La derecha reactiva los símbolos de la llamada España de la Reconquista
La iniciativa para restituir el escudo de Fernando III en Córdoba se suma a una larga batalla cultural por reafirmar los signos nacionales de la conquista medieval cristiana como contrapunto a las actuales tensiones territoriales.
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Córdoba fue capital de la Bética romana, primero, y corazón de Al Andalus, después, en dos momentos cruciales de enorme trascendencia no solo para su larga historia sino también de la península ibérica. La historiografía conservadora, sin embargo, se ha esforzado durante décadas en instaurar la fecha fundacional de Córdoba el día de la conquista cristiana por Fernando III y la expulsión de los musulmanes. En ese marco ideológico de reafirmación identitaria, no es baladí que ahora el Gobierno municipal del PP se plantee recuperar como escudo de la ciudad el viejo león rampante y el castillo que identifican las armas reales del monarca que conquistó Córdoba en 1236 y dio el primer paso para el desmoronamiento de Al Andalus.
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La historia de los símbolos municipales de la ciudad andaluza tiene, no obstante, algunos entresijos paradójicos. Solo cinco años después de la conquista castellana de Córdoba, el nuevo Concejo local nombrado por Fernando III pidió al rey autorización para diseñar su propia insignia municipal. Y la imagen escogida representaba el alminar de la Mezquita, el Puente Romano, la noria andalusí de la Albolafia y tres palmeras plantadas por César tras su victoria sobre Pompeyo. Desde entonces, los dos escudos convivieron sin aparente conflicto. El león y el castillo como símbolo de la ciudad conquistada y la Mezquita y el Puente Romano como sello para autenticar documentos municipales.
Hasta 1983. El Ayuntamiento democrático encabezado por Julio Anguita quería pasar página de los iconos nacionalcatólicos como signos identitarios de la ciudad y se propuso buscar un nuevo referente simbólico. Lo encontró entre los archivos históricos. El sello de la Mezquita Catedral, la noria de la Albolafia y el Puente Romano diseñado por el propio Concejo municipal ocho siglos antes representaba de manera impecable la diversidad cultural de Córdoba frente a las armas reales de Fernando III, emblema hoy de Castilla y León.
Herminio Trigo era entonces el número dos del Ayuntamiento. "Queríamos romper con el concepto de ciudad conquistada que representaba el escudo y sacar el orgullo de Córdoba como capital del mundo en la época califal", asegura cuarenta años después. Aquel primer Gobierno local tras el franquismo jubiló el león rampante de la monarquía castellana y asumió una nueva imagen simbólica de la "España diversa frente a la de los Reyes Católicos".
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Justo lo contrario de lo que hoy se plantea impulsar el PP. El equipo de Gobierno de José María Bellido encargó hace algunas semanas al cronista de la ciudad un informe histórico para restituir el antiguo escudo de Fernando III. Julián Hurtado de Molina emitió un dictamen que aún no se ha hecho público, pero que recomienda añadir al león rampante y el castillo un lema en latín del siglo XVI que alude a las cualidades guerreras de la ciudad. Ante el revuelo ocasionado, el Ayuntamiento ha congelado la iniciativa. De momento.
En la última década se han sucedido propuestas similares impulsadas por Vox y el PP
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El de Córdoba no es el único intento por restaurar la simbología nacionalcatólica emanada del mito de la llamada Reconquista. En la última década se han sucedido propuestas similares en un buen puñado de ayuntamientos y comunidades autónomas, generalmente impulsadas por Vox y el PP. En 2017, el pleno municipal de Sevilla declaró también oficial un escudo de Fernando III tomando en las manos una espada y una cruz, y flanqueado por San Isidoro y San Leandro. La oposición lo tildó de "franquista, rancio y machista", mientras que el PP y Ciudadanos defendieron el reconocimiento simbólico al "fundador de Sevilla". La Fundación Franco se sumó a las felicitaciones.
La reivindicación de la llamada Reconquista como guerra de liberación nacional frente a los "musulmanes invasores" recorre buena parte de la narrativa conservadora española. Por eso Vox ha propuesto reiteradamente la designación del 2 de enero como Día de Andalucía. ¿Y qué pasó el 2 de enero? Que los Reyes Católicos conquistaron el Reino Nazarí de Granada y pusieron fin a ocho siglos de civilización andalusí en la península ibérica. Para la historiografía reaccionaria, esa es la fecha fundacional de España. De su idea de España, para ser más concretos.
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Para la formación de ultraderecha, la conquista cristiana de las ciudades islámicas es el pórtico de una nueva era. Y así debe ser reconocido en la simbología municipal. En 2019, el Ayuntamiento de Badajoz declaró día de la ciudad el 19 de marzo, en conmemoración de la conquista en 1230 por Alfonso IX. La iniciativa fue impulsada por Vox y contó con el apoyo de PP y Ciudadanos. Lo curioso de este caso es que Badajoz fue fundada por Ibn Marwan en el año 875. Pero, claro, se trataba de un musulmán.
También Vox ha insistido una y otra vez en reivindicar el 2 de febrero como Día de Murcia, en homenaje a la toma de la ciudad por los cristianos en 1266. "La Reconquista es un proyecto, siempre presente en la conciencia colectiva, gracias a los Reyes Católicos, que culminaron este gran proyecto de reconstrucción", argumentó el partido de Abascal en su propuesta municipal.
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Más ciudades han eliminado estatuas de reconocimiento de figuras históricas andalusíes
Otras ciudades han eliminado estatuas de reconocimiento de figuras históricas andalusíes. El Ayuntamiento de Cadrete (Zaragoza) ordenó la retirada de un busto de Abderramán III, a propuesta de Vox, porque el califa cordobés provocaba "división y enfrentamiento" entre los vecinos. Almanzor también fue represaliado en Algeciras en 2013 bajo la excusa de que su estatua iba a ser restaurada. Cuatro años después, el PSOE se la encontró guardada en un almacén municipal y nada hacía indicar que hubiera sido sometida a ningún tipo de rehabilitación.
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"La idea de volver al escudo de Fernando III en Córdoba, y otros cambios similares, está dentro de la recuperación de la retórica de la Reconquista que vemos en el ámbito de la derecha española desde hace años", asegura Alejandro García Sanjuán, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Huelva. En el ámbito historiográfico incluso hay una corriente académica que vincula el origen de Andalucía con la conquista de Alfonso X y Fernando III, según explica el medievalista.
La recuperación de las armas reales de Fernando III coincide con un resurgimiento del "españolismo tradicional"
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En su opinión, la adopción en 1983 del escudo de la Mezquita y el Puente Romano se produce en el contexto del desarrollo autonómico y se opta por un símbolo "más apegado a lo local" frente al león rampante tradicionalmente asociado al "nacionalcatolicismo franquista". La recuperación ahora de las armas reales de Fernando III coincide, a juicio de García Sanjuán, con un resurgimiento del "españolismo tradicional" espoleado, en parte, por el desafío catalán. "El conflicto de Catalunya ha exacerbado el nacionalismo español. No cabe duda", sostiene.
En todo este fenómeno revisionista subyace una "clara intencionalidad política", en opinión de Manuel García Parody, autor de La otra historia de España, que acaba de ver la luz, y donde examina los mitos y falsedades que jalonan las señas de identidad de nuestro país. Lo que pretende la restitución del viejo escudo de Fernando III, a su parecer, es reafirmar que la "única Córdoba que existe es la castellana y cristiana". "Pero Córdoba es algo más que la pertenencia a la Corona. Es Al Andalus, es la Bética, es Tartesos", concluye García Parody.