Entrevista de trabajo Éstas son las preguntas a las que no deberías contestar en una entrevista de trabajo
Abogados laboralistas fijan las líneas rojas que no deben sobrepasarse: las cuestiones personales abundan, pese a que es ilegal interesarse por la ideología, el estado civil o los hijos. A veces, detrás del cuestionario también asoma el acoso sexual
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madrid, Actualizado:
Algunas de las cuestiones relacionadas con el ámbito laboral que afectan (y mucho) a la clase trabajadora son el acoso laboral y sexual, los despidos improcedentes, el terrorismo patronal, la inseguridad salarial… Pero hay un aspecto ciertamente invisibilizado y, aún así, crucial a la hora de conseguir un empleo: las entrevistas de trabajo y los abusos que se cometen en ellas.
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Público ha consultado a un abogado laboralista, Jorge Danés Rubio, que advierte
"pueden ser ilegales todas aquellas preguntas que puedan suponer una discriminación o una vulneración de un derecho fundamental". Es decir, las relativas a la orientación sexual, el estado civil, el pensamiento político o sindical, la edad (si no se indica en el currículum), si se es madre/padre, si se quiere tener hijos (estas últimas casi siempre dirigidas a mujeres) o preguntar por enfermedades no vinculadas con el puesto de trabajo.
Javi (24) cuenta a este diario que hace unas semanas tuvo una entrevista con una empresa que se dedica a la cerámica y el vidrio en la que le preguntaron su opinión sobre el artículo 155. "Mi respuesta fue todo lo políticamente correcta que pude - contesta a ser preguntado por su reacción- me pilló totalmente a contrapié. Intenté ponerlo en contexto como pude sin hablar nada de política. Yo creo que si hubiera tenido más experiencia por ser más mayor, o no hubiera querido por pura necesidad el trabajo no hubiera contestado, porque como me dijo mucha gente es 'para levantarse e irse'".
¿Qué debemos contestar si realmente se desea conseguir el puesto de trabajo pero no se quiere proporcionar esos datos?
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Aunque plantear estas cuestiones es ilegal, se siguen realizando -como vemos- de manera habitual. Lo cual nos lleva a otro problema: qué contestar si realmente se desea conseguir el puesto de trabajo pero no se quiere proporcionar esos datos, como es el caso de la entrevista anterior. El abogado aconseja que "lo mejor sería responder de forma neutral, intentando dar un rodeo a la pregunta y no contestarla si no se quiere, intentando cambiar de tema. Lamentablemente -continúa- aunque sean ilegales, este tipo de preguntas son frecuentes, y no contestarlas o decir que se tiene derecho a no contestarla suele suponer la salida inmediata del proceso de selección".
Si, como afirma Danés, no se puede preguntar por la edad, el género o la nacionalidad... ¿cómo es posible que sea información que se incluya en los currículums de manera extendida y no haya ningún problema? El abogado responde. "En España no existe un modelo oficial de CV -explica- pero a nivel europeo sí, el modelo Europass, en el que no se indica ni la edad, ni la fecha de nacimiento, ni siquiera una foto que pueda dar algún tipo de información que lleve a la parcialidad del proceso. Pero este modelo no es obligatorio utilizarlo aunque sí recomendable".
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Denunciar no es tan sencillo
Aunque es muy probable que hayamos vivido en primera persona (o, al menos, nos las hayan contado) historias como la que acabamos de leer, no es tan sencillo denunciarlas. "El principal problema es demostrar que estas preguntas ilegales se han hecho durante la entrevista. La mejor manera es grabar la propia entrevista, y de esta forma ver exactamente qué se preguntó. Esta grabación no puede hacerse pública y difundirse, solo puede utilizarse para denunciar legalmente este tipo de preguntas", detalla el abogado laboralista. "Una vez que se tiene esta grabación puede presentarse una denuncia ante la Inspección de Trabajo, aportando la grabación. La Inspección investigará y puede sancionar con fuertes multas, la empresa será sancionada por llevar a cabo estas preguntas y política de contratación".
