba y llevara traje y corbata". La portavoz de En Comú Podem en el Congreso también denuncia que "los hombres ocupan la mayoría de cargos de representación y puestos organizativos mientras ellas, como técnicas, asumen todo el trabajo real".
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Idoia Sagastizabal Unzetabarrenetxea (PNV): "El machismo se combate desde el lenguaje"
Idoia Sagastizabal Unzetabarrenetxea (Eibar, 1972) lleva un año en el Congreso y asegura que nunca se ha sentido discriminada. Ni dentro de su grupo (donde es la única mujer) ni fuera de él. Sólo ha advertido algunas situaciones que tacha de "paternalistas", pero no de machistas: "Desde abrirte una puerta para dejarte pasar primero a ayudarte a ponerte una bufanda", ejemplifica. A pesar de que ella no haya sufrido ningún ataque machista, asume que existe desigualdad y opina que hay combatirla "desde los valores" y no desde el lenguaje (en referencia a las famosas portavozas de Irene Montero) porque, afirma, "el lenguaje no nos hace más libres ni iguales".
Ana Oramas González-Moro (CC): "Hasta esta legislatura no había visto actitudes machistas en el Congreso"
Ana Oramas González-Moro (Santa Cruz de Tenerife, 1959) asegura que hasta esta legislatura, no había visto actitudes machistas en el Congreso. "En otras, casi todas las portavoces éramos mujeres y quizás eso impedía este tipo de actitudes", reflexiona. La portavoz de Coalición Canaria en el Grupo Mixto recuerda "el tono displicente" que utilizó Pablo Iglesias para dirigirse a ella en el debate de la moción de censura a Mariano Rajoy: "Fue el tono, la broma, la superioridad masculina hormonal, la mirada...". Oramas acusó entonces de machista al secretario general de Podemos y sufrió, según cuenta, 48 horas de insultos en las redes sociales. "Cuando se discrepa políticamente del grupo de Unidos Podemos se sufre un ataque masivo en redes, con insultos y descalificativos de índole sexual", denuncia.
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Alicia Sánchez-Camacho Pérez (PP): "El Congreso no es machista, es un espacio paritario y plural"
"El Congreso no es una institución machista, al contrario, es un espacio paritario y plural". Quien habla es la secretaria primera de la Cámara Baja, Alicia Sánchez-Camacho Pérez (Barcelona, 1967), que sí concede que las críticas a las mujeres —a diferencia de las dirigidas a hombres— se refieren siempre al físico y al vestuario. La parlamentaria del PP también alude al doble rasero para valorar la profesionalidad de un diputado o diputada: "Al principio de tu carrera, cuando eres joven y no eres conocida, se duda más de la capacidad que puede tener una mujer que un hombre, tienes que demostrar doblemente que eres válida", explica. ¿Por eso es machismo, no? "Bueno, yo soy positiva porque ha habido una mejora importante en este sentido y me parece una crítica injusta llamar machista a la Cámara Baja", responde.