La poca disponibilidad de energías renovables cuestiona el avance del hidrógeno verde en Catalunya
Una investigación del Observatorio de la Deuda en la Globalización muestra que los proyectos previstos, como el del Camp de Tarragona, replican el modelo económico de la zona.
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barcelona,
En el marco de la transición energética, necesaria y casi obligatoria para las administraciones públicas y las empresas que han adquirido unos compromisos de reducción de las emisiones de CO2 frente a la emergencia climática, los diferentes agentes están apostando por un proceso basado en el electrificación de los sectores productivos a través de las energías renovables, como la fotovoltaica y la eólica, y combustibles como el amoníaco y el hidrógeno, el elemento químico más abundante en el universo.
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La implantación a gran escala de energías renovables también trae consigo algunas externalidades negativas
Aunque en este último caso –especialmente con el hidrógeno verde, el generado por la electricidad procedente de las renovables a través de la electrólisis del agua– se han depositado muchas esperanzas, se han detectado algunas externalidades negativas sobre su uso. Así, una reciente investigación del Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG), en colaboración con Ecologistas en Acción, ha evidenciado que el consumo masivo de agua y las energías renovables, así como la reproducción de prácticas neocoloniales en países del sur global, son algunos de los impactos detectados en su implantación a gran escala.
Para llevar a cabo el estudio, de la mano de organizaciones locales, sus impulsores han visitado localizaciones de los futuros proyectos con el hidrógeno como protagonista, como los previstos en el Camp de Tarragona, Andorra y Monzón (Aragón), Muskiz (Euskadi) y Torrelavega (Cantabria) para conocer sus posibles impactos negativos. El investigador del ODG y coautor del informe, Josep Nualart, explica que, una vez analizadas las consecuencias en el territorio, una de las conclusiones extraídas del proyecto que se quiere realizar en el complejo petroquímico de Tarragona es que "se quiere seguir replicando el modelo económico de la zona, bajo la influencia de Repsol, sin plantearse la Administración si es necesario que todavía operen este tipo de industrias".
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El Valle del Hidrógeno de Tarragona tiene como objetivo desplegar una economía y una sociedad del hidrógeno
En relación con el Valle del Hidrógeno de Tarragona, una iniciativa identificada por la Generalitat de Catalunya como uno de los 27 proyectos tractores para la recuperación económica, y que tiene como objetivo desplegar una economía y una sociedad del hidrógeno que consiga la neutralidad climática, Josep Nualart lamenta las dinámicas alcanzadas con la presencia de energéticas como Repsol o Enagás, que "representa perpetuar un modelo económico monopolizado en la actividad del sector petroquímico".
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Duplicar la capacidad de renovables
En plena proliferación de proyectos en todo el territorio y en un escenario de un despliegue insuficiente de las energías renovables, desde el ODG señalan que la normativa comunitaria establece requisitos de adicionalidad a partir del año 2028. Es decir, que los proyectos de hidrógeno verde a partir de esa fecha deberán suministrarse en base a instalaciones renovables creadas específicamente para esta iniciativa.
Los proyectos de hidrógeno verde se plantean en zonas que ya sufren estrés hídrico
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Aunque en términos absolutos, implantar plantas de hidrógeno verde no requiere grandes cantidades de agua, "los proyectos se plantean en zonas, como el Camp de Tarragona, donde ya sufren estrés hídrico, por lo que se pueden generar mayores tensiones", precisa Josep Nualart. "Ante la previsión de un clima más seco, estamos observando que algunas grandes empresas están desarrollando iniciativas más con el propósito de obtener rentabilidad económica, exportando incluso la producción, que por una necesidad productiva".
Durante el trabajo de campo para elaborar el informe, Ecologistas en Acción de Tarragona y la entidad local Plataforma Cel Net remarcaron la necesidad de priorizar los usos públicos, en lugar de los privados, de recursos naturales como el agua, y de evaluar los impactos de la adición de consumo y, por tanto, una mayor presión sobre el medio ambiente, en un momento en que las condiciones de sequía son realmente alarmantes. Además, denuncian que la Generalitat se plantea reducir los volúmenes de los caudales mínimos de los ríos en Catalunya. Ambos colectivos denuncian "la priorización del gasto en macroproyectos industriales respecto a inversiones de carácter más social y comunitario".
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En relación con la viabilidad de la planta de producción de hidrógeno y amoníaco verde en el polígono químico de Ercros, Ecologistas en Acción considera que la producción de ambos combustibles se encuentra todavía dentro de un marco normativo no desarrollado, que difícilmente puede abordar una planificación eficaz y efectiva de este proyecto y que ya se está creando una red de producción cuando todavía no se han diseñado las cadenas de consumo. Este hecho, según afirma la entidad, "puede representar una nueva burbuja en torno a la producción de ambos combustibles, propiciada por grandes empresas atraídas por las ayudas y subsidios multimillonarios de diferentes administraciones".
Limitaciones técnicas
"No sería posible producir suficiente hidrógeno verde para descarbonizar la industria", según Joan Ramon Morante
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En su artículo El hidrógeno en la transición energética en Catalunya, incluido en la Nota de Economía del año 2023, impulsada por la conselleria de Economia de la Generalitat, el director del Institut d'Investigació en Energia de Catalunya y profesor catedrático de la Universitat de Barcelona (UB), Joan Ramon Morante, alerta de que hay que tener presente que la industria catalana también necesitaría hidrógeno verde para toda la casuística no cubierta para las bombas de calor y estas necesidades no pueden satisfacerse con toda la energía eléctrica renovable producida en Catalunya. Incluso en el escenario del año 2030, Morante cree que "no sería posible producir en Catalunya suficiente hidrógeno verde para descarbonizar la industria, al menos la que depende del gas".
Respecto al Valle del Hidrógeno de Tarragona, el profesor puntualiza que "el círculo no puede desarrollarse sin la instalación de energías renovables, sin las cuales no hay hidrógeno verde. Y los planes de renovables deberían ser la base para la transición y la descarbonización". Aunque se superaran las limitaciones de impacto ambiental, Morante apunta a que la hoja de ruta para su desarrollo requiere la necesidad de estar conectados con las tecnologías de captura y reutilización de CO2. Paralelamente, son necesarias inversiones superiores a 7.500 millones de euros sólo para cubrir electrolizadores y otros elementos imprescindibles para las instalaciones de las fuentes renovables asociadas.