"El hombre que me estaba preguntando estuvo toda la entrevista haciéndome preguntas personales e intimidatorias, solo quería salir de allí"
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La historia de Carmen (31) destila machismo a raudales. "El hombre que me estaba preguntando estuvo toda la entrevista haciéndome preguntas personales y bastante intimidatorias, llegado un punto me bloqueé y me quedé en blanco, solo quería irme de allí y se lo dije. Al cabo de unos días me comunicaron que me habían seleccionado. Yo lo rechacé, y él estuvo llamándome (al número que yo facilité en mi currículum con fin íntegramente profesional) durante semanas para convencerme de que aceptara el puesto o que, al menos, para que fuera a cenar con él. Tendría unos 25 años más que yo".
La idea de denunciar no suele ser la primera opción de quien vive este tipo de situaciones, especialmente por los problemas que le pueda provocar el hecho de hacerlo. Sin embargo, Danés expone que "si al trabajador o trabajadora se le contrata, no puede sufrir ninguna represalia por haber denunciado estas preguntas, ya que tiene una protección constitucional en esta situación. En caso de que haya estas represalias (sanciones, despido…), podrá demandarse para que se anulen. Pero la cuestión se complica si no es es contratado/a, entonces es difícil conseguir un resarcimiento", puntualiza el abogado.
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Los contratos 'que mienten'
Otra práctica ilegal habitualmente extendida es la de insinuar ya desde la primera o segunda entrevista que para acceder al puesto de trabajo se deben realizar más horas de las previstas en el contrato. A veces se deja caer de forma sutil y otras se aborda tras las preguntas de cortesía iniciales. ¿Qué puede hacer, en este caso, la persona entrevistada?
"Como es obvio, legalmente no se puede pedir a un trabajador que realice más horas de las que figuran en el contrato de trabajo, y siempre respetando la jornada máxima establecida en el Convenio Colectivo de aplicación o en su defecto en el Estatuto de los Trabajadores, 40 horas semanales. Excepcionalmente se pueden realizar horas complementarias para un contrato a tiempo parcial, o extraordinarias en un contrato a tiempo completo. Pero estas horas son voluntarias y deben de ser aceptadas por ambas partes", expone Danés.
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A Héctor (26) le dijeron en una entrevista con una gran empresa de mobiliario de cocina que, aunque en su contrato estipulase que debía hacer 40 horas, era 'obligatorio' que realizase más. "Trabajaba 52 horas a la semana. Todo el mundo en mi oficina salía siempre dos horas más tarde de lo que le correspondía y, además, trabajábamos forzosamente un fin de semana al mes. Si te ibas a tu hora, el 'perro guardián' de la empresa te daba un aviso. Solo aguanté un mes allí".
"A pesar de lo que dice la ley, es muy habitual que las empresas requieran trabajar más horas, no paguen horas extra..."
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"Lamentablemente, a pesar de lo que dice la ley, es muy habitual que las empresas requieran trabajar más horas, no paguen horas extra, den de alta en Seguridad Social a un/a trabajador/a por menos horas de las que en realidad realiza… Todas estas situaciones son irregulares y la persona puede negarse y denunciarlas cuando se den, una vez contratada. Aunque en la entrevista se pueda aceptar esta situación ilegal, después no tiene por qué tolerar prácticas que van en contra de la ley", concluye el abogado.
El trabajo es la actividad que nos permite tener unas mínimas condiciones de vida, de subsistencia - incluso - puesto que se trata de nuestra principal fuente de ingresos y a lo que dedicamos la mayor parte de tiempo en nuestro día a día. Por ello, la ausencia de éste provoca desesperación y angustia, en un país cuyos niveles de paro siguen siendo astronómicos y muy sesgados, afectando especialmente a mayores de 45, mujeres y colectivos migrantes. Si a esto le sumamos que en las entrevistas de trabajo se siguen realizando preguntas ilegales sin ningún tipo de sanción, es un claro ejemplo más de cómo los derechos de trabajadores y trabajadoras se siguen vulnerando con total impunidad incluso antes de la contratación.