El 'caso Nadia' o la cosificación de los hijos para sacar beneficio económico
Explotación infantil
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MADRID-. Utilizar a tu hija para sacar dinero a personas de buena voluntad que se han creído la mentira de una enfermedad mortal, que no lo es. La historia de Fernando Blanco y Marga Garau recuerda a los terribles cuentos de Dickens o a cómo la 'cándida Eréndira' acabó siendo explotada por la desalmada de su abuela que debía ayudarla, según la triste historia de Gabriel García-Márquez.
El perfil que ha descrito el juez de la Seu d'Urgell al retirar la patria potestad de la menor a los padres es muy similar al que diferentes expertos exponen a Público. No se trata de unos timadores cualquiera, no juegan con la codicia del estafado. En este caso han jugado con la bondad de la gente, pero también con la vida de su hija desde que tenía tres años hasta los 11.
Explotación infantil
La Policía detuvo a Fernando Blanco intentando escapar. Encima llevaba 1.400 euros, una pistola de fogueo y balas de diferentes tipo. En el registro de su casa el botín era mayor: 1.845 euros en efectivo, 32 relojes de lujo valorados en 50.000 euros, una estilográfica, un ordenador, tres tabletas electrónicas, tres teléfonos móviles y coches de alta gama.
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En duda la enfermedad
El pediatra está harto de pedir informes, según el auto del juez, y el hospital de referencia que quería hacerse cargo del caso recibió la negativa de los padres que alegaron que era tratada en Mallorca y en Houston. El juez ha pedido por eso que a Nadia la revise un médico forense, tanto para certificar que la enfermedad genética es auténtica como para conocer si tiene secuelas por la manipulación sufrida por sus padres.
Sin empatía
"El perfil, más que de mentiroso compulsivo, es de psicópata. No ha matado, pero ha demostrado que no le importan nada ni los daños causados ni las personas que han renunciado a cosas para que él pueda tener un chalé o un coche de lujo", explica la psicóloga clínica Ana Isabel Gutiérrez.