Organizaciones de mujeres han rechazado hoy por "electoralista" la posibilidad de que el grupo popular en el Congreso enmiende la reforma de la ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo para dejar claro que "el aborto no es un derecho".

En declaraciones a Efe, la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, ha lamentado que "el PP quiera aprovechar el periodo electoral para agredir los derechos de las mujeres".

Besteiro ha reivindicado el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, si quieren ser madres o no, el número de hijos que quieren tener y cuándo quieren tenerlos.

"Ya está bien de considerar a las mujeres como meros objetos y como seres irresponsables", ha señalado Besteiro, quien ha acusado al PP de querer condenar a la clandestinidad a las féminas que quieren interrumpir su embarazo, a poner en peligro su vida y, a aquellas que tienen dinero, al turismo abortivo.

Por su parte, la presidenta de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, ha indicado a Efe que las organizaciones sociales no están siendo informadas sobre la reforma de la ley del aborto que pretende impulsar el PP.

"Las ocurrencias que tienen los protagonistas de esta historia se dirimen en los medios de comunicación antes que en la negociación con la sociedad civil o con ningún otro agente", ha afirmado Soleto antes de apuntar que tendrán que esperar para conocer el contenido de la propuesta del PP.

Un grupo de organizaciones de mujeres ha trasladado al PP la necesidad de que la legislación en España reconozca el derecho a la libre maternidad, también en relación con las menores, que está reconocido como parte de los derechos sexuales y reproductivos por Naciones Unidas, ha explicado la presidenta de la Fundación Mujeres.

La presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Amalia Fernández, ha manifestado a Efe que el derecho al aborto no solamente hay que verlo como el derecho a la vida del no nacido, sino como el derecho de toda mujer a la autonomía personal y a decidir sobre su propio cuerpo, sin injerencias de ningún tipo, sobre todo, del Estado.

La reforma del aborto tiene "un carácter eminentemente electoralista", según Fernández, quien ha estimado que "no se puede utilizar a las mujeres como un arma electoral" como se está haciendo en estos momentos.