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Desigualdad El mar, para ellos: solo el 8% de las afiliaciones en pesca marítima en Galicia son de mujeres

Los puestos de trabajo de la actividad pesquera continúan estando muy feminizados o masculinizados. Aunque ellas  siempre han estado relacionadas con el sector y están presentes en todas las actividades marítimas. 

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Mari Carmen Resúa, presidenta de la agrupación mariscadoras de Cambados. / Asociación de Mulleres do Mar de Arousa.

pontevedra,

El número de personas afiliadas en el Réxime do Mar en 2018 fue de 19.942 y el 40% pertenece a la Ría de Arousa. Ellas son el 46,8% del total y encabezan la comercialización de los productos, la fabricación de conservas, el procesado de pescados y la acuicultura.

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Así lo refleja el último informe del Grupo de Acción Local del Sector Pesquero (GALP) en la Ría de Arousa, que pretende retratar la situación actual de las profesionales del mar. Las vidas de las gallegas siempre han estado relacionadas con el sector y están presentes en todas las actividades marítimas; sin embargo, los puestos continúan estando muy feminizados o masculinizados.

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El hecho de que las mujeres supongan casi el 50% sobre el total de las afiliaciones a la industria pesquera es "positivo", recoge el informe, ya que refleja que la profesión está ocupada por ambas partes, pero "eso no significa que haya igualdad de elección y acceso a los distintos trabajos". Hay que tener en cuenta la proporción de personas implicadas en cada puesto. 

Es necesario mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras para poder ejercer la conciliación, insiste Gómez

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Según la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), en la fabricación de conservas las arousanas suponen el 55,2% sobre el total de las mujeres que trabajan en este sector en Galicia. En el caso de la acuicultura, ellas suponen el 47,7% y la actividad de procesado de productos ocupa al 25% sobre el total del nivel gallego.

El informe GALP también destaca que, en Galicia, el 71,7% de las personas que comercializan productos de mar por lo general son mujeres. El 70,2 % de las personas afiliadas a la actividad de fabricación de conservas de pescado también son del género femenino. Hay más paridad en las actividades de procesados de pescado, crustáceos y moluscos, donde las mujeres suponen el 59,8% del total de las afiliaciones, así como en la acuicultura marina (con un 53,9%) y en el comercio (41,1%). 

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La presidenta de la Asociación de Mujeres del Mar de Arousa, Dolores Gómez, explica que una de las cosas que más le sorprendió al reunirse con sus compañeras para participar en el estudio fue la diferencia en las pensiones contributivas. En la ría ellos cobran 924,33 euros y ellas, 691,35. En Galicia los hombres reciben 1.036,54 euros, a diferencia de ellas, que perciben 755,82. Esto se debe a la división sexual del trabajo: las mujeres estaban realizando trabajos domésticos y de cuidados, en definitiva, trabajos no reconocidos, no cotizables ni computables a la hora de jubilarse.  

Gómez insiste en que es necesario mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras para poder ejercer la conciliación. La mecanización provoca que cada vez menos personas se sumen a la actividad pesquera, y aún así, se sigue hablando de la necesidad de "tener fuerza" para desempeñar estas labores. Señala como algo positivo que ahora hay más hombres mariscadores, pero que lo complicado está en que ellas lleguen a los puestos de poder, en convertirse en armadoras y patronas para mandar en los barcos. "Antes no había costumbre de llevar mujeres a bordo, por eso de que la mujer da mala suerte", apostilla.  

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"Qué bien amarras el barco, pareces un hombre"

En la costa las cosas cambian, pero no al ritmo de las mareas. En los últimos cinco años las armadoras pasaron de ser 257 profesionales en 2014 a 329 en 2019. Del total de las cofradías solo un 12,1% son mujeres. En Arousa, 1.771 hombres y 329 mujeres. Celia Herbón, de 26 años y bateeira en Boiro, trabaja en el negocio familiar extrayendo mejillón. Entre los comentarios machistas que ha tenido que aguantar, destaca: "Qué bien amarras el barco, pareces un hombre" o "¿por qué te dedicas a eso si es un trabajo de hombres?". La mayoría dichos por jóvenes. Por eso añade que "las generaciones no están educadas para que haya un cambio radical".

En la costa las cosas cambian, pero no al ritmo de las mareas

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Además de erradicar ese pensamiento patriarcal, señala que en las escuelas gallegas no se habla apenas de la importancia del sector pesquero. "En Galicia vivimos miles de personas del mar, pero en el colegio no te enseñan lo que es una batea o cuáles son los procesos del marisqueo" y de tal manera "no sabes que eso existe y que puedes trabajar el día de mañana ahí", explica la profesional. "Antes las familias vivían completamente de los beneficios de la pesca o el marisqueo", pero "ahora la gente prefiere estudiar o hacer trabajos muy distintos".  

El valor económico que supone el sector extractivo y de servicios alrededor de los productos del mar en la ría de Arousa supone un peso para el conjunto de la economía gallega. Sin embargo, aún hay que romper el techo de cristal. El 25 de noviembre un grupo de mariscadoras denunciaron el maltrato por parte del patrón mayor y contaron que no les permitieron colgar cartelería feminista. Él consideraba que el movimiento no tenía nada que ver con el mar y es esa la principal razón de ellas para cambiar el sistema.

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