Derechos Sociales derivará menores tutelados con problemas de salud mental a familias de acogida
Se trata de un plan piloto que se pondrá en marcha en cuatro comunidades autónomas (Catalunya, Madrid, Navarra y País Vasco) y que se espera que sea replicado por otras en 2025. El programa pagará a familias con formación profesional específica que acojan a niños de entre siete y 18 años.
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madrid, Actualizado:
Desde hace un tiempo, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 busca fórmulas para avanzar en la desinstitucionalización de los menores que están bajo tutela del Estado y promover el acogimiento en familias. Según las últimas cifras manejadas por el Gobierno (2021), en España hay algo más de 50.000 menores bajo la tutela de las distintas comunidades autónomas, de los que unos 16.000 viven en residencias y unos 18.000 en acogimiento familiar, de los que más de la mitad son familias extensas (parientes cercanos como tíos o abuelos).
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El objetivo del Gobierno es que para 2030 el 70% de los menores tutelados vivan en familias y el 30% en residencias. Según un reciente acuerdo entre Derechos Sociales y el Ministerio de Igualdad con las comunidades autónomas, existe el compromiso de que ningún menor de seis años viva en un centro residencial en 2026 y que para 2030 no lo haga ninguno menor de 10 años.
Este cambio de modelo que quiere impulsar el Gobierno, tal ha explicado este martes la directora de Infancia, Lucía Losovyz, supone "poner en el centro el bienestar emocional de los niños y niñas". Para ello, una de las iniciativas que pondrá en marcha el Ministerio de Derechos Sociales es proyecto de acogida innovador que se iniciará en cuatro comunidades autónomas (Catalunya, Madrid, Navarra y País Vasco) a finales de febrero y que estará financiado con fondos de Next Generation de la Unión Europea. El proyecto, bajo el nombre de Redes AFE, se trata de un acogimiento familiar especializado y remunerado, al que podrán acceder personas que tengan formación específica homologada por el Ministerio de Educación en áreas de psicología, trabajo social, pedagogía y otras relacionada con el ámbito sociosanitario. El programa está especialmente destinado a menores de entre siete y 18 años que tengan problemas de conducta o de salud mental y que en la actualidad estén internados en una institución bajo tutela de alguna de estas cuatro comunidades autónomas.
Tal como afirman los impulsores de este programa (las entidades FICE, Agintzari y Resilis, que pusieron en marcha este modelo en la Diputación Foral de Guipúzcoa), el objetivo es que unos 60 menores con estas necesidades sean acogidos por familias en este proyecto piloto que durará dos años en las cuatro comunidades. Se trata de mitigar el daño sufrido por estos niños y niños que "se manifiesta a través de problemas de adaptación traumática, disociación, desregulación e inseguridad emocional, lo cual desemboca en problemas de comportamiento o de salud mental graves". Una sintomatología que está "producida por las adversidades tempranas, diferentes traumas y malos tratos y un proceso vital lleno de rupturas, cambios e inestabilidad", afirman.
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Dedicación constante 24/7
Por ello, este modelo de acogimiento requiere de una dedicación constante siete días a la semana y las 24 horas del día. Para esta labor, las familias que decidan acoger y que tengan la formación necesaria, recibirán el apoyo constante de un equipo de profesionales (entre tres y cinco expertos) formados y dedicados a esta tarea en las cuatro comunidades autónomas que inician este proyecto piloto. También existirá un encuentro de las distintas familias que acojan a estos menores con una periodicidad semanal para intercambiar experiencias y conocimiento y las familias trabajarán emparejadas para facilitar la tarea. Otra de las novedades que incorpora esta iniciativa es que las familias de acogida, siempre que sea posible, trabajarán junto a la familia biológica del menor.
Uno de los principales obstáculos que necesita salvar esta iniciativa, es poder contar con familias suficientes en las comunidades en las que, al menos uno de sus miembros, tengan la formación necesaria para acoger a los niños y niñas. Para ello, en las próximas semanas se lanzarán campañas de información en las distintas regiones que participan en este piloto.
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Se trata de un programa que ya funciona en Guipúzcoa desde hace 15 años, con 19 menores acogidos en esta modalidad. "Ahora se trata de adaptarlo a cada territorio para que pueda ser replicado. No viene a sustituir nada, sino a complementar lo que ya existe", explica Josu Gago, portavoz de la Federación Internacional de Comunidades Educativas (FICE), uno de los impulsores del proyecto.
En este caso, va dirigido solo a "chicos con problemas de salud mental, adaptación y conducta graves" que actualmente están en centros "donde se ve la dificultad de cuidar y de reparar al mismo tiempo, que es lo que necesitan", añade.
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Tal como explican sus promotores, el objetivo de este programa es la "reparación de las vivencias traumáticas, la desregulación, la inseguridad emocional y la disociación" que sufren estos menores, unas dificultades que están detrás de las conductas de los niños, niñas y adolescentes a quienes se dirige la iniciativa. Para ello, las familias que acojan realizarán una intervención estructurada, contarán con un plan de intervención acordado con los equipos técnicos y la administración responsable, lo que garantizará una evaluación continua y la coordinación con todos los agentes que intervienen.