coronavirus "Marruecos nos ha abandonado en Melilla por miedo al coronavirus"
Decenas de ciudadanos marroquíes llevan dos días durmiendo en las calles de la ciudad autónoma por el cierre de fronteras, que impide acceder a los compatriotas que en los últimos 14 días hayan estado en España, Francia, Alemania, Portugal o Italia en un intento de impedir la propagación del virus que deja ya una fallecida y 17 infectados en el reino alauí.
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"No entendemos por qué Marruecos deja salir del país a los españoles, quienes pueden regresar a sus casas en Melilla, mientras que a nosotros, que somos sus ciudadanos, no nos deja entrar", comenta Riduan Tahiri, uno de los marroquíes que llegó a la ciudad autónoma la mañana del pasado viernes en el ferry nocturno que salió de Almería la noche del jueves antes de conocerse el cierre unilateral impuesto por Marruecos en las fronteras terrestres con Melilla.
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"Llevamos dos días durmiendo en la calle, nadie nos informa de nada, los policías de Beni Enzar sólo nos dicen que no podemos pasar porque Marruecos no nos deja. Marruecos nos ha abandonado en Melilla por miedo al coronavirus y aquí no tenemos a dónde ir", añade mientras otros ciudadanos marroquíes se van concentrando en los jardines de plaza España, frente a la Delegación del Gobierno en Melilla.
Este es el testimonio de uno de los más de 200 marroquíes que se vieron sorprendidos en la mañana de este viernes por el bloqueo de su propio país. Según informó este mismo viernes la Delegación del Gobierno, la gran mayoría de los afectados optó por coger un nuevo ferry de vuelta a la península, algunos con destino Almería, otros hacia Málaga. Sin embargo, cerca de medio centenar de marroquíes permanecen en la ciudad autónoma a la espera de que su país finalmente les permita cruzar el paso fronterizo de Beni Enzar y poder regresar a sus hogares.
Atrapados sin recursos
Tahiri lleva casi 20 años trabajando en la construcción de tiendas del Grupo Inditex. Estos últimos meses ha estado en Galicia y ahora tenía un permiso de cinco días para volver a casa y disfrutar de su mujer y tres hijos en su pequeña casa en la localidad marroquí de Guercif, a 150 kilómetros al sur de Melilla. "En mi pueblo no hay trabajo y en Marruecos en general la situación está muy mal, por eso me fui a trabajar fuera y vengo en vacaciones o fines de semana. Tenía un permiso de cinco días para pasar en familia y ya he perdido dos días aquí atrapado, tendré que volver al trabajo sin ver a los míos", lamenta este hombre que pasa de los 40 años.
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Ciudadanos marroquíes atrapados en Melilla exigen que se ponga a un médico en la frontera para hacerles la prueba del coronavirus y poder volver a su país
No es el único en esta situación. Moussa Lanham empuja su maleta hasta dejarla a la vista, apoyada en una palmera de plaza España. "Llevo 30 años trabajando en el sector agrícola en España. Siempre en la campaña de naranjas, en Valencia. Ahí han cancelado las Fallas por el coronavirus y a mí, por lo visto, mis días de permiso con mi familia", relata con pena. Casado y con siete hijos, natural de Oujda, lamenta la falta de inversión de su Estado para promover empleos en la zona del Rif, en el norte de Marruecos. "Claro que me gustaría trabajar cerca de casa, pero aquí no hay nada y ahora mismo no sé qué va a ser de mí. La Delegación del Gobierno española sólo nos dice que la decisión de cerrar frontera es de Marruecos y que España no puede hacer nada. ¿Por qué no hacemos un intercambio, cuando entren cinco españoles salimos cinco marroquíes? No entiendo nada", dice en un castellano marcado por la musicalidad del árabe.
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"La policía solo nos dice que cojamos otro barco y volvamos a las ciudades en las que trabajamos, pero nosotros hemos venidos a ver a nuestras familias después de meses fuera y nos hemos encontrado con la frontera cerrada por coronavirus. ¡No venimos de zonas de riesgo, no tenemos síntomas! Que pongan un médico en la frontera y nos hagan pruebas y si hay que ir al hospital, vamos, pero que nos dejen entrar a nuestro país", relata sin pestañear Abdelhakik El Matradi, otro ciudadano marroquí atrapado en Melilla y que viene desde Alemania, donde trabaja en una fábrica de coches, para ver a su esposa y cuatro hijos en Nador.
Sin acceso por tierra, mar o aire
Estos tres relatos son solo una pequeña representación de la situación que viven los marroquíes bloqueados por su propio Estado tras el cierre de las fronteras terrestres con las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta, pero también por el cierre del tráfico aéreo y marítimo tras el anuncio este viernes de la cancelación de los vuelos y ferrys procedentes de España, Portugal, Francia, Italia, Alemania, Países Bajos, Bélgica, China o Argelia.
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Marruecos únicamente permite la salida de españoles hacia las ciudades autónomas y de los extranjeros a sus países de origen
La decisión de cerrar la frontera terrestre entre Marruecos y Melilla prácticamente no tiene precedentes. Sucedió algo parecido en el año 1971 debido a un brote de cólera en Marruecos, y en el año 2002, tras el incidente en el islote del Perejil. En estos momentos, no hay forma de acceder a Marruecos ni por tierra, mar o aire si el viajero procede de alguno de los países afectados por coronavirus.
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Según informa la Embajada de España en Marruecos a través de su cuenta de Twitter, el país vecino únicamente permite la salida de españoles hacia las ciudades autónomas y de los extranjeros a sus países de origen. Sin embargo, no admite la entrada de nadie, ni siquiera de los conciudadanos que en los últimos 14 días hayan estado en zonas de riesgo. Marruecos quiere blindarse ante posibles casos de coronavirus tras producirse una primera muerte y 17 contagios, cifras oficiales que se han conocido hoy, aunque ciudadanos críticos con la gestión marroquí acusan al reino alauí de esconder datos y rebajar la cifra real de afectados dada la precariedad del sistema de salud de Marruecos